De cómo Wanda Maximoff se convirtió en uno de los mejores personajes del Universo Marvel Cinematográfico.

 

«Brujas y brujos, todos tenemos nuestros muros y velos», Wanda Maximoff.

¿Cómo la Bruja Escarlata se convirtió en la reina del Universo Marvel? Esa podría ser otra forma de interpretar esta pregunta.

Amo las historias de ficción por encima de todas las cosas. Más que simples trucos de magia, creo que son realmente magia: seres que nunca han existido viviendo vidas irreales en falsos tiempos y lugares, pero que aun así son capaces de conmovernos e incluso cambiarnos. He crecido con historias de todo tipo (películas, cuentos, novelas, leyendas, mitos y… sobre todo, cómics) y he contemplado la magia de estas para conectar a las personas. Muchos de mis amigos lo son porque nos conocimos hablando sobre algún relato o porque nos movemos en los mismos mundos de ficción (nuestro Westview particular). Como profesor, he tenido grupos intratables salvo si les contaba una historia (y ahí he tenido a Stephen King, Richard Matheson, los mitos griegos o las historias de Marvel como fieles aliados). Seguramente, a este compendio añada Wandavision.

La relación de Wanda y la Visión en los cómics siempre ha marcado un antes y un después en el Universo Marvel. Fuente.

Aquellos que adoramos las historias (ya sea leerlas o contarlas) nos solemos detener a pensar en qué mecanismos hacen que la magia funcione. ¿Cómo se conjugan las diferentes piezas para crear la magia? ¿Por qué personajes surgidos en los años ’60 nos siguen sorprendiendo y maravillando en 2020? ¿Por qué personajes desarrollados desde 2008 siguen asombrando semana a semana al público? ¿Por qué nos conmueven estas historias? ¿Por qué conectan con millones de personas? ¿De dónde surge la fuerza mítica que sigue alimentando estas leyendas modernas? ¿Por qué nos asalta una sonrisa irónica cuando algunos hablan de fatiga y nosotros seguimos viendo a personas, cercanas o no a los cómics, y de todas las edades, soñando con estos personajes?

La Visión y la Bruja Escarlata son dos de los personajes más trágicos de Marvel. Fuente.

Sostengo la idea de que, al igual que Star Wars, los superhéroes de Marvel son parte de una amplia mitología moderna, pero ¿qué es un mito?

«El término mito se emplea fundamentalmente como narración oral, tradicional y popular de un suceso, relativo a dioses y héroes, acecido en un mundo anterior o distinto al orden presente y vinculado a una representación mítica de la realidad y el universo». (Valles, 2008:34).

Esa búsqueda nos lleva de nuevo a la pregunta de: ¿cómo la Bruja Escarlata se convirtió en la reina del Universo Marvel? ¿Cómo se recontó un mito con ella? Y, por supuesto, como nos dice el octavo capítulo de Wandavision: para saber algo sobre el futuro, debemos comprender nuestro presente y, para ello, debemos viajar al pasado.

Visión y Wanda en los cómics. Fuente.

Tragedia y cómics

El Soldado de Invierno nos dejó muchos grandes momentos, conceptos, desarrollos, escenas… incluido la que vino tras los créditos. Mientras los científicos de Hydra (jugando a ser el Alto Evolucionador de los cómics) experimentaban con la gema de la mente, el barón Struker anunciaba la llegada de una era de prodigios a la vez que observaba a los hermanos Maximoff: Pietro, dotado de supervelocidad, y Wanda, capaz de hacer lo inimaginable. En ese instante, lo primero que vimos fue su capacidad de destrucción.

La Era de Ultrón sería el siguiente paso. Para muchos, fue una película fallida. Para otros, una película que mejoró con los revisionados. Lo que es cierto es que La Era de Ultrón es una obra fundamental para entender el Universo Marvel Cinematográfico. Con sus más y sus menos, es necesaria para narrar lo que vendría después, ya que, sin ella, no entenderíamos las siguientes películas. Puede que la trama esté llena de presentaciones, hipertrofiada de acción y subtramas que parecen quedarse en nada, pero en La Era de Ultrón aparecen de forma íntegra tanto Pietro como Wanda, tanto Ultrón como la Visión, personajes que ahora son fundamentales en la mitología (porque es lo que es) del Universo Marvel en la gran pantalla. 

