Bernie Wrightson fue uno de los grandes ilustradores del género de terror. Su legado en las revistas de la editorial Warren es excelente. Lo repasamos aquí. Fuente. |
«¡Muerta! Ah, Dios, apenas cinco letras. Una palabra, una idea, una exhalación, aunque toda la vida para el que ansía, para el que la noche se aferra a la desesperación».
Que cuando Bernie Wrightson nos dejó se terminaba una época legendaria para el cómic de terror, nadie lo discute (su epílogo sería la marcha de Richard Corben, otro grande que nos dejó el año pasado). Durante los últimos años se han ido recopilando varias obras firmadas por el artista estadounidense como Creepy presenta: Bernie Wrightson, que recoge varias de las mejores historias dibujadas (y en ocasiones escritas) por este gran creador que se atrevió a atisbar en la oscuridad.
El viejo Creepy nos presenta este compendio. Fuente. |
Los contenidos del tomo son todas las historias elaboradas por el creador de Baltimore para Creepy: El gato negro, Jenifer, Clarice, Pastelito Campestre, Dick Swfit y su anillo de energía eléctrica, Una saga marciana, El hombre que ríe, El monstruo de Pepper Lake, Anochecer, Aire Frío, Reuben Youngblood: ¡detective privado! y El monstruo de fango. Aunque varias de las historias cuentan con guion y dibujo de Wrightson, otras están escritas por autores como Bruce Jones, Bill DuBay, Nicola Cuti y Budd Lewis, aparte de una adaptación de Edgar Allan Poe y otra de H. P. Lovecraft. Es decir, todo un regalo para los aficionados al género.
El macabro desenlace de El gato negro de Poe, según Wrightson. Fuente. |
Las sombras de Wrightson
Siguiendo al tío Creepy, comenzamos con una adaptación de Edgar Allan Poe: El gato negro. Tras intentarlo con El pozo y el péndulo, sería esta otra obra donde tendría que demostrar su dominio de la expresividad, el trazo y la habilidad narrativa. Es todo un desafío adaptar una obra que ha sido llevada tantas veces a diversos medios, entre ellos el cómic, pero Wrightson había nacido para dibujar esta historia y podemos observar, más allá de las líneas originales de Poe, todo el poder de las sombras y el blanco y negro del dibujo del artista (su dominio de las sombras es deudor de Frank Frazetta). Para aquellos que no hayan leído el relato, El gato negro está protagonizado por un hombre que poco a poco enloquece y se cobra la vida de su felino, un ser capaz de volver del mismísimo infierno para atormentar al personaje y condenarlo al más terrible de los destinos. Es un formidable cuento sobre el alcohol, el maltrato y la locura, y Wrightson sabe captar perfectamente la atmósfera de Poe. Como señala José Villarrubia en su introducción, la última página apareció convertida en una pintura por Ken Kelly como portada del número especial a Poe donde se publicó.
A continuación, tenemos un retorcido relato sobre cómo intentando hacer el bien podemos caer en una espiral de desgracias: Jenifer es su título. Es una obra con ese regusto de cuento clásico, leyenda urbana o, precisamente, historia de Creepy, escrita por Bruce Jones. Wrightson nos lleva hasta un oscuro bosque donde un hombre evita que decapite a su mujer deforme. Cuando se la lleva, descubrirá que la mujer no es más que un engendro, una terrible criatura, que pondrá en riesgo a la familia del protagonista hasta el punto de liberar una pesadilla con solo dos vías de escape: la locura o el asesinato, dos senderos que podrían tener una encrucijada. Como curiosidad, fue adaptada por Dario Argento (Suspiria) para la serie antológica Masters of Horror. Tal y como afirma José Villarrubia en su introducción:
«Cuando salió al mercado en el número sesenta y tres de Creepy causó sensación. El experto Steve Sennit la considera “una auténtica obra maestra” y la coloca entre las diez mejores historias publicadas en Creepy. John B. Cooke escribe que es “una de las historias de horror más trágicas y bellamente ejecutadas jamás publicadas”. Bruce Jones declaró: “se me ha dicho muchas veces que mi historia Jenifer es lo mejor que he escrito para las publicaciones de Warren. Quizá. Pero estaría engañándome a mí mismo si no admitiera que, sin las increíbles ilustraciones de Bernie, probablemente habría pasado desapercibida”».
Como si de unos modernos Edgar Allan Poe se tratase, Bruce Jones y Bernie Wrightson nos cuentan la no vida de una joven dama muerta: Clarice, que bien podría estar emparentada con Berenice, Ligeia, Morella y todas las otras mujeres espectrales de la vida de Poe. Un hombre se arrepiente de la muerte de su esposa hasta que cree que, bajo una terrible nevada, un ser que avanza hasta su cabaña es ella… que ha regresado al mundo de los vivos. El espíritu de cuento gótico, con esa fascinante melancolía de Wrightson, me fascina tanto como para recordar algunos de sus pasajes de un modo vívido. Muy destacable, gráficamente, el uso de la estructuración en cuatro viñetas para crear una secuencia mucho más sólida. Solo por esta historia, ya merece la pena leer el tomo.
