El diario gatuno de Junji Ito es un cómic satírico del maestro del terror, que mezcla la comedia absurda y el estilo del autor japonés. Fuente. |
A menudo, nos cuesta creer que los autores de terror tengan un lado humano que se aleje de la perversidad y del sufrimiento. Ya lo saben, el pecado de la ausencia del archilector: es común que olvidemos que el narrador y los personajes no tienen nada que ver con cómo es el autor (o no del modo que el lector más profano se pueda imaginar).
Cuando caemos en alguna red social y vemos a Stephen King, el hacedor de seres como Pennywise, Cujo y otras formas demoníacas, compartir fotos de su mascota, Molly, nos quedamos pensando en qué humanidad puede poseer este autor y cómo nos gusta ignorarla. A los lectores de terror, no siempre les agrada saber que el que escribe está vivo.
En ocasiones, basta con indagar en la historia de los autores clásicos del género como Edgar Allan Poe o H. P. Lovecraft para saber de su predisposición hacia unos animales como son los gatos; estos seres, capaces de mirar a los ojos a un rey como decía Lewis Carroll, pueblan las fantasías de los escritores (no nos olvidemos del gato de Coraline de Gaiman). Cuando yo empecé a escribir la saga de Devon, creé una especie de gato hiperbólico como era Gilder, mitad dinosaurio, mitad gato, por mis recuerdos de la infancia rodeado de felinos.
Por supuesto, un maestro moderno del terror como es el mangaka Junji Ito no podía escapar de la sombra de los felinos y crea una obra como es El diario gatuno de Junji Ito: Yon y Mû.
Es curioso como los gatos siempre captan la atención de los escritores de terror. Fuente. |
Si en obras como Tomie o Uzumaki, Junji Ito provocaba el horror y la sorpresa en sus lectores, en El diario gatuno busca, a través de una serie de historias cortas, la risa cómplice de un lector que comprende que, mientras el autor está relatando su vida con su esposa y sus gatos, también se está riendo de sí mismo, de sus manías como volver locos a todos sus protagonistas o de su forma de narrar, con ese gato de rostro diabólico, según su punto de vista. En estos relatos, acompañamos a Ito desde que conoce a los gatos hasta que uno se le escapa, pasando por su búsqueda del cariño de esto o cómo se topa con apariciones y maldiciones traídas por estos felinos.
¿Y lo consigue? ¿Logra la risa o es solo un ejercicio frívolo? Sí, efectivamente, con la misma genialidad con la que consigue el susto, aunque sin el grado de repercusión que traen algunas de las escalofriantes visiones que Ito tiene en otras de sus obras, el mangaka es capaz de contarnos anécdotas y divertirnos. No obstante, es una obra que funciona para el lector que sabe qué se va a encontrar y que no espere trasuntos de los terrores u horrores cósmicos.
El diario gatuno de Junji Ito es puro disfrute, una broma del mangaka que hará las delicias de los aficionados al autor y de todos aquellos que sepan de las bondades (y maldades) de los gatos. No nos extrañaría que Poe y el propio Lovecraft sonriesen al leerla.
Los gatos de Junji Ito haciendo de las suyas. Fuente. |
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