Primera aparición de los Maximoff en el Universo Marvel. Fuente.

Igual que en los cómics, los recuerdos de Wanda están nublados por la tragedia. Aunque en la versión fílmica se cambian varios aspectos como la Transia rural, sí que persiste el drama con la muerte de sus padres por culpa de las armas de Stark Industries. No sería extraño que la redención de Stark y su Vengadores fueran considerados como monstruos por víctimas colaterales como Wanda.

Al principio, Pietro y Wanda se muestran como miembros radicalizados de la resistencia de Sokovia, pero luego adquieren poderes gracias a los experimentos de Hydra sobre la Gema de la Mente. Esta organización, una vez descabezada, les llevará a acabar colaborando con un monstruo como Ultrón, el particular Frankenstein de Tony Stark[1], nacido de las pesadillas proféticas despertadas en su mente gracias a los poderes de Wanda. Debido a su poder, surge Ultrón, pero también anuncia el terror que desatará Thanos en Infinity War y Endgame, dos piezas épicas que recogen más de diez años y veinte películas del Universo Marvel.

Tras comprobar que Ultrón es un monstruo, Pietro y Wanda intentarán salvar Sokovia y el mundo, ya que el maníaco Ultrón pretende utilizarla para destruir el planeta y crear su nuevo reino a imagen y semejanza. El insólito nacimiento de La Visión, que podría convertirse en otro monstruo, y la mirada de este a Wanda crea el presagio que hará que Wanda y él unan sus destinos.

En la escena donde Clint Barton (Ojo de Halcón) explica su papel (un simple arquero rodeado de dioses) y le da la posibilidad a Wanda de ser una vengadora, queda el futuro de Wanda marcado. Si sale de su refugio y lucha, dará igual lo que fuese en el pasado, desde ese momento será una vengadora.

Durante la batalla final, Wanda vengará la muerte de su hermano arrancándole el corazón a Ultrón para así hacerle sentir como ella se ha sentido en la que es una de las escenas más poderosas de esta mitología de celuloide y cómic. Quien la salve no será otro que La Visión.

Visión salva a Wanda al final de la película. Fuente.

Civil War: cadenas quebradas

La siguiente película Capitán América: Civil War fue un reto al centrarse en el Capitán América, pero contar con la mayoría de los Vengadores, llevando a que algunos la consideren Los Vengadores 2.5., pese a que su corazón está en Steve Rogers, su viaje, su pérdida y su intento de salvar a un amigo y salvarse a él también: el hombre fuera de su tiempo.

Mientras que en los cómics la Civil War comenzaba por la inmolación del supervillano Nitro tras ser atacado por los Jóvenes Guerreros (que grababan un reality), que le costaba la vida a docenas de personas (incluidos niños de una escuela cercana), en la versión cinematográfica todo empieza por la ruina de Sokovia, el avance de Los Vengadores, el debate sobre si los superhéroes deben registrarse o no, y lo ocurrido con Wanda a Lagos, donde por error pierde el control de sus poderes, lo que costará la vida de varias personas.

Desde el punto de vista de Tyler Hayward, director de SWORD o Thaddeus Ross, no es extraño que veamos a Wanda, quien empezó como aliada de Hydra y Ultrón, como una amenaza dentro de Los Vengadores, seres superpoderosos que no rinden cuentas a nadie. Mientras que Tony Stark, como el superhéroe que lo empezó todo, se ve obligado a apoya el Acta de Registro y los Pactos de Sokovia, el Capitán América defiende la libertad de elegir.

Y en medio de esa gran lucha entre antiguos amigos, es Wanda quien queda convertida en una prisionera sin saberlo en el cuartel de Los Vengadores. Su guardián es precisamente la Visión. Ambos son seres complicados, seres que no encajan, que no son como el resto. Wanda vive prisionera de la pérdida y la culpa, una pesadilla constante cada día; la Visión no entiende a los humanos y sus pesares, pero comprende que es una joven llena de dolor aquello que lo hace humano. Es entonces cuando la Visión pronuncia una de las mejores frases del Universo Marvel: "¿qué es la pena, sino amor perseverante?". Por este tipo de cosas, es por lo que realmente triunfa el Universo Marvel: no va de superpoderes y seres gigantescos que arrasan el mundo, va sobre personas que sufren, que son derribadas y destrozadas, pero vuelven a alzarse para ayudar a los otros, para salvarse a sí mismos.

