Crítica de STAR WARS: Sombras del Imperio, el episodio 5,5 de Star Wars en cómic

 

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Sombras del Imperio continúa justo donde termina El Imperio contraataca y formó parte de una iniciativa de Lucasfilm para crear una película de Star Wars... ¡sin rodarla! Esta es la reseña del cómic. Fuente.

Había que revivir Star Wars. En 1996, Sombras del Imperio nació como un proyecto de Lucasfilm para realizar una película de Star Wars con todo lo que conlleva, salvo hacer la película. Estábamos poco antes del reestreno de las primeras ediciones especiales de la saga en el 97 y el estreno de La amenaza fantasma en 1999. Era resucitar una saga que llevaba un par de años en silencio a nivel general, salvo por las reposiciones o el inicio del conocido Universo Expandido, historias narradas en cómics, libros… Este curioso experimento transmedia nos trajo videojuegos, juegos de rol, CD interactivo sobre cómo se hizo, figuras, banda sonora, novelas e incluso un cómic que contaban este relato que trata de qué sucede justamente tras el final de El Imperio contraataca y antes de empezar El retorno del Jedi

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Lo mejor es el papel de Han Solo en el cómic: está congelado en carbonita. Ya está. Eso es todo. Y sale en la portada. Genio y figura. Fuente.
Tras El Imperio contraataca

Cuando leí allá por 2007 la Civil War de Marvel, pensé que era un crossover fascinante. Era mi primer gran evento y aluciné con aquella historia llena de ramificaciones. No he vuelto a leerlo porque no he querido perder esa sensación. En cambio, cuando en 2018 me dio por leer Crisis en Tierras Infinitas me dio un dolor de cabeza importante por su elefantitis superheroica, con cameos de personajes que debería conocer o sufrir los intentos de venderme un catálogo editorial a lo loco; aprecio su valor histórico y su premisa, pero no el propio cómic. En el caso del cómic de Sombras del Imperio me ocurre algo similar a Crisis en Tierras Infinitas, pero puedo llegar a entender que, en su momento, fue similar para muchos a la emoción con la que yo leía Civil War con dieciséis años.

¿Es el cómic de Sombras del Imperio un absoluto caos de referencias de las que el lector actual no se entera salvo que tenga la Wookiepedia a mano? No, por suerte, no lo es, aunque haya algún personaje como Dash Rendar o Jix que tendríamos que conocerlos y ni idea. Lo que sí se percibe es el deseo de resumir la novela y los otros productos en el tebeo, hasta hacerlo una especie de “los mejores momentos de Sombras del Imperio”, pero no desarrollándose como un tebeo independiente o con características propias que haga que el lector disfrute de él sin tener que acudir a la novela. Puede que, seguramente, porque esa era la estrategia: que aquel que se acercase al cómic fuese para ver los personajes que imaginó en la novela o aquel que leyese el cómic luego leyese la novela para terminar de comprender o disfrutar algunos momentos. Es una buena estrategia comercial, pero no estoy tan seguro a nivel artístico.

En Sombras del Imperio, el escritor Steve Perry nos relata cómo Luke, Leia, Lando y compañía se enfrentan al maléfico Príncipe Xizor, líder del sindicato criminal conocido como el Sol Negro, y su guardaespaldas replicante Guri. Este villano colabora con el Emperador en los planes de construcción de la Segunda Estrella de la Muerte, pero también desea vengarse de Darth Vader por una afrenta del pasado. Mientras, en medio de este jaleo galáctico, el bueno de Boba Fett busca entregar a Han Solo en carbonita a Jabba el Hutt, trayéndole problemas con el Sol Negro, los rebeldes, Jabba y el Imperio (si es que se tuvo que tomar como un merecido descanso acabar en la fosa del Sarlacc).

A nivel de guion, hay momentos muy entretenidos, sobre todo, los relacionados con Darth Vader conspirando (que me ha recordado a lo que hemos visto en la serie de Vader de Kieron Gillen) o Boba Fett lidiando con la escