Doce pensamientos sobre Devon Crawford y los Guardianes del Infinito por su primer aniversario

He aprendido varias, pero una por cada mes no está mal, ¿no?
Devon Crawford y los Guardianes del Infinito fue publicada hace un año. Vio la luz en verano de 2016 y, desde entonces, no dejo de agradecer todas las experiencias que he vivido. Con motivo del aniversario, he decidido compartir con vosotros algunos datos de lo que ha supuesto para mí. 

Muchas cosas han cambiado en este tiempo. Imaginaba que la siguiente obra sería la segunda parte y que El Tiempo del Príncipe Pálido sería un relato gratuito, pero esa historia corta se convirtió en una novela y he decidido compartirla como se merece en los próximos meses.

Como veréis, mis ideas se han reestructurado alrededor de la saga y hay docenas de cosas que quiero contar. Y lo bueno es que el tiempo me ha ayudado a madurar como escritor, persona o lo que sea que soy. Hoy me he despertado a las siete de la mañana para ponerme a escribir otra novela de la saga, así que la motivación y las ganas siguen intactas.

Los meses han pasado muy rápido, pero han estado cargados de experiencias y situaciones que me han enseñado mucho sobre algo que adoro: escribir. Han sucedido hechos buenos y malos, pero cada uno de estos pensamientos sigue un orden un poco (bastante aleatorio) e intentan captar algo de lo que me ha rodeado en este tiempo.


1. No al estereotipo


Nunca quise convertir a Devon en un cliché ni en el estereotipo de la chica que aparece a menudo en la fantasía urbana o incluso el steampunk. Soy pesado con esto, pero, visto lo visto, para mí es cada vez más necesario. Detesto el machismo que impera en este mundo y donde las chicas tienen que enamorarse del villano de turno y pasar de su universo mágico. Tampoco me gustan esas protagonistas que son perfectas, que salvan todo sin despeinarse, que no tienen problemas. Quería crear a una chica real enfrentándose a problemas extraordinarios, quería demostrar que cualquiera puede cambiar el mundo.



Dibujo promocional de la segunda parte, por Alejandra Aguado.

2. Creando un multiverso


En este punto de mi ¿carrera?, Devon supone para mí un multiverso donde transcurren todas mis historias y, cada vez, tiene más guiños a otras. No me limita, solo me da un campo de batalla propio. En Devon Crawford y los Guardianes del Infinito hay homenajes y cameos de La Historia (Romeo el Sátiro), mi primera novela de fantasía (Zoë), una obra de fantasía urbana jamás publicada (Darren Yorke, Helena, el Aquelarre...), mis relatos de fantasía (LABERINTO y sus personajes) y mis cuentos pulp (Maverick la Mil Veces Maldita). En El Tiempo del Príncipe Pálido, hay varios guiños, uno muy importante a otra obra (POSIBLE SPOILER) Hollow Hallows (FIN DEL SPOILER). Siempre suelo insertar estos guiños, quizás un poco inspirado por los universos cinematográficos o por Stephen King. A saber, pero me gusta.


Previa de El Tiempo del Príncipe Pálido, una fantasmagoría. Por Elsbeth.

3. El arte es complicado 


Y lo es por muchos motivos. En primer lugar, escribir es la razón por la que creo existir (quizás me he convencido de ello). No quiero que suene pedante, pero es algo que me gusta y hago cada día. Procuro mejorar. Lucho contra mí y esa voz que dice: "pierdes el tiempo, nunca llegarás a nada, dedícate a otra cosa". Me lo paso terriblemente bien creando historias como para que haya un punto en mi vida en que considere más importante la autocrítica destructiva o comentarios horribles. Llevo más años escribiendo que sin escribir, ¿qué haría si dejara de contar historias? No lo sé. Escribir conlleva la necesidad de contar algo, levantarte quizás a las tres de la mañana porque has tenido una idea, pasarte toda una tarde tecleando cuando podrías dedicarte a otra cosa o terminas con un dolor de cabeza al pasar horas y horas delante del ordenador. Pero crear merece la pena por encima de otras cuestiones.  ¡Y NO ESTÁS SOLO! Últimamente, mola esa idea de que el autor trabaja solo, pero yo he contado con mucha gente que me ha apoyado, desde Elsbeth haciendo real todo esto hasta Chari o Ana ayudándome con sus lecturas, pasando por todos esos blogueros que han hablado de la obra, medios de comunicación que me han entrevistado, esos lectores que me han animado... ¡NO ESTÁS SOLO!





Sí, también ha sido un año de crear justificantes, como este hecho también por Els.

4. ¿Cambiaría algo de la historia?


Es una buena pregunta y no he querido pensarla demasiado, porque tampoco voy a arrepentirme por nada de lo que he hecho con una historia de la que me siento orgulloso. Seguramente, si escribiera ahora Devon Crawford y los Guardianes del Infinito, puede que recortase algunos fragmentos y dejase muchos descubrimientos para más adelante. Quise asentar tan bien las bases que mucha gente se queda algo anonadada y es que lo mismo pasa con la propia Devon y quería transmitir eso. ¡Sorpresa! La magia no viene dosificada y un mundo que existe desde tiempos inmemoriales no tiene solo dos personajes, sino docenas con sus propias relaciones. Puede que lo único que haría sería hacerla más corta y bajar el escalón, pero ¿sería la novela que quería escribir?


Otro logo de la obra, creado por... ¿Sabéis quién? ¡Sí! ¡Por Els!

5. La terrorífica libertad


Soy afortunado de haber podido contar mi historia tal y como quería. No he tenido que pasar por el aro de una editorial que quisiera convertir a Devon en otra cosa, no he hecho caso a gente que quería que incluyese una trama corta con amoríos varios, no he tenido que cambiar mi modo de escribir... Eso, hoy, y más si sois artistas, sabéis que es muy difícil.