Aunque durante la batalla final se enfrenten, ambos acabarán huyendo de las guerras, las máscaras y los superpoderes. Es el desenlace de Los Vengadores, pero no el suyo.

Wanda y la Visión al final de Civil War. Fuente.

Infinity War: ceniza a las cenizas

Cuando comienza la película, se rinde homenaje a la esencia de Wanda y la Visión en los cómics. Ese romance (apenas insinuado) toma forma bajo la historia de dos amantes que huyen de la guerra hasta que la guerra se encuentra con ellos. La Orden Negra de Thanos pretende recuperar la Gema de la Mente, que está con la Visión, y no dudarán en matarlo para ello. Y entonces, el ataque es detenido por la aparición del que un día fue el Capitán América y sus fuerzas, quienes pretenden ayudarlos llevándolos a Wakanda y salvando a la Visión de la Gema. Shuri, la hermana de Pantera Negra, intentará salvarlo, porque cree que hay suficiente de él, pero la guerra estalla.

Y entonces tenemos una de las grandes batallas del Universo Marvel, llena de épica y colosales instantes, pero en quienes nos centramos es en el drama protagonizado por Wanda y la Visión. Él le pide que le quite la Gema aunque suponga matarlo si así evitan que Thanos se haga con ella. Y Wanda, con todo el dolor de su corazón, lo hace… solo para que Thanos llegue, utilice la Gema del Tiempo, reviva a la Visión y mate de nuevo a Wanda, quien será testigo y causante de la muerte del único ser que lo ha amado no una, sino dos veces.

Ceniza a las cenizas, polvo a polvo… y así Wanda se rompe en pedazos.

El duro "primer" adiós. Fuente.

Endgame: no más Thanos

Antes de esta horripilante pandemia que nos ha condenado a ese pesadillesco mundo que evoca al que hay en el lapso entre los cinco años de Infinity War y Endgame, íbamos al cine. Recuerdo el estreno de Endgame con toda la ilusión del mundo, con todas las salas poniendo la misma película, cosa que no había visto nunca. Era una celebración y como tal celebración se vivió durante una de las escenas más enormes que he visto nunca en la gran pantalla: sí, me refiero a la escena de los portales. Pese a que no soporto a la gente en el cine, ese instante con toda una sala a rebosar, aplaudiendo y gritando, fue uno de esos instantes que vistos en el tiempo no sé si volverán a repetirse. No sé si volveremos todos a una sala de cine, sin mascarillas, sin distancia de seguridad, sin gel de manos, sin todo eso que se ha convertido en parte de nuestras vidas. Puede que Endgame supusiera el final de una época para el cine en las salas. O no.

Lo que sí sé es que muchos nos emocionamos al ver el regreso de los superhéroes, entre ellos una Wanda dispuesta a vengarse de Thanos, y que lo hubiera conseguido de no ser por las artimañas del Titán Loco. Cuando Thanos ni siquiera sabe quién es, Wanda no duda en demostrárselo: una persona herida, pero que no dejará que ese ser vuelva a herir a otros.

Wanda: You took everything from me.

Thanos: I don't even know who you are.

Wanda: You will.

No le hacen falta palabras para la escena de un funeral que representa a todos los caídos, entre ellos La Visión.

En el mundo real, ahogados en nuestra propia pesadilla pandémica, seguimos esperando a los héroes.

Wanda Maximoff durante el épico final de Endgame. Fuente.
 

Wandavisión y el Sendero Sinuoso

A principios de este año se estrenó la primera serie del Universo Marvel Cinematográfico (la auténtica primera serie), y ha permitido, entre los homenajes a las sitcom y los mundos paralelos, trasladar conceptos de los cómics a la pequeña pantalla. 

