Me gusta el póster del remake de Evil Dead, porque, ante todo, es modesto. Fuente. |
Si algo nos enseñó Sam Raimi en Evil Dead (Posesión infernal) era que si tus amigos se comportaban como idiotas en una cabaña, la única solución era practicar con ellos la decapitación o cualquier otra variante de la desmembración. Al propio Raimi se le ocurrió hacer una segunda parte que era, más bien, un remake con Evil Dead 2 (Terroríficamente muertos), no fuera a ser que nos hubiésemos olvidado de la moraleja. Años más tarde, terminó su trilogía con Army of darkness (El ejército de las tinieblas), que añadía a la ecuación de los poseídos que deberían darse un baño, una batalla en la Edad Media, viajes en el tiempo y motosierras por manos. ¿Cómo no iba a convertirse esta trilogía en una joya del cine de terror con tendencias algo cutrecómicas, pero muy entretenido de ver? En 2015, la trilogía volvería con la serie Ash Vs Evil Dead, que pretendía ser una conexión con el segundo remake de la primera película: Evil Dead estrenada en 2013. Por desgracia, parece que ni las cifras de audiencia de la serie ni la taquilla del remake ayudaron en demasía a los planes de la franquicia, sin embargo, siempre nos quedará el sanguinolento remake del director Fede Álvarez.
Evil Dead
arranca con un prólogo potente, con un giro estupendo, arruinado por un CGI un poco cutre. De ahí, vamos a parar a un grupo de futuras víctimas amigos que va a pasar un fin de semana a una cabaña dejada del tentáculo de Cthulhu. Hasta
aquí, todo va según lo previsto y podemos llegar a pensar que son idiotas por
irse a pasar un finde a una cabaña que tiene aspecto de no haber pasado por una
inspección de sanidad en cien años. El guion lo justifica en la protagonista,
Mia, una joven que acaba de perder a su madre y quiere desintoxicarse. No va a
pasar un finde, va a pasar el mono, y sus amigos Eric, Olivia y Natalie cuentan
con David[1],
el hermano de Mia, que no la acompañó cuando su madre falleció ni ha estado a
su lado durante el tormento de las drogas. En este punto, el guionista se
empeña en justificar todo lo posible que esta panda de idiotas no ponga pies en
polvorosa y lo hace con una muy buena excusa: los demonios internos de las drogas y los futuros demonios literales, venidos del infierno.
Poco después de llegar a la casa, el perro de los hermanos descubre una trampilla en la casucha. Lleva a un sótano decorado en plan casa de yonqui, que está lleno de animales muertos, sacrificios y símbolos de algún extraño ritual; todas esas cosas que no se compran en el Ikea, vaya. Allí también descubren un misterioso libro, envuelto en alambre de espino que Eric, el idiota hipócrita, decide leer, liberando a un demonio. Ese deadite acabará poseyendo a Mia y quien haga falta para llevar a cabo los cinco sacrificios necesarios para llegada de su señor (que se ve que tiene un TOC) y desatar el infierno en la tierra. Vaya, lo que se dice un fin de semana completito.
Mia aprenderá en el remake de Evil Dead la moraleja: las drogas son malas. Y en caso de que no fuera esa, sería: si no hubieras dejado las drogas ese finde, no hubiera pasado eso. ¿No? Fuente.
Gore, gore, gore
A partir de la primera posesión de Mia, todo transcurre según lo esperado, haciéndose varios guiños a la película original: que si te corto el brazo, que si uso una motosierra, que si me corto la cara con un cristal, que si te aplasto el cráneo, que si esto parece una carnicería, que si échale más sangre que todavía nos falta… Vaya, que el nivel de hemoglobina de esta película no lo tiene ni un banco de sangre. Es ahí cuando Evil Dead se vuelve más convencional tras haber invertido sus primeros veinte minutos en “construir el drama”. Al menos, algunas muertes son ingeniosas y el que se merece morir el primero está fastidiando hasta el final, lo que hace que su muerte sea más oportuna.
Llegada a la hora de metraje, el director Fede Álvarez decide rizar el rizo y hace que David acepte que no ha sido un buen hermano, que tiene que asumir las consecuencias, que no puede huir siempre de sus responsabilidades (como cuando no fue a ver a su madre antes de morir) y que debe ayudar a su hermana, ya sea con una adicción a las drogas o por la posesión de un ente demoníaco (que es más o menos lo mismo). En ese punto, la película arriesga para crear otro segmento más con un aparente final feliz que, gracias a todos los primigenios y demonios varios, se vuelve en contra de David y su hermana Mia para dar lugar a un enfrentamiento final donde resurge Mia como la final girl bajo una impresionante lluvia de sangre que da lugar a los créditos y a la promesa de que esto seguiría... No se sabe cuándo.
¡Señora, cierre la puerta del infierno, que está refrescando! Fuente.
Una nueva invocación
Evil Dead es todo lo que un remake de una película de terror debería ser. Toma las ideas chorras de Raimi y construye con ellas una película de miedo efectiva, que tira bastante de la casquería para el que le guste. Aparte de varios guiños a la obra original o a cómo dirigía Raimi con esos planos subjetivos que ya no parecen tan cutres, contamos con un cameo de Ash, que eso ya hace que la película tenga los dieces de muchos. Lástima que la idea de partida, aunque mejorable, es lo que es, y tampoco se le puede dar muchos giros y, por suerte, tampoco se ponen con la trama en modo peonza, como en The cabin in the woods, que iba de lista y se quedaba por el camino.
Sé que hay mucha gente que dirá que esto no es cine. Imagino que entonces será otra cosa. Una piedra o un tenedor. Váyase a saber. Imagino que hay otros que debatirán sobre lo que es basura buena y basura mala (fílmica). Un servidor prefiere considerarla como lo que es: un entretenimiento de terror con dosis de gore y, como tal, hay que juzgarla. Acaso, ¿criticaría un drama de Meryl Streep porque no salgan naves espaciales ni haya robots? No (la criticaría porque Meryl Streep me parece una pesada)... Entonces no criticaré Evil Dead porque haya más sangre que guion.
Para ir cerrando el círculo de la invocación, los efectos especiales prácticos imagino que están muy bien, porque me dieron tanto asco en varios momentos que tuve que apartar la mirada. Sobre la música de Roque Baños, muy interesante, sobre todo cuando suena una alarma que me recuerda a Silent Hill, pero sin echarte a correr.
Así que gracias a Evil Dead recordamos la importancia de que los amigos y los hermanos no hagan los idiotas. Lástima que esta importante moraleja, por el momento, no se haya ampliado con más instructivas películas, series, cómics o lo que sea. Hasta entonces, como diría Ash… Grooooooooovy!
Vaya, creo que el cúter no se usa así. Fuente. |
[1] Sus
nombres forman la palabra D(David)E(Erik)M(Mia)O(Olivia)N(Natalie). Chan, chan, chan… Si es que hay gente que nace predestinada...
Evil dead me parece una lograda remale, con una admirable protagonista, que de vulnerable se convierte en heroína.
ResponderEliminarLa serie era de lo mejor. Lástima que no haya tenido más audiencia. El público puede ser tan caprichoso.
Estoy de acuerdo. Una pena que no continuasen, pero nunca descartemos otros medios o posibilidades. ¡Gracias!
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