Aniquilación puso de moda de nuevo a los personajes cósmicos del Universo Marvel, pero ¿funciona su prólogo para engancharnos a la saga? Fuente. |
Nuestros peores enemigos como lectores pueden llegar a ser las expectativas. Llevaba años queriendo leer todo el evento cósmico de Aniquilación y, aprovechando la reciente reedición, comencé con su prólogo (una miniserie sobre Drax el Destructor y un one-shot que sirve de inicio de toda esta historia); por desgracia, no pasa del mero entretenimiento.
La saga comienza con una miniserie dedicada al personaje de Drax el Destructor. Fuente.
Primeros pasos
Aniquilación: prólogo presenta los primeros compases de la guerra épica que se librará en el cosmos del Universo Marvel y lo hace, aunque sin llegar a la magnificencia que se podría esperar, debido a lo errático de su narrativa.
Sobre la miniserie de Drax, se compone de cuatro números cuyo objetivo es relanzar al personaje tras haberlo convertido en un montón de músculos que no daba para más (cosas de la época). Creado por Jim Starlin, Drax pasó de ser el destructor de Thanos a convertirse en una especie de Hulk, pero tonto como una piedra. Aquí deciden matarlo un par de veces para que espabile, aprovechando que la naturaleza de Drax le permite evolucionar para convertirse en el arma definitiva frente al Titán Loco, lo que hace que desarrolle un par de neuronas más. Literal. Drax pasa de ser un tipo que no puede ni hablar bien a una especie de remake del personaje de Vin Diesel en Las crónicas de Riddick. Si alguien se lo pregunta, el Drax de las películas es una mezcla de los dos que vemos en esta miniserie (aunque, me temo, que sobre todo del primero).
Prisionero en una nave que se dirige a las Kyln, la prisión galáctica, Drax verá cómo su transporte cae en la Tierra, liberándolo a él, a los Hermanos Sangre, un skrull llamado Paibok y a un tipo al que nunca le vemos la cara llamado Lunatiko. Todos ellos acabarán cruzándose con una adolescente, Cammi, que proviene de un hogar desestructurado, y su amigo, un pardillo. Drax verá en ella un reflejo de su hija. Cammi verá en ellos a unos lerdos de los que aprovecharse.
Lo que podría haber funcionado mejor con algún número más centrado en los personajes se convierte en una ópera de mamporros a diestro y siniestro, donde se pierde la gracia de esa adolescente que aprovecha a los cuatro reos galácticos para armar la de Dios en su pequeño pueblo, que parece que no le interesa a los superhéroes. Aparte de para reinventar a Drax (acercándolo a la estética que se adaptó en Guardianes de la Galaxia) y dejar algunos momentos entretenidos, lo otro que perdura es que al skrull Paibok la Tierra le viene sin cuidado y prefiere largarse; ese aspecto me parece interesante. En todas las historias sobre alienígenas que pisan este planeta parece que la Tierra debe ser un lugar magnífico del que todos quieren formar parte. Aquí, un skrull prefiere largarse y pasar de los seres humanos. Lástima que no se aproveche más a Drax, a Cammi y a Paibok, que son más interesantes que los descerebrados de Lunatiko y los Hermanos Sangre, pero ¿qué se podía esperar de unos tipos llamados así?
Toda la saga y sus diferentes eventos que la componen. Fuente. |
El ritmo de la guerra
El volumen concluye con un one-shot (Annhilation: Prologue One-Shot USA) que nos narra el regreso de Thanos y la Muerte, un cameo de Silver Surfer (Estela Plateada) o Ronan el Acusador, la llegada de las hordas destructoras de Annihilus y la caída de todo el cuerpo Nova salvo uno de sus agentes en lo que debería haber sido un número llamativo, que encendiese la llama, pero que resulta algo anodino por no ir directamente a lo que importa. Y sí, es un prólogo, pero una introducción debe “obligarte” a seguir leyendo y no es el caso.
Y es que el problema de todo este primer volumen es la sensación de que lo que nos cuentan se podría haber contado en menos o ya que se decide expandir, se podría haber contado mejor. Keith Giffen posee las ideas, pero no lo el ímpetu, y el dibujo de Mitch Breitweiser y Scott Kolins tira hacia lo regular en el mejor de los casos.
Como decía al comienzo, las expectativas eran altas y se quedan en terreno de nadie. A principios de los 2000, la parcela cósmica del Universo Marvel se había olvidado y, tras varios intentos de reiniciarla, estos números fueron la base para Aniquilación, evento que volvió a colocar a personajes como Thanos, Annihilus o Drax en la palestra y sirvió de base para los Guardianes de la Galaxia (serie y películas). Aguardamos que el resto de los volúmenes, más allá del valor histórico de Aniquilación: prólogo, tengan una historia realmente interesante y, como debe ser, épica.
Portada del prólogo del evento de Aniquilación. Fuente. |
- Editorial: Panini (Marvel)
- Autores Mitch Breitweiser, Ariel Olivetti, Keith Giffen, Scott Kolins
- Número de páginas 152 pp
- Tamaño 17X26
- Contiene Drax The Destroyer 1-4 y Annihilation Prologue
- Formato Hardcover
- Interior Color
- ISBN 9788413347929
- Precio: 17,10€
- Sinopsis: El primer tomo de la mayor saga cósmica que haya ofrecido jamás el Universo Marvel. La Casa de las Ideas redefine a todos sus personajes galácticos a través de una odisea que te llevará de un confín del Universo al otro, en una épica guerra contra Annihilus. Héroes morirán, villanos y héroes formarán imposibles alianzas, imperios caerán y el elemento cósmico del Universo Marvel nunca volverá a ser el mismo. (MÁS INFORMACIÓN).
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