Junji Ito Maniac: qué aprender de una mala adaptación

Una cuestión que admiro de las malas adaptaciones es que nos hacen apreciar más si cabe la obra original. Junji Ito Maniac: relatos japoneses de lo macabro es el ejemplo de cómo aquello que funciona en el manga no lo hace en su versión anime.

Y viene siendo ya costumbre con la obra de Ito, porque, para desgracia del mangaka japonés, no han hecho ni una buena adaptación de su obra.

Teniendo un escaparate tan grande como Netflix y viendo el cariño que el creador le puso a la serie durante su promoción, era esperable que tuviéramos al menos una serie de animación aceptable. No ha sido el caso.

Una mala impresión

Cuando Uzumaki cayó en mis manos, allá por 2018, empecé a leer todo lo que pude de Junji Ito. Desde otras obras largas pasando por recopilatorios e historias cortas. Incluso me vi alguna de sus adaptaciones al cine o al anime, que solo corroboraron que Ito no estaba teniendo ninguna suerte a la hora de ser llevado a otros campos. Tenía fe que Netflix demostrase lo contrario con esta serie de doce capítulos que adaptan una o dos historias por episodio. Ni por asomo.

Si bien los tráileres ya resultaban desquiciantes, porque parecían montados por alguien que acabase de empezar a usar el Adobe Premiere, la confirmación está ya en una intro casi tan cargante como el sentimiento de que no se ha invertido el suficiente presupuesto y esfuerzo en lo que podría haber sido el inicio de una buena serie antológica de terror. Con lo prolífico que es Ito, hubieran contado con varias temporadas sin problemas.

Mi teoría es que parece que los creadores han optado por hacer que este anime sea lo más barato posible para así contar cuanto antes con el visto bueno para una siguiente temporada, que bien me temo no engañará al espectador. La era del algoritmo de Netflix y la guerra del contenido, ya se sabe.

Oportunidad perdida

Salvo Whispering woman, Library Vision y The Bully, el resto de los capítulos van de lo pasable al «mejor me echo unas risas, porque de lo contrario pienso que acabo de perder veinte minutos de mi vida». Especialmente triste cuando se partía de algún relato muy bueno de Ito, como es el caso de The Sandman’s Lair, cuya puesta en escena se la cargan de un modo terrible.

La serie #JunjiItoManiac no ha logrado estar a la altura del trabajo del mangaka japonés. Share on X

Los defectos son varios: una puesta en escena pobre, una rapidez que hace que estas historias que deberían cocerse a fuego lento vayan a toda prisa, elementos que se cuentan mal, decisiones a la hora de adaptar que no se entienden (la elección de esa historia de Tomie en vez de otras más interesantes)… Hasta los intérpretes de doblaje no logran alcanzar lo que se espera de unos profesionales del miedo.

Esto hace que muchos espectadores que no conozcan a Ito piensen que es un tipo extravagante con alguna idea buena, pero incapaz de contar una buena historia y no es así, ni por asomo. A menudo, asombra por su capacidad para generar terror de un modo originalidad y sorprendente.

Tomie-Junji-Ito — Definición de Junji Ito de dolor de cabeza.

Malas elecciones

Además, uno de los principales problemas es que Junji Ito ha escrito y dibujado docenas y docenas de historias y muchas de ellas excelentes. Bien, ¿por qué se han seleccionado estas?

Sabiendo que Ito cuenta con otras mejores, algunas que tienden más hacia el humor bizarro, como las de Soichi, se podrían haber ahorrado. Sí, admiro al Junji Ito bromista y me reí mucho con su Diario gatuno, pero aquí llega a sobrarme un personaje con el que no puedo ser objetivo: ese Soichi que es el ser más odioso jamás creado. Lo lamento, pero el mundo sería mejor si Soichi no existiera.

A esto se suma que la animación no es nada del otro mundo, con muchísimos planos fijos o a medio animar que hace que la serie de la impresión de que ni se ha gastado dinero en animadores ni tampoco en guionistas. Ya hace unos años Studio Deen había adaptado varias historias de Ito en Junji Ito Collection y repiten aquí, pero no parece que hayan aprendido nada.

Junji Ito crítica — Varias de las historias adaptadas de Ito optan más por el humor más raro que por el terror.

Una pérdida

Para el lector habitual de Junji Ito, queda la desazón de lo que podría haber sido Junji Ito Maniac y no logra ser.

Para el espectador que no conoce la obra del japonés, ni siquiera encontrará premisas llamativas que le hagan adentrarse en el trabajo del padre de Tomie, Gyo, Uzumaki y otros clásicos. Es más, seguramente arqueé una ceja cuando hable de él como el mejor mangaka de terror y un autor digno de formar parte del séquito de H. P. Lovecraft, Stephen King, Clive Barker y otros grandes del horror.

Finalmente, la sensación que queda es que estamos ante una oportunidad perdida. Junji Ito no es un cúmulo de historias no muy bien contadas, a medio cocinar, con momentos puramente histriónicos y olvidables… Es un autor cercano al sentimiento perturbador y con unos rasgos propios del terror que la versión animada no ha logrado trasladar. Por suerte, siempre nos quedará admirar más si cabe el trabajo original.