Hace más de diez años, ir leyendo cómics era algo extraño y conceptos como multiversos, tierras paralelas o universos de bolsillo parecían solo cercanos a los amantes de la ciencia ficción, los cómics o la física cuántica. Ahora, estos conceptos tan embriagadoramente extraños nos rodean y la locura, algo propio de un medio tan fantástico como el cómic, ha atravesado barreras. 

Pero ¿cómo conectan estas historias con nosotros? Lo hacen a través de la fuerza del mito, que no envejece, que no muere.

«El recurso a los mitos, especialmente en su carácter sobrenatural, subyace en la necesidad de explicar, tanto dramáticamente como filosóficamente, complejas áreas del pensamiento humano tales como la vida, la muerte, los dioses, la religión, la creación, etc. Los mitos griegos y romanos forman parte de muchas historias contadas en la historia del cine y de la ficción serial. Al mismo tiempo existe una paratextualidad mítica en el cine popular: muchas películas son fundadores de una mitología cinematográfica de grandes héroes del Oeste o de películas romanos» (Vilches Manterola, L, 2017:535)

No seguimos hablando de La Ilíada, Beowulf, la historia de Sigfrido o El rey Arturo solo por sus batallas, sus superpoderes, sus armas o su espectacularidad escénica, seguimos hablando de estas obras por cómo nos emocionan. Hablamos de ellas por cómo sentimos la cólera de Aquiles, por el pesar de Beowulf, por la condena de Sigfrido tras vencer al dragón o por cómo las esperanzas rotas aplastan a Arturo. Leemos y vemos el Universo Marvel (sus películas y sus series) por aquello que nos dijeron Stan Lee y Jack Kirby: héroes con pies de barro, héroes humanos, con problemas, como nosotros. Lo leemos y lo vemos para comprender cómo dos personajes rotos, como Wanda y la Visión, resucitan el mito de Orfeo para hablarnos de cómo perdemos todo aquello que amamos, y es que, en el fondo, el tema de toda la serie de Wanda y la Visión es la pérdida. Podemos intentar huir de ella, crear nuestra propia ficción como si fuéramos la bruja Circe… Pero, al final, lo único que podemos hacer es, como Ged el Gavilán, aceptar nuestra sombra y admitir que perderemos todo aquello que amamos: parejas, hijos, amigos, ilusiones…

Cuando descendemos al Hades, como Orfeo, Eneas o Dante, no lo hacen por sus seres amados, lo hacen por ellos mismos, para aceptar su último adiós. Wanda ha descendido a su propio Hades para despedirse de aquello que una vez quiso.

Wanda y La Visión protagonizan una serie que ha devuelto la fe a los fans. Fuente.

En un reciente post de Jotdown, cuya lectura recomiendo, se hablaba de cierto lastre que suponen los tres primeros capítulos que celebran las series dentro de la serie y, si bien no conecté del todo con su inicio, sí creo que existe cierto valor en la nostalgia. No es insólito que muchos nos hayamos refugiado en nuestro pasado ante un presente condenado por las noticias pésimas que nos llegan cada día; y no es escapismo ni es cobardía, es una forma de mirar atrás antes de continuar. Pienso que la serie hace lo mismo. A Wanda se la obliga a seguir como se obligó a Orfeo tras cometer el error de mirar atrás y ver a Eurídice e incumplir el pacto con el que llegó con Hades (no olvidemos el origen del nombre Thanos: Tánatos, la muerte) para dejar que ella volviese al mundo de los vivos:

«Y en cuanto se dio la vuelta, Hades se abalanzó sobre ella y se la llevó de regreso al inframundo. Orfeo tuvo que continuar el camino en solitario y fue condenado a vagar por la Tierra lamentando la pérdida de su esposa y conmoviendo a cuantos lo escuchaban hasta las lágrimas» (Wilkinson, P., 2020:44).

