Starman: los años de David Bowie como Ziggy Stardust de Reinhard Kleist

Crítica de Starman
Starman de Reinhard Kleist es una celebración de la vida y obra de Bowie.

Hace unos años se publicó el cómic Bowie: Polvo de estrellas, pistolas de rayos y fantasía de la era espacial. Seguía la estela de lo más similar que tengo a un dios, el artista David Bowie.

Si bien el dibujo de Mike Allred y el coloreado de Laura Allred nos dejaban con buenas portadas (más que viñetas dentro del estilo del dibujante del Estela Plateada de Dan Slott), mantenía también los puntos menos positivos: como la falta de movimiento, la similitud de los rostros… Pero donde realmente zozobraba este cómic sobre Bowie era en la historia.

Resultaba ser simplemente correcta debido a un guion con complejo de resumen de la Wikipedia firmado por Steve Horton. Datos y datos, pero ¿dónde estaba el arte? Y si algo nos enseñó David Bowie es que no debemos conformarnos con lo «simplemente correcto» y más cuando se habla de un artista extraordinario como él.

reseña-starman-reinhard-kleist-cómic-vida-de-bowie
Kleist retrata la obsesión de Bowie por el espacio igual que captaba las fascinaciones de otros cantantes como Nick Cave en el cómic biográfico que le dedicó a este.

It’s a Starman…!

En el pasado 2022 hemos tenido otra adaptación al tebeo de la vida y obra del camaelónico genio: Starman, los años de David Bowie como Ziggy Stardust. Y no podría ser más antagónica con respecto a la anterior obra citada.

Si el cómic de los Allred destacaba por su dibujo, pero la historia era poca más que un collage de una vida, Reinhard Kleist decae en el dibujo, pero sí realiza una buena historia alrededor de una etapa concreta de la vida de Bowie, cuando fue ese alienígena redentor que auguraba al que acabaría encarnado en la recomendable película El hombre que cayó a la Tierra.

La dualidad de Bowie

El cómic del alemán dibuja y desdibuja los primeros días de la vida de Bowie mediante un blanco y negro que explota cuando llega el color de Thomas Gilke y el recurso de la splash page en la época de Ziggy. La paleta de colores juega así un papel fundamental en una narrativa donde el estilo del artista deriva en un trazo que puede que no sea del gusto de todos los lectores, pero al menos sí adapta bien a personajes como Bowie, Iggy Pop y Lou Reed…

Citábamos el tema del blanco y negro y el color, porque la dualidad es importantísima. Pasado y presente, ser anónimo o famoso, tristeza y alegría… chocan con la idea del alter ego del propio Bowie: Ziggy triunfa y se entrega a los excesos, Bowie lucha contra el pasado con una madre que no lo entendía y un hermano que le enseñó todo, pero ha caído prisionero de una enfermedad mental.

Y es precisamente el temor a padecer la enfermedad que tenía su hermano la que hace que Bowie toda su vida dude sobre su propia cordura.

reseña-starman-reinhard-kleist-cómic-vida-de-bowie
El concierto de Bowie rompe la estructura de página para entregarnos una «splash page» que desborda el poderío del cantante.

Starman en el cómic

En cuanto a la historia, sigue los pasos estelares de un Bowie que inicia un carrera y concibe temas que se convertirán en himnos emblemáticos como Starman o Five Years, lo que hace que escuchar el disco mientras se lee el cómic sea casi obligatorio.

Es interesante, a nivel de trama, cómo Bowie se transforma en un personaje que acabará amenazando con devorarlo. Y eso conduce a la consabida historia: Bowie debía asesinar a Ziggy antes de que el personaje consumiese a la persona. Y de ahí el famoso concierto donde declaró, de modo inesperado para su banda, The Spiders from Mars, que todo había terminado.

La muerte siempre fue un acto artístico para Bowie.

Bowie y los cómics

Bowie no es una figura ajena al cómic. Muchas de sus canciones podrían surgir de delirios pulp de la ciencia ficción cómiquera de principios y mediados del siglo XX, como Flash Gordon o Buck Rogers.

Del mismo modo, su cambiante forma de encarnar a diferentes personajes fascinó a escritores como Neil Gaiman, quien vieron en él a modelos para personajes como Lucifer de Sandman.

Incluso, recientemente, hemos tenido a un compañero del famoso Doctor de Doctor Who, llamado Jones, y que alude al célebre cantante.

Así, el cómic de Allred o el de Kleist son dos viñetas más de la cuatrimonía que fue la vida de Bowie.

reseña-starman-reinhard-kleist-cómic-vida-de-bowie
La obra de Kleist capta perfectamente el halo alienígena de Bowie.

Conclusiones

Aunque me hubiese gustado que echase el freno en algunos segmentos, al menos no se queda en el mero resumen, como sí tenía la sensación que ocurría con la obra de los Allred. Además, se agradece la odisea onírica que propone en algunos segumentos que, aunque sin extremada originalidad, forman un buen homenaje.

A falta de un siguiente volumen titulado Lowe (como el disco de la trilogía de Berlín), Starman es una celebración que trasciende lo encilopédico para entregar a un artista que nos hizo aguardar a un salvador alienígena llamado Ziggy Stardust, un héroe que acabó suicidándose por sus pecados, los tuyos y los míos. Y así fue como nació una leyenda en la música que todavía resuena en otras artes, como, por supuesto, el cómic.

A falta de una obra maestra en el cómic sobre la vida de Bowie, Starman de Reinhard Kleist no es un mal paso para empezar ese viaje. Aunque puede que, al fin y al cabo, la propia vida de Bowie fuese ese gran cómic.

Suscríbete y recibirás una guía de dónde empezar con las grandes obras del género fantástico

Consentimiento *

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes comentar mediante nick, anónimamente o con tu cuenta de correo o similar. No almacenamos ninguna información.

¡Muchas gracias por tu comentario!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Sobre el blog

Los textos pertenecen a Carlos J. Eguren salvo cita expresa de los autores (frases de libros, comentarios de artistas...), siempre identificados en el post. El diseño de la imagen de portada pertenece a Elsbeth Silsby.

Si deseas compartir un texto, ponte en contacto con nosotros para hablarlo. Si quieres citar un fragmento, incluye la autoría.

Muchas gracias.

Carlos J. Eguren. Con la tecnología de Blogger.