La visceral violencia de Poe y Wrightson. Fuente. |
Al pasar la última página de Clarice, comenzamos con Country Pie (Pastelito campestre), dibujado junto a Carmine Infantino, la historia de un asesino que recorre el campo con su vehículo hasta que se encuentra con una hermosa joven y su hermano pequeño, y decide llevarlos consigo. Ellos son su presa, piensa asesinar al pequeño, y también a la joven, pero antes hará que ella desee no haber nacido… y ese tenso viaje recorrerá la senda de la muerte. No diré más. No quiero hacer spoiler de un cuento que nos traslada hasta el lado más oscuro y que está plagado de un genial estilo pulp que le sienta muy bien a un Wrightson lleno de fuerza y de luz.
Dick Swift y su anillo de energía eléctrica es una historia escrita por Bill DuBay donde Wrightson, junto a Infantino, une su estilo más clásico con uno más similar a los cómics pulp de aventuras de la época. Es una preciosa historia sobre un niño al borde de la muerte cuyo único consuelo es leer unos cómics de aventuras sobre un poderoso portador de un anillo mágico. El niño desea tener ese anillo para curarse. Toda una demostración de que Creepy y Eerie no solo publicaban terror, también tenían predisposición hacia su vertiente fantástica. Es un fantástico relato con una hermosa conclusión que defiende que el arte puede salvarnos la vida.
Uno de los momentos más espeluznantes retratados por Wrightson. Fuente. |
Marcianos, detectives y pulp
Aparte
de fantasía y terror, también teníamos un curioso subgénero: la adaptación de
poemas al cómic. Es el caso de Una saga marciana de Nicola Cuti al mando de los
versos y un Wrightson capaz de dominar también la ciencia ficción. Son apenas
unas páginas, pero es más que loable la labor del legendario dibujante y la estructura de toda la secuencia.
Pero
volvemos al terror y la vengnza con The Laughing man (El hombre que ríe), que
toma el título de la novela clásica de Víctor Hugo y la película de terror de Conrad Veidt,
para hablarnos de un hombre condenado a siempre reír tras volver a la
civilización. En la selva descubrió una extraña especie de gorilas que creen
que lo persiguen. El desenlace es muy rocambolesco (Villarrubia señala que lo
era para encajar en el especial de la revista donde se publicó, dedicado a los
simios), con un giro a la locura hacia el estilo Lovecraft, que sin ser el mejor trabajo de sus autores, sí es una
perfecta muestra del tipo de cómics que publicaban en estas revistas.
La primera de las historias de Eerie es El monstruo de Pepper Lake, guionizada y dibujada por Wrightson que sigue a un joven que quiere lograr la fama cazando a un primo lejano de Nessie, pero que descubrirá que el auténtico terror se esconde en el alma de los hombres y el auténtico monstruo en lo más profundo de sus corazones.
Anochecer me ha recordado a algunos de los relatos de Stephen King, sobre todo porque King se alimentó de este tipo de historias durante su adolescencia y su infancia. Muchas de estas revistas como Creepy y Eerie acababan en manos de los más pequeños y no era raro que algunos no pegasen ojo por la noche. Anochecer, con el guion del editor Bill DuBay, está dedicada a ellos: trata sobre un niño acosado por monstruos durante cada madrugada, pero sus padres no lo creen… El mayor miedo de la infancia es que nadie nos crea y esto queda recogido en este macabro cuento. Una curiosa tergiversación del personaje de Little Nemo in Slumberland de Windsor McKay.
Aparte de hacer adaptaciones de Poe, Wrightson también hizo una adaptación muy interesante de Aire frío, un relato de H. P. Lovecraft del que ya he habladoalguna vez. Un hombre se traslada a un horrible apartamento y conocerá a su vecino, el doctor Muñoz, un doctor que necesita el frío y una extraña máquina para vivir… ¿Cuál es el precio de la inmortalidad? El giro final parece digno de Creepy, pero porque muchos de los relatos de Lovecraft tenían esos giros… Es más, ahora que lo pienso, estos giros deberían ser giros de Lovecraft, más que giros de Creepy…
La muerte nos llega a todos, incluso a los personajes de Lovecraft y Wrightson. Fuente. |
Wrightson era capaz de adaptarse al estilo de la obra que dibujaba y Reuben Youngblood: Investigador privado es una historia noir con un detective que acepta un peligroso caso: mujeres fatales, cultos secretos, zepelines, voz en off… Acompañado en el dibujo por Howard Chaykin, esta historia escrita por Budd Lewis lo tiene todo para ser un cuento pulp de detectives y es lo que es. Nada más y nada menos.
