Crítica de Edgar Allan Poe: la Guarida del Horror de Richard Corben y Rich Margopoulos

Richard Corben y Rich Margopoulos adaptan varios relatos y poemas de Edgar Allan Poe en La Guarida del Horror, miniserie publicada por el sello MAX de Marvel. Fuente.
 

«¡Hola, monstruitos! ¡Soy vuestro viejo tío Mortgar! ¡Bienvenidos a la Guardia del Horror! Unos amigos y yo hemos desenterrado unos cuantos bocaditos de pútrido placer. Estamos seguros que leyéndolos moriréis de gozo: pero no os fieis de mi palabra: ¡leed, leed!».

El año pasado fallecía Richard Corben y, como tantos otros grandes artistas, parece que debe abandonarnos para que empecemos a reivindicar su figura. No me salvo, porque si bien lo he disfrutado en diversas obras a lo largo de los años, poco he hablado de él y de cómo su creación me descubrió a H. P. Lovecraft. Para poner remedio a ello, empezaremos por uno de sus homenajes a los escritores clásicos del género del terror, pero no nos centraremos en el autor de Providence (ya llegará...), sino en el que influyó con fuerza al padre de los primigenios: Edgar Allan Poe.

Reinventando a Poe

Edgar Allan Poe: la Guarida del Horror es un tomo que recopila una miniserie de tres números, compuesta de diversas adaptaciones de poemas y relatos del escritor de Baltimore; todas ellas realizadas por Richard Corben y Rich Margopoulos. En ella, podemos disfrutar de El cuervo, La durmiente, El gusano conquistador, El corazón acusador, El espíritu de los muertos, Eulalia, El lago, Izrafel, El día más feliz y Berenice

Más allá de ser simples adaptaciones, Corben y Margopoulos toman la idea o lo que les transmite la obra de Poe para reinventarla. Empieza con cierta timidez con El cuervo, donde convierten al protagonista en el asesino de la enigmática dama (la única escrita y dibujada en solitario por Corben, quien ya había adaptado en otras ocasiones a Poe), pero respetan gran parte del poema, para llegar al punto en Izrafel, El día más feliz y Berenice, donde hablan de mafiosos, un hombre que planea una venganza contra sus antiguos compañeros del instituto o un dentista obsesionado con la dentadura de una paciente. Por todo eso, destaco estos cómics como pequeñas historias que logran crear algo nuevo, sin sacrificar el espíritu del tormento que acompaña a las creaciones del padre de Ligeia, Morella o los hermanos Usher.

Todas estas historias en blanco y negro captan perfectamente el estilo único de Richard Corben. Es un dibujo que puede impactar al comienzo: los rasgos de los rostros, las figuras feístas, el retorcimiento de las sombras, las características del cómic underground… Sin embargo, es el dibujo perfecto para estas historias sobre la obsesión, la maldad y la perversidad de nuestras mentes. Nadie dibuja como Corben. No olvidemos los inicios del dibujante trabajando para revistas como Creepy, Eerie, Vampirella o incluso Heavy Metal, que dieron luego paso a sus colaboraciones con Marvel, DC Comics o Dark Horse. Nunca sacrificó su estilo. Es así cómo el dibujo de Corben nos traslada a aquellas primeras revistas de terror baratas, las que desearon censurar algunos, pero nosotros encontrábamos, escondíamos y leíamos en la oscuridad, bajo la luz de una tímida linterna que conjuraba los horrores a nuestro alrededor.

Es loable que, frente a otros autores que deciden ser demasiado académicos, el guionista Rich Margopoulos decida contar sus propias historias (a partir de lo que le sugieren las originales) y adaptándolas a nuevos tiempos. Él también se fogueó en las revistas de terror donde trabajaba Corben y llegó a colaborar con grandes editoriales como Marvel. Hay un aire de transgresión que crea relatos altamente perturbadores donde es tan importante lo que se cuenta como lo que se sugiere en este ambiente sórdido, pútrido y malsano que recubre estas historias. Muchas de ellas, por supuesto, cuentan con el giro final para impactar al lector, pero otras crean sensaciones dignas de pesadilla.

Nuestro anfitrión, Mortgar. Fuente.

Cómics macabros

En El cuervo, el protagonista del clásico cuento se revela como un asesino atormentado por un ave plutónica que le recuerda al espíritu de su amada. Es la más clásica de todas las adaptaciones.

A continuación, La durmiente es un relato onírico sobre un hombre que se enfrenta a una aparición vampírica y su séquito, pero ¿podrá detener el horror? El ambiente es altamente onírico y opresivo.

Después llega una interesante reinvención de los últimos versos del maravilloso poema El gusano conquistador, donde los creadores aprovechan para hablarnos de una sociedad postapocalíptica que ha sobrevivido al ataque de unos gusanos alienígenas, pero mientras que todos malviven, hay una pequeña ciudad que ha continuado adelante, pero ¿cómo? La revelación final, aunque esperable, está estupendamente llevada, como todos esos giros de revistas como Creepy

Inicio de la adaptación de El corazón delator. Fuente.

