El destino de Jane: cuando Breaking Bad nos volvió malvados

Jesse y Jane, dos personajes de Breaking Bad que demostraron
el lado más oscuro de la serie y del propio Walt; una tragedia moderna. Fuente.
Recuerdo cuando empecé a leer cómics y estaba muy entusiasmado con el material que tenía entre mis manos. Leí Watchmen cuando estaba en cuarto de la ESO, poco después de V de Vendetta, y recuerdo que iba detrás de mis compañeros más cercanos para enseñarles una viñeta o una página que me había gustado. Por ejemplo, la historia de Rorschach y sus monólogos en Watchmen, la carta de Valerie en V de Vendetta… Encontrar esos momentos era como encontrar una demostración de que el medio podía contar historias interesantes, chocantes, que podían permanecer en nosotros mismos… En definitiva, un relato digno de ser contado.

Eso me ocurrió de un modo parecido cuando a principios de este año, tras mucho tiempo esquivándola, vi la serie Breaking Bad, que se convirtió en una obsesión para mí, ya que su modo de contar las aventuras y desventuras de Walter White siempre me ha parecido fascinante por su seriedad, su ironía y su enfrentamiento contra nosotros mismos y nuestra moral. La gran pregunta de la serie es: ¿qué harías tú si estuvieras en el lugar de Walter? Y es una buena cuestión que cada uno debe responderse.

Uno de los momentos que recuerdo que me impactaron profundamente durante el visionado de la serie puede considerarse un spoiler así que, si queréis, salid corriendo o seguid leyendo porque nos vamos a poner serios sobre una cuestión muy interesante: cuando nos convertimos villanos.

¿Qué es el bien? ¿Qué es el mal? Y todas esas preguntas que le gustan a los filósofos, la moral y demás que autores como Nietzsche rompieron con un mazo y que no han parado de reformularse a lo largo de los años, en la ficción, con personajes como el propio Walter White, capaz de imponer su propia moral. Y a lo largo de la serie uno puede preguntarse cuándo Walt dejó de ser un buen tipo y cuando se convirtió en un villano (si es que alguna vez no lo fue). Y llegado el desenlace de la serie, uno se pregunta: ¿realmente se pueden aplicar términos como «bien» o «mal» a un personaje como Walt?

Sin duda, uno de los momentos que nos sumieron en la espiral decadente de nuestro profesor favorito tuvo lugar con el enfrentamiento entre Walt y su discípulo Jesse, un duelo fomentado por la novia y vecina de Jesse, Jane. Ambos, Jesse y Jane, se convirtieron en droga uno para el otro, ambos adictos se condenaron a lo largo del pase de los minutos y el chantaje que buscan contra el propio Walt, que acepta que si Jesse se lleva su parte del dinero, aparecerá muerto de sobredosis.

Es interesante cómo Jesse, un personaje con el que al final hermanamos (pese a que al principio nos tire para detrás), echa a perder a Jesse, una exdrogadicta rehabilitada. Cuando ambos vuelven a las drogas, también lo hacen a esa ambición por el dinero y, aunque se mienten pensando que usarán el dinero de la venta de metanfetaminas para viajar por el mundo (a lugares como Nueva Zelanda), al final se entregan al vicio intravenoso y consejos como que si duermen tras el subidón, lo hagan de lado, para vomitar y no morir ahogados en el vómito de la sobredosis.

La escena en cuestión tiene que ver con el momento en que Walter llega a la casa de Jesse y lo encuentra acostado con Jane, ambos en pleno sueño provocado por las drogas, inconscientes. Y Jane empieza a vomitar. Y Walt no sabe qué hacer. O sí lo sabe. ¿Y si permite que se ahogue? Dejarla morir y recuperar a su aprendiz, permitir que alguien muera, que el destino siga su curso, que las drogas se lleven a la chica… Y, en ese instante, parece que entendemos a todos los personajes, que comprendemos la mentalidad dañada de Walter White y el destino que nos espera a lo largo de la serie. 

Una escena dura y triste. La trama converge, los enfrentamientos morales se agravan, las consecuencias esperan, la fotografía cumple a la perfección, el guion está genialmente pensado, los silencios, la interpretación del inconmensurable Bryan Cranston, el destino de JaneEs una escena perfecta, que choca, que nos sacude mientras la vemos y pensamos en lo que está por pasar.

Es uno de esos instantes de dureza que nos demuestran cómo el arte puede causar un efecto en el que lo aprecia. Y cada vez que lo evoco, me acuerdo de esos años en los que iba con mis amigos del instituto y les enseñaba una viñeta de Watchmen. Ahora, os hablo a vosotros de una escena de Breaking Bad y lo que supuso para mí como espectador.

