Black Sunday. Fuente. |
“More than a thousand years of conflicts, hates and loves - all reduced to dust in these tombs. Nothing remains of the ancient princes of Vieda, but the dead shadows of their former glory. The history of ancient Moldavia is carved in these stones”.
Mario Bava es uno de los máximos exponentes del cine fantástico. El director italiano demostró a lo largo de su carrera la capacidad para mezclar el género del horror con el giallo y con las diferentes corrientes que iban surgiendo: vampiros, brujas, maldiciones, posesiones, asesinos en serie... En 1960, nos ragaló una de sus películas más recordadas: La máscara del demonio (La maschera del demonio), titulada en inglés Black Sunday (el otro título por el que es conocida entre los aficionados).
La actriz Barbara Steele, al no tener un gran dominio del italiano, tuvo varios enfrentamientos con el director Mario Bava, que, además, poseía un carácter muy particular. Fuente. |
Muerte y vida
Basándose en el relato El viyi de Nikólai Gogol (que atemorizaba a sus hijos cuando se lo leía), el director nos plantea esta historia sobre muerte, resurrección, satanismo, vampirismo y venganza. La película se inicia con una voz en off que nos sitúa en la ejecución de la princesa Asa Vajda, una poderosa bruja acusada de vampirismo. Parte del ritual de purificación consiste en colocarle una máscara de demonio con clavos, para que siempre muestre su auténtico rostro. Sin embargo, antes de ser quemada (lo que habría completado la purificación), promete venganza, renaciendo en los descendientes de aquellos que la han ejecutado e implorando a Satán una tormenta que hace huir a los pueblerinos y sofoca las llamas.
Dos siglos después, eñ médico Choma Kruvajan y su discípulo Andrej Gorobec se topan con las ruinas de la iglesia donde fue sepultado el amante y hermano de la bruja, Igor, y esta. Allí contemplan el sepulcro con la cruz y con una parte descubierta para que el cadáver de la hechicera nunca deje de ver la cruz, lo que la impide escapar. Como estamos ante una película de terror, la torpeza del doctor quiebra la cruz y, además, empapa con su sangre la tumba, lo que hace que la hechicera despierte.
Mientras, conocemos al descendiente de los ejecutores, el príncipe Vajda, y a sus dos hijos, Constantine y Katia, cuyo rostro es idéntico al de la bruja y servirá de receptáculo para la bruja si consigue la sangre suficiente para volver a la vida.
Barbara Steele se presenta por primera vez en escena como la joven descendiente en una de las imágenes más icónicas del film. Fuente. |
Más allá de la muerte
Como verá el lector, el argumento es clásico, digno del cuento original u otros que podría haber publicado una editorial como Valdemar. Sin embargo, se une a todo ello una serie de diálogos literarios que llenan la cinta de un tono afectado, pero creíble en una atmósfera sumamente onírica, donde los cementerios, los castillos con sus pasadizos secretos y su simbología del dragón y el uso de una maravillosa y oscura fotografía hacen que La máscara del demonio continúe siendo una joya del fantástico. En manos de otro director, estaríamos ante una pantomima vacía; en manos de Bava, estamos ante una interesante película donde la atmósfera importa más que el argumento.
Pese a que la música no acompañe en muchas de las escenas (donde parece que va por un lado, mientras la acción va por otro o el montaje la corta de golpe), lo que sí destaca es la puesta en escena que realiza Bava y, sobre todo, el trabajo de una musa del género como es Barbara Steele, a la que veríamos en El pozo y el péndulo de Roger Corman, pero también años más tarde en Vinieron de dentro de... de David Cronenberg. Su mirada, que parece arrancada de un relato de Edgar Allan Poe, es tan poderosa como hechicera como lo es como la joven acosada por el tormento de una maldición. La actriz siempre ha reconocido que sus personajes presentaban un lado oscuro y este vuelve a mostrarse en esta producción.
Para Mario Bava, el cine era la creación de un mago: plantear un problema y solucionarlo mediante ilusionismo. En La máscara del demonio, se preocupó sobre todo por captar las sombras, tanto de la historia como de la estética de esta. El director es capaz de lograr esto en una producción donde no nos importa tanto el fondo como la forma y, sobre todo, es capaz de trasladar todo el ambiente de aquellas obras literarias que funcionan en la imaginación del lector de cualquier época.
Pese a la resolución de varios conflictos como la lucha con el hermano vampiro o la conclusión con una plebe que tiende a la simetría, pero deja al joven doctor como un personaje casi pasivo, La máscara del demonio continúa siendo una cinta poderosa gracias al alma con la que Mario Bava nos hablaba sobre brujas, satanistas, demonios y enamorados. Toda una delicia para aquellos que se siguen hermanando con las sombras.
Barbara Steele encarna a la terrorífica bruja vampiro y también a la joven descendiente. Fuente | |
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