Una Funko de Devon, hecha por... bueno, sí, por mí y mi libertad para perder el tiempo.

6. Un multiverso donde estar cómodo


Siempre quise crear una saga donde no tuviera miedo a volver. No quería sentirme amargado como algunos escritores con sus creaciones. No quería acabar odiando mi obra y sentir que la creaba por obligación. Por suerte, me lo sigo pasando muy bien y la libertad que me ofrece a la hora de teclear es lo que me hace que siga concibiéndola. Puede ocurrir cualquier cosa en este multiverso y es un regalo para mí. ¿Quiero hacer una novela de misterio? Puedo hacerlo. ¿Puedo tocar algo de ciencia ficción? Adelante. ¿Terror? Por supuesto. El único límite es lo que pueda imaginar y cómo decida contarlo. ¡Quiero explorar caminos! ¡Hacer cosas diferentes!

escritor Carlos J. Eguren
Y este soy yo en Fuerteventura. Es una foto un poco aleatoria, pero vaya, quería ponerla.

7. ¿Es Devon literatura juvenil? 


Pregunta hasta cierto punto peliaguda. Con el tiempo he pensado en esta cuestión. Siempre he pensado que es un honor escribir para los más jóvenes. No soy como esos escritores que han vivido de publicar novelas juveniles y, años después, se dedican a criticar a sus lectores de esa época. La cuestión es que nunca vinculo una edad a mis obras, no pienso en un target (y así me va). Mi idea siempre ha sido que cualquiera, de cualquier edad o condición, puede disfrutar de una historia y he ahí lo que he intentado.


Y este soy yo en Agapea, porque estaba convocando a un dios primigenio. La foto la hizo Elsbeth, por cierto.

8. ¡Influencias!


Vivimos en la época de los influencers y yo lo que tengo son influencias. Ay. 😉La primera novela tiene para mí rasgos de todos los escritores que me han aportado algo, desde el mundo de J. K. Rowling pasando por Neil Gaiman, Derek Landy, Russell T. Davies, Terry Pratchett y tantos otros autores que no puedo disimular a la hora de escribir (Alan Moore, Stephen King, Ray Bradbury...), porque los admiro y siento que soy hijo de su prosa y su fantasía. No lo hago premeditadamente (surge, sin más) y no soy maravilloso, como ellos, pero me han ayudado tanto en mi vida que ahí está. ¡Imaginad que el hecho de que Gaiman me dejase usar una de las frases de Neverwhere para abrir mi historia fue asombroso!


Portada de la primera novela hecha por... Bueno, ya sabéis quién la hizo. ¡Elsbeth!

9. Agradecimientos


Debo dar las gracias a tres artistas que me han ayudado a visualizar mi mundo: Elsbeth, porque lo empezó todo, Alejandra porque me dio la imagen de Devon que me acompaña en mi móvil y a todos lados y Jen porque creó una ilustración magnífica para el Príncipe Pálido. Además, agradezco los dibujos que me han hecho los lectores de la saga, los cuales atesoró como algo sumamente importante y me hace completamente feliz.
Ilustración de Jen.

10. Blogueros


He aprendido a confiar a en algunos lectores que no solo han disfrutado de la obra sino que me han recompensado con buenas reseñas en sus blogs y diferentes espacios. Son muchos y creo que saben que, para mí, sus buenas palabras han significado mucho. No dejaré de estarles agradecido. Podéis ver algunos de esos maravillosos comentarios en esta sección del blog.


Y sí, esta vez he querido y he podido estar más cerca de los lectores.

11. Comunidades educativas


He aprendido también a dar las gracias a todas las iniciativas que se han movido alrededor de la obra. IES Tomás de Iriarte, IES Santa Ana, IES La Oliva, IES Santo Tomás de Aquino, IES Las Veredillas, IES María Rosa Alonso... Todos ellos han dejado que Devon llegase a esta realidad y lo agradezco. El Congreso de Jóvenes Lectores de Tenerife y Fuerteventura, los dos eventos, fueron fantásticos. Además de la presentación en Agapea y contar con mi obra en lugares como Cómics y Mazmorras, El Árbol Blanco y El Libro en Blanco. He conocido a gente maravillosa (profesorado, alumnado, asistentes, algunos autores...) y eso es para mí un regalo inmenso.

Acompañado de una de las ilustraciones que me hicieron. ¡GRACIAS!

12. Una historia real


Es un consuelo para mí pensar que todas las historias son reales. Es decir, si el multiverso es infinito y está plagado de realidades paralelas, cualquiera puede existir. Esos personajes que son ficción en la realidad pueden ser reales en otra. Y es esperanzador para mí pensar que hay una Devon Crawford por el multiverso y que intenta salvarnos a todos. ¿Por qué hundirnos si hay alguien que cree que merecemos una oportunidad? ¿Por qué dejar de luchar o vivir si hay alguien que cree que lo merecemos? Tenemos salvadores ahí fuera, alguien que nos quiere y, aunque aquí sea ficción, ¿por qué no sería real en el multiverso? Además, ¿os he contado alguna vez que creo haber visto a Devon Crawford corriendo por las callejuelas cercanas a mi casa? Eh, algún día os comentaré. Esa es otra historia. 😼


Poniéndome "citoso".
Hay varios pensamientos, datos, curiosidades o moralejas más que he aprendido durante este primer año, pero, sin duda, aprenderé más en los próximos años gracias a esta historia y todos los que han confiado en ella. ¡Infinitas gracias!

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