Wandavision expande el mito, completa la historia del Universo Marvel a través del personaje de Wanda y nos habla sobre mitos y tragedias, nos habla sobre personajes que intentan escapar viviendo su propio mundo, creando a sus hijos, concibiendo sus esperanzas, guardando sus secretos, luchando por aquello que aman… ¿No es eso la vida, al fin y al cabo, una sucesión de batallas que libramos para intentar salvarnos a nosotros mismos y aquellos que amamos? Y en medio de todo ello, la magia del caos retratada como una fuerza mágica sin control, pero que halla atisbos en nuestra realidad, donde múltiples artistas se han decantado por esta concepción del mundo, según la cual, la magia nace de la palabra y su capacidad para transformar el mundo. A semejanza de una artista, Wanda ha pintado, escrito, dirigido y concebido todo un mundo metaficcional. Como decía el gran escritor y mago del caos Alan Moore (From Hell, Watchmen, V de Vendetta): «El gran acto mágico es decidir si vas a vivir en tu propia ficción».

Póster de Wandavision. Fuente.

Si La Visión soñaba con una familia eléctrica, Wanda sueña con una familia de sitcom. Mientras muchos se preguntan dónde estará Mefisto o Inmortus[2] o si realmente Agatha Harkness no es el monstruo de la función, nosotros también podemos profundizar en el mensaje. Hemos creado a los superhéroes como los griegos crearon a sus dioses: a su imagen y semejanza, pudiendo en ellos encontrar el gozo, la empatía y la comprensión que hace que signifiquen algo para nosotros.

«Los griegos no se humillaban ante sus dioses. Eran conscientes de su vana necesidad de ser adorados y venerados, pero creían que los hombres eran sus iguales. Según sus mitos, quienquiera que crease este mundo incomprensible, con sus crueldades, maravillas caprichos, bellezas, locuras e injusticias, tenía que ser cruel, maravilloso, caprichoso, hermoso, loco e injusto. Los griegos crearon dioses a su imagen y semejanza: belicosos pero creativos, sabios pero feroces, cariñosos pero celosos, tiernos pero brutales, compasivos pero vengativos» (Fry, S., 2019:11)

Décadas y décadas de cómics y diferentes autores que han ido añadiendo su punto de vista y reinventando a los personajes han hecho de forma consciente o no que el pasado de Wanda y la Visión sea uno de los más ricos, enrevesados y enraizados con los grandes temas de la ficción de los que hemos podido disfrutar en el mundo de los tebeos. Desde su ayer como villana hasta su paso a los Vengadores, desde su amor con La Visión hasta su ruptura, desde el nacimiento hasta la pérdida de sus hijos, desde el «no más mutantes» que diezmó a todos hasta su búsqueda de la expiación, Wanda Maximoff se ha transformado en uno de los personajes más importantes del Universo Marvel de los cómics, y también lo ha hecho en el séptimo arte. Eso se ha ido trasladando poco a poco a la gran pantalla, pero también a la pequeña, que se ha convertido en un refugio para seguir contando estas colosales historias.

Wanda afronta sus peores demonios en la serie: los que ella misma ha creado. Fuente.

Wandavision demuestra que Marvel tiene todavía mucho que contar sobre ese enorme tapiz mítico que ha creado (y seguirá creando). Sin abrumar con capítulos alargados en exceso (como ocurría en los Defensores de Netflix), sus creadores Jac Schaeffer y Matt Shakman deciden contar una historia sobre las fases del duelo. Negación, ira, negociación, depresión y aceptación forman una serie que es un homenaje a otras series y, aunque culmina en algo más convencional, no deja de haber tenido un arranque y un final satisfactorios (un estribillo o algo esperable no tiene por qué ser malo). Querer que guionistas de Marvel Studios tengan que cumplir con las teorías (algunas descabelladas) que cierto sector del fandom, hubiera sido perjudicial. Los artistas no deben complacer, deben crear, porque se arriesgan que buscando lo primero, no logren ninguna de las dos cuestiones.

Pienso que el segundo gran tema de la serie es la identidad y lo vemos con ese magnífico diálogo entre dos sintetizoides que, como máquinas de Asimov, acaban hablando de la paradoja del barco de Teseo. ¿Cuánto hay de nosotros mismos cuando cambiamos? ¿Lo somos o no lo somos… o, en realidad, lo somos y no lo somos a la vez? Pienso que ahí vemos cómo el arco de la búsqueda, de la salida de la caverna, de la Visión se completa.