Tras El gusano conquistador, tenemos El corazón acusador, otra adaptación que llega a ser más clásica y palidece ante el blanco y negro de la versión de Alberto Breccia, pero que nos da un interesante momento de castigo para su protagonista. 

La siguiente historia es una obra maestra, sin apenas diálogo, donde se nos cuenta cómo un negro va a ser asesinado por el Ku Klux Klan la misma noche en que unos muertos vivientes se levantan de la tumba: poética, fabulosa y digna de ser adaptada por Jordan Peele.

A este gran relato le sigue otro que no palidece en comparación: Eulalia, que nos entrega a la sordidez underground con un hombre que espera un pedido por el que ha vivido toda su miserable vida: una muñeca hinchable; me parece fantástico cómo los autores son capaces de recoger el sombrío poema y transformarlo en una historia terriblemente mundana a la que se añade una capa de lirismo en un constaste que se transfigura en simbiosis.

Luego tenemos El lago, que parte de un hombre que se lleva a sus parejas a su casa cercana al lago del título, donde las ahoga… hasta que todas ellas deciden regresar de la muerte: puede que sea menos sorprendente, pero la viñeta final y la última frase me parecen de un genio infalible.

No me gusta tanto la vertiente de Corben cuando trata el género criminal, pero Izrafel es una historia abierta al debate, porque nos habla de un mafioso, un cantante y un mundo sucio y terrenal que se compara con el cielo de los ángeles y donde la gran música es la onomatopeya de un revólver al dispararse; es interesante, como decía, pero puede ser un poco más simple de lo que esperábamos.

Y la obra comienza su cierre con El día más feliz, que nos narra la reunión de viejos alumnos del instituto y donde un hombre que sufrió acoso escolar decide ir a ver a sus viejos amigos… para vengarse; si Rabia de Stephen King (bajo el seudónimo de Richard Bachman) desapareció de las estanterías, nos alegramos que esta pequeña historia no sea tan conocida y pueda seguir leyéndose por su oscuro carácter transgresor.

Por último, concluimos con una adaptación del relato Berenice, aquel sobre un aristócrata obsesionado por la dentadura y la sonrisa de una hermosa dama, que en el cómic se convierte en un dentista que aprovecha la anestesia de su consulta para mantener relaciones sexuales con su prima, con la cual se ha obsesionado hasta el punto en que cada día solo cuida por la dentadura de ella. En uno de sus arrebatos, ve cómo ella muere por una sobredosis de la medicación y el hombre comienza a ser atormentado por la visión de la sonrisa.

Adaptación del poema Izrafel, pero con ambiente mafioso en la obra de Corben y Margopoulos. Fuente.

El placer del horror

La edición de Panini Comics se complementa con las portadas y algunos diseños que se presentaron para conseguir el visto bueno de la editorial original (nada más y nada menos que Marvel, rescatando el formato del monstruo como anfitrión). Muy interesante resulta que se incluyan los poemas y relatos originales para que podamos compararlos con la adaptación. Para muchos lectores que se acerquen por primera vez a la obra de Poe a través de estos cómics, tendrán una gran sorpresa y aquellos que ya conocen a Poe, podrán comparar lo hecho por los autores con lo escrito por el autor que nos habló El pozo y el péndulo o La máscara de la muerte roja.

Edgar Allan Poe (La guarida del horror) es todo un deleite para los que disfrutamos de los cuentos y poemas de Poe, pero también del dibujo de Richard Corben y las historias cortas de las revistas de terror escritas por Margopoulos. No somos muchos, pero los que somos, damos las gracias a esta obra que nos conduce hacia el tormento y la locura, como nos conducía el propio Poe. Y aun así, como cenobitas, hallamos el placer en el horror.

Portada de La Guarida del Horror de Edgar Allan Poe. Fuente.

  • Autores: Rich Margopoulos, Richard Corben
  • Número de páginas: 112 pp
  • Tamaño: 18X27.5
  • Contiene: Edgar Allan Poe’s Haunt Of Horror 1-3 USA.
  • Formato: Hardcover
  • Interior: Blanco y negro.
  • ISBN: 9788490947609
  • Precio: 15,00 €
  • Fecha de lanzamiento: 28/10/2016
  • Sinopsis: ¿Qué es lo que te asusta? ¿Los asesinos en serie? ¿Los vampiros? ¿Los terremotos? ¿Los deportes extremos? ¿El dentista? Richard Corben, una leyenda de los cómics de terror (Creepy, Eerie) y su colaborador de siempre, Rich Margopoulos, ofrecen su visión de los clásicos escritos por el genial Edgar Allan Poe. Cada adaptación está cuidadosamente dibujada en blanco y negro, con la escala de grises que sólo Corben es capaz de conseguir, y viene acompañada de los textos completos de Poe para que puedas compararlos. Un auténtico festival del miedo. Más información.
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