“[Sobre la ciencia-ficción] No hay nada mejor que introducirse durante un rato en la cabeza de un ser de otro mundo para recordar lo mucho que tenemos en común con nuestros semejantes”.
NEIL GAIMAN,
El cementerio sin lápidas
y otras historias negras
(M is for Magic).
Es interesante el hecho de que al hablar de naves espaciales y mundos distantes, nosotros encontremos más humanidad que en muchas otras obras. Imagen de dominio público. |
Leí este libro M is for Magic hace un año, pero esto que me gusta apuntar ciertas citas para rescatarlas en el futuro y que Neil Gaiman, como siempre, es capaz de dejarte alguna perlita de sabiduría sin que la esperes o como el que no quiere la cosa. Parece simple, pero no lo es. Aunque me gustó más el compendio de relatos que es Objetos frágiles, M is for Magic tenía muchas cosas interesantes: no solo un nombre que tomar prestado para cierto proyecto literario del que os he hablado, sino también un par de buenos relatos y comentarios del propio Gaiman.
Portada de la edición española de M is for Magic, compendio de relatos de Neil Gaiman, publicado por Roca Editorial. Fuente. |
Si nos centramos en la cita, muchas veces he encontrado más humanidad en los marcianos con rostros de nuestros seres queridos perdidos de Bradbury o en los robots de otros creadores como Philip K. Dick que en historias supuestamente realistas.
Si os sirve el apunte, he llorado más leyendo un buen relato de Bradbury que muchas novelas de serio corte, tan prestigiosas para esa crítica que nunca entiendo. Por ejemplo, la lectura de Crónicas marcianas me cambió la vida.
Como decía, considero que el género funciona porque habla sobre nosotros mismos. Cuando Frankenstein crea a su monstruo, no nos alerta solo sobre eso, sino también sobre nuestra capacidad para engendrar la oscuridad más terrible. Los monstruos son nuestras sombras alargadas. Y es que la fantasía, por mucho que se vista de magia y luz, en el fondo, trata sobre algo más importante: sobre nuestros demonios, esperanzas, sueños y pesadillas. Y contra eso, no se puede hacer nada.
Es que los libros realmente serios son aquellos que tratan de la emoción, de grandes temas como la vida y la muerte. Y ese el caso de Crónicas marcianas, con esos marcianos defendiendose implacablemente de la extinción. Mientras que los invasores tienen conflictos en sus mundos...El libro es muy leído pero no quiero revelar más.
ResponderEliminarEn cierta forma, es realismo ya que indagan en las emociones, conflictos humanos. Y hasta pueden basarse en hechos reales.
¿Que sucede con otra clase de seres? Es algo que ha planteado Philíp Dick, con seres como el Spellux, de Gestarenescala. O la raza de La plaga del replicador.
Asimov ha sido un especialista en esos robots tan humanos, como el sobreprotector R. Daneel Olivaw. Y un personaje tardío que me fascina. Dors Venabili. Y sería injusto olvidar a Susan Calvin, la robopsicologa tan solitaria como capaz de entender a los robots.
Frankenstein podría ser sobre lo que hacemos sobre nuestras creaciones, marginando al extraño, que no eligió ser lo que es. Curiosamente, la autora se adelantó a las transplantes y la resurrección cardiaca.
Y creo que algunas ficciones muestran que los verdaderos monstruos son los que dicen ser humanos.
Interesantes planteos.
Crónicas marcianas es una obra maestra. Nunca dejaré de recomendarlo. Pocas veces he terminado un libro con lágrimas en los ojos y ese es uno de ellos.
EliminarTodos los grandes autores de ciencia ficción y todos los grandes autores de cualquier género (creo) son capaces de coger nuestros cerebros y meterlos en una aventura inimaginable a través de las palabras. Y esa magia siempre vale la pena.
¡Muchas gracias por tu comentario!