Esa dureza, esa crueldad, es una aspiración para mí como juntaletras. No el mero hecho de ser malvado con mis personajes, sino ser capaz de transmitir esas emociones a mis lectores. Es lo que busco. Impactar y que signifique algo, que marque. Buscarlo porque sí es la mejor forma de fallar y sé que debo centrarme antes en la historia de por sí y esos momentos vienen, pero no está de más saber adónde te diriges cuando emprendes el viaje de la escritura.

Es uno de los momentos de la serie. De esos que, cada vez que hablas de Breaking Bad con alguien, acaba saltando sin esperar. Ya sea en una conversación con tu pareja, un amigo, un profesor, tu hermana… Es impactante y creo que fue la demostración de cómo nos convertimos en villanos al igual que Walt y guardamos silencio obligado ante la terrible acción que cometió para mantener su plan bajo control y poder exclamar ese «yo gano» que llega a pronunciar al final de la cuarta temporada.


Ese es el destino de Walt, el hombre que nos hizo a todos un poco más villanos.

6 comentarios:

  1. No tenía pensado ver esta serie, la tengo aborrecida sin haber visto siquiera un capítulo; es lo que pasa cuando algo se vuelve demasiado omnipresente, y encontrarse comentarios como "la mejor serie de todos los tiempos" me huelen mal en lugar de llamarme la atención. Pero la escena que comentas suena muy bien, y no sé... me está picando la curiosidad.

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    1. Yo soy muy de fliparme por las cosas que me gustan, pero también soy muy de "si todo el mundo habla bien de algo y se ponen en plan es lo mejor del mundo", huir un poco, porque a menudo me decepciona y, sinceramente, no soporto a la gente.

      Peeeero... Breaking Bad la vi este año. Había pasado ya tiempo y había espantado a la gente que me la recomendaba como una vaca espanta con su rabo a las moscas... Y vaya asco de metáfora acabo de hacer... Pero bueno, sea como sea, no sé si es la mejor serie de todos los tiempos, como asegura tanta gente, lo que sí sé es que me lo pasé muy bien y me gustó y ya con eso, estoy feliz.

      Vaya, que si la ves, ya me comentas. Si no, me espantas como a las moscas y ya. xD

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  2. Es una serie con la que no me enganché. Pero entiendo ese mecanismo. Que creo que se ha insinuado en el policial negro, con esos detectives implacables que a veces mataban a las mujeres fatales, con cierta crueldad.
    Pero más me recuerda personajes de Shakespeare. Como la venganza de Hamlet, que va desparramando víctimas. Y más con Machbeth, que de valiente guerrero se transforma en traidor, que se convierte en sanguinario para retener el poder que usurpó.
    Claro que este personaje de serie es más por supervivencias, pero sospechó que también se despierta su ambición.
    A último momento, recuerdo personajes de Escuadrón Suicida, en que tal vez haya un proceso similar.
    Buen analisis.

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    1. Dale otra oportunidad. Al principio, Breaking Bad puede parecer áspera para algunos, pero luego se disfruta y, bueno, si no, al menos mola haberse vuelto malvado con esta serie.

      Sobre la identificación con el villano, es un gran mérito, queramos o no, y creo que Breaking Bad lo cuenta muy bien, porque partimos de alguien enclenque y débil, casi como nosotros, y nos vamos transformando en ese príncipe digno de Maquiavelo.

      Sobre el Escuadrón Suicida, si te refieres a la peli, ay, todavía no la he visto y no creo que la vea ya hasta que salga en Blu-Ray. Algún día, hablaré con ella si sigo vivo de aquí allá.

      Gracias por el comentario, ¡saludos!

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  3. Con los exámenes estoy totalmente desaparecida, pero no pude resistirme a entrar a curiosear. Como ya sabes todavía no me he seguido viendo la serie (sí, me he comido el spoiler), pero sarna con gusto no pica. Me parece una escena muy poderosa la que describes y espero poder llegar a verla pronto (después de las pruebas).

    Lo dicho, espero poder volver a ser una habitual pronto.

    ¡Un abrazo!

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    1. Eres de las rebeldes que ve la palabra spoiler y sigue adelante. Te entiendo. Yo también lo he hecho. Pero bueeeeeeeeeno... es una gran serie y siempre vale la pena descubrirla. A mí me spoilearon muchas cosas de Juego de Tronos y al final la disfruté como un berraco porque a mí me hacen feliz con poco.

      Mucho ánimo con los exámenes y con todo, ya hablaremos. Espero que te salgan muy bien. Si no, llamamos a Walter White y que ajuste cuentas con esos profesores.

      ¡Un saludo!

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