El tomo se cierra con una de las historietas más famosas: El monstruo de fango. Dos aspectos importantes: primero, recordemos que Bernie Wrightson fue el cocreador de La Cosa del Pantano de DC (la cual creó en el 74), obra que fue revitalizada y volvió al terror gracias a Alan Moore; segundo, no olvidemos la popular adaptación de Frankenstein realizada por Wrightson (junto a Steve Niles). Estos dos temas son importantes porque El monstruo de fango se siente como una extensión de ambas obras que fascinaban a Wrightson y a las que se suman otras como las adaptaciones cinematográficas de Frankenstein, tanto la realizada por James Whale como La maldición de Frankenstein de la Hammer. Un científico loco concibe a un monstruo cuyo gran pecado es haber nacido y que buscará ser aceptado. Capta la atmósfera y la melancolía de un relato clásico y de la sensibilidad de Wrightson. Además, es el único cómic coloreado y el color, lejos de deslucir el trazo de Wrightson, solo le añade más fuerza si cabe.
Emblemática página de Jenifer, uno de los cómics más conocidos de la editorial Warren. Fuente. |
Legado de un maestro del terror
Estos
son todos los cómics de Wrightson para la editorial Warren dentro de sus
revistas de terror. El pago era mejor, se liberaba de la presión de dibujar obras
periódicas y contaba con el blanco y negro frente a un coloreado que no era de
su agrado. Wrightson tenía todo para deslumbrar y así lo hizo.
Todas
las historietas están llenas de esos giros terroríficos y ese estilo pulp de las
obras de la época que hacen que cada historia resulte disfrutable no solo por
el dibujo de Wrightson, colmado de detalles como vimos en su Frankenstein, ¡está
vivo! o sus colaboraciones con Stephen King, entre otras obras. Wrightson
siempre fue un dibujante superdotado, tal y como cuenta el guionista Bruce
Jones en el prólogo de la obra: era capaz de dibujar sin ninguna referencia,
creando poderosas imágenes que surgían de «algún
lugar oculto, de un pozo profundamente personal del que tan solo él podía
dibujar». Las influencias de Foster, Ingels o Frazetta son evidentes, pero no
definitorias del extraordinario estilo del dibujante nacido en Baltimore, como
su amado Edgar Allan Poe. Como dejó claro Villarrubia en su prefacio:
«Creó secuencias inolvidables del cómic del terror que han quedado grabadas en la memoria de todos los lectores de la época y que siguen siendo igual de impresionantes hoy en día. Son narraciones que casi cuarenta años después no han sido superadas y se encuentran en el panteón de grandes obras de la historia de los cómics».
La editorial Planeta DeAgostini, bajo el subtítulo de «la colección definitiva de la obra del autor en Creepy y Eerie, recopiló las diversas historias de Bernie Wrightson en las revistas de terror. El tomo de tapa dura cuenta con prólogo del guionista Bruce Jones e introducción del colorista y profesor José Villarrubia y se complementa con una galería de frontispicios e ilustraciones.
Volver a Bernie Wrightson es volver a sentir un escalofrío, asombrarnos con su dominio de la luz y la sombra y entregarnos a ese espíritu oscuro que le mostró a Wrightson el camino para plasmar pesadillas a través de la tinta. Tomos como este lo conjuran una vez más.
Portada del tomo de Creepy dedicado a Wrightson. Fuente. |
- Título original: Creepy Bernie Wrightson
- Editorial: Planeta Cómic
- Temática: Cómic
- Colección: Independientes USA | Serie Creepy Presenta
- Traductor: Ignacio Bentz
- Número de páginas: 152
- Contenido Creepy # 9, 62-64, 66-71, 73, 75-77, 83, 86-87, 96, 113, 137; Eerie # 57-58, 60-68, 70-72
- Sinopsis de Creepy Bernie Wrightson: Recopilación de las colaboraciones que la leyenda del terror Bernie Wrightson realizó para las revistas Creepy y Eerie. Estos relatos clásicos de los años 70 incluyen colaboraciones con compañeros superestrellas y con colaboradores habituales de la Editorial Warren como Howard Chaykin, Bill DuBay, Carmine Infantino, Bruce Jones, Budd Lewis y Walt Simonson, así como muchas adaptaciones e historias originales escritas y dibujadas por Wrightson durante uno de los periodos más fructíferos de su carrera. Se incluye la tristemente célebre "Jenifer", así como la historia de Wrightson a todo color, "El monstruo de fango", y adaptaciones de clásicos de Poe y Lovecraft, como la inquietante "Aire frío". Este tortuoso tomo tentador está encabezado con una nueva introducción de Bruce Jones. Recopilación de las historias cortas, las ilustraciones a color y los frontispicios que la leyenda del terror Bernie Wrightson realizó para las revistas Creepy y Eerie. Cuenta con la supervisión y prólogo inédito del ilustrador español José Villarrubia (colorista y restaurador de la versión original). MÁS INFORMACIÓN
- Precio: 25 €
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