Esta miniserie además demuestra que el Universo Marvel puede trasladarse a la pequeña pantalla sin quedar como un pegote, como ocurría en su día con otras series que, "dirigidas" por Jeph Loeb y sin el beneplácito de Kevin Feige, se convertían en meros pegotes. Los efectos especiales pueden ser grandes, la banda sonora efectiva y la dirección interesante cuando juega entre el guiño a las series y la recreación de viñetas icónicas como aquella donde veíamos llorar a La Visión. Porque sí, la serie es una delicia para los fans que han disfrutado de los cómics.

Todo ello dotado de una gran vida y humanidad por sus personajes. Elizabeth Olsen es una actriz con un gran carisma de la que solo podemos esperar grandes cosas. Paul Bettany ha empezado a reivindicarse tras años de ser un fallido protagonista o un gran secundario olvidado. La otra actriz que se come las escenas, pese a la deriva en la Bruja Malvada del Mago de Oz, es una "robaescenas" como Kathryn Hahn. Con Teyonah Parris se cuenta el origen de Fotón, interesantísimo personaje en los cómics, y la aparición de Kat Dennings y Randall Park en sus papeles de Thor y Ant-Man siempre se agradece para interconectar el Universo Marvel. Lástima que el personaje de Hayward nunca pase de ser el típico villano militarista un poco de comparsa, aunque hay cierto atisbo de profundización que se queda en nada, pese a la interpretación de Josh Stamberg.

Durante todos estos episodios, comprendemos el sufrimiento de Wanda y, aunque algunos piensen que sea la gran villana, en realidad empatizamos con el dolor y el sufrimiento de un personaje ficticio que ha creado su propia ficción… como todos nosotros. Hemos tenido la suerte de que una actriz tan expresiva como Elizabeth Olsen dé su rostro a una Wanda Maximoff con la que, además, puede tender lazos fuera de la pantalla gracias al pasado artístico de su familia y al presente dentro de las historias que protagoniza y vive. Si bien en los cómics siempre ha polarizado a los lectores (sobre todo, durante la época del «no más mutantes» y Dinastía de M), en la versión fílmica ha sido un espejo para muchos espectadores. Su dolor es nuestro dolor.

«Me parece más convincente la tesis de Hans Blumenberg: los mitos animan y dan sentido profundo a lo real. Frente al “absolutismo de la naturaleza”, los seres humanos ansían vivir en un albergue benévolo, un mundo humanizado y con sentido trascendente, donde, más allá de la inevitable muerte, quede algo perdurable, respondiendo al anhelo humano de pervivir y no ser un absurdo accidente disuelto en la nada. Según Blumenberg, el ser humano anhela esperanza y consuelo. El mito lo da. En otras versiones, como en la de Jung, los temas de los mitos están en la propia alma de forma innata, y tienen, como arquetipos, honda relación con el mundo de los sueños» (García Anual, C., 2012).

Concept art de la serie de WandaVision (guiño a Panavision). Fuente.

Aunque muchos personajes están como seres meramente funcionales o que se extenderán en próximos proyectos (Darcy, Woo, Monica…), considero que también se les agrega mitología para lo que está por llegar: Doctor Strange and the Multiverse of Madness, Captain Marvel 2, Secret Invasion… ¿Tienen su función en la trama? Sí. ¿Se podía esperar más de ellos? Es más discutible, no creo que descentrar la trama de los cinco pasos del duelo hubiese sido afortunado.

¿Es toda la serie perfecta? No, ¿y? ¿Qué lo es? Las críticas se basan en la subjetividad. Por ejemplo, personas que se criaron con La Tribu de los Brady imagino que disfrutarán como locos de su homenaje, mientras que otros que crecimos con Padres Forzosos disfrutamos más de ese capítulo con los gemelos y su pobre Sparky.

Con Wandavision, Marvel ha demostrado un buen arranque de su siguiente fase, pese a un final con batallas más convencionales, aunque las importantes sean las emocionales. Es increíble pensar que una mitología iniciada hace más de una década, nos sigue haciendo soñar de este modo.

Podemos aludir también a la importante imagen de Visión escapando de su burbuja, que recuerda al grabado de Flammarion, con el que se representa el descubrimiento de las estrellas, la ciencia y un mundo mayor, pero que podemos reinterpretar como la salida de un personaje de la caverna de la que nos habló Platón en su mito o fábula. Acaso, ¿su personaje no nos recuerda a la Visión intentando escapar de la burbuja de ficción, de sombras platónicas, creada por Wanda? Decía Marcel Detienne que: «los mitos viven en el país de la memoria». Qué cierto es.

El grabado de la obra de Flammarion. Fuente: Wikipedia.

Visión, una versión moderna del grabado de Flammarion. Fuente.

Terminada la primera serie de Marvel Studios que, a su vez, es un homenaje a las series televisivas y las miniseries de los cómics, toca ahora enfrentarse a la horda de “fans” que se quejan o lloriquean porque sus “predicciones” no se hayan cumplido (aunque más que en los cómics se basasen en rumores o declaraciones de youtubers bocachanclas de turno). Los que sí se detengan a analizar, verán que más allá de las batallas (el paso que debe pagar casi cualquiera de esta historia y que es lo que embelesa a algunos, incapaces de ver más allá), el clímax del auténtico capítulo es cuando se completa el arco de evolución de Wanda y comienza su despedida (imaginamos que pueden ser los mismos que no han comprendido el arco de evolución de Luke Skywalker, por compararlo con la otra gran saga de nuestro tiempo). Toda la serie ha buscado eso, pero otros han deseado su propia versión llena de clichés que toman como referencia la wiki de turno y no el auténtico espíritu de los cómics. Las expectativas son peligrosas, que no se cumplan aquello que deseamos es igual que el lloriqueo porque de pequeño no te regalasen lo que querías; madurar significa aceptar que el arte no debe ser lo que tú esperas. Ahora bien, sí cabe el análisis crítico (el posible descenso del interés o lo convencional de una resolución), pero este no se estima por estos lares. En definitiva, no hay peor enemigo para el fandom que el propio fandom.

Cada cierto tiempo resurge la crítica hacia el cine de superhéroes o las grandes superproducciones de género fantástico. Existe el prejuicio de que solo se hacen grandes películas de este estilo, cuando cualquiera que abra bien los ojos sabe que hay más cine y más tipos de series, siempre y cuando se desee descubrirlas. Si el espectador o el lector se convierte en un sujeto pasivo incapaz de buscar nuevas influencias, algo de culpa tendrá, ¿no? ¿O como es pasivo la culpa siempre es de los otros y de lo malo que es el mundo en el que ellos mismos han elegido encerrarse?

Muchos de los grandes estudios pueden producir películas para públicos minoritarios a través de pequeños subsellos para un cine más independiente gracias a las recaudaciones de superproducciones mayores. Cuidado, que con cine independiente no nos referimos a cine de arte y ensayo; existe una tendencia a pensar que, cuanto menos dinero o cuanto más lirismo (aunque llegue a ser pretencioso), mejor puede ser una película y esto hace que nos olvidemos de la dirección, el reparto, el guion, la capacidad de conexión con el público…

Siempre he pensado que el arte está para ser un desafío, un refugio, un consuelo, un enfrentamiento… Tiene dos caras (llenas de otros pequeños rostros y aristas) en una misma moneda de cambio que cada uno puede aceptar como desea. Los prejuicios son el problema. Que solo veas cine soviético con subtítulos no te convierte en un intelectual, que solo veas películas de superhéroes no te convierte en un idiota. Ni viceversa. El mundo funciona de otra manera y es más complejo. Que veas Wandavision no te derrite el seso y hace que no puedas ver después El acorazado Potemkin; que te guste el cine de David Lynch, no te hace mejor que nadie, solo te hace alguien que le gusta el cine de David Lynch y eso está muy bien. Te puede gustar todo o te puede gustar nada, pero como decían los filósofos, tendríamos que tener más cuidado con las falacias, la carencia de argumentos y caer en la tontería del pensamiento único y testarudo. 

Wandavision trata sobre el amor, la pérdida, los sueños rotos... Y sobre mucho de esto hemos aprendido en 2020... Fuente.

Sí pienso que tras años funestos que comenzaron con la crisis de 2008, miles de personas han encontrado alivio, consuelo y esperanza en estas películas, las merecen y merecen no sentirse mal por sus gustos. 

Volviendo a la pregunta con la que empezó todo, ¿por qué Wanda Maximoff se convirtió en uno de los mejores personajes del Universo Marvel Cinematográfico? Ha sido por varios factores: por cómo resucita el espíritu de los mitos clásicos, no olvida su humanidad y, mediante la ficción, nos habla de cada uno de nosotros. Y no es tan simple como parece. Si de esta manera hace que miles de personas sueñen, bienvenidas sean estas historias.

A menudo, me pregunto qué es lo que hace que una historia de ficción nos marque tanto, ¿por qué estas “mentiras” suenan tan poderosas como verdades? La fuerza mítica de las historias perdura en nosotros como un subconsciente colectivo que sigue conmoviéndonos en una empatía avivada por el arte. Wanda, La Visión, sus hijos, Agnes y el resto de los personajes que aparecen en la serie o el resto del Universo Marvel nos importan, porque nos identificamos con ellos. En mi caso, considero a Wanda uno de los mejores personajes de estas películas: una joven marcada por el horror de la muerte de sus padres, su hermano, la única persona que ha amado, que busca cambiar el mundo y se refugia en la ficción solo para acabar liberando todo el horror y el caos que guarda su corazón. Todos alguna vez hemos sido eso. Y, por ello, Wanda es la Bruja Escarlata y nosotros, que amamos las historias, también.


[1] En la película, Visión nace como una combinación de Tony Stark, Bruce Banner y el rayo de Thor, es decir, es un hijo de otros Vengadores. En los cómics, como sintetizoide mezclaba los restos de Jim Hammond, la Antorcha Humana original, los patrones cerebrales de Simon Williams (el Hombre Maravilla) y los deseos de Ultrón que había sido creado por Hank Pym como si fuese un esclavo.

[2] Muchos han intentado aprovecharse de los poderes de Wanda en los cómics: Magneto, el Doctor Muerte, Pietro, Mefisto, Inmortus…

 

Portada de la etapa de Robinson. Fuente.
  • Título original: WandaVision
  • Año: 2021
  • Duración: 35 min.
  • País: Estados Unidos
  • Dirección: Jac Schaeffer (Creador), Matt Shakman
  • Guion: Jac Schaeffer, Gretchen Enders, Peter Cameron, Bobak Esfarjani, Chuck Hayward (Personajes: Jack Kirby, Stan Lee)
  • Música: Christophe Beck, Alex Kovacs
  • Fotografía: Jess Hall
  • Reparto: Elizabeth Olsen, Paul Bettany, Teyonah Parris, Kathryn Hahn, Kat Dennings, Josh Stamberg, Selena Anduze, Randall Park, Debra Jo Rupp, Fred Melamed, Asif Ali, Shane Berengue, Shaun MacLean, Evan Peters, David Lengel, David Payton, Amos Glick, Jackson Robert Scott, Jolene Purdy, Emma Caulfield Ford, Ithamar Enriquez, Victoria Blade, Daniyar
  • Productora: Marvel Studios
  • Género: Fantástico
  • Sinopsis: Miniserie de TV (2021). 9 episodios. Combinando el estilo clásico de las sitcoms con el MCU (Universo Cinematográfico de Marvel), cuenta la historia Wanda Maximoff y Vision, dos seres con superpoderes que viven una vida idílica en las afueras de una ciudad hasta que un día comienzan a sospechar que no todo es lo que parece. (FILMAFFINITY)

Calificación:

2 comentarios:

  1. Hay algo especial en la relación de La Visión y la Bruja Escarlata, tan magistralmente interpretada.
    Que se daba en los comics. Tan verosimil.

    Y es notable como Wanda, involuntariamente, hace algo similar a lo que han hecho las industrias Stark.
    Un buen planteo para Civil War.

    Magistral interpretación de Elizabeth Olsen.
    Y me gusta que haya aparecido en WandaVision, serie que conozco por los trailers, disfrazada de ella misma, como en los comics.

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    1. Espero que te guste la serie, ¡gracias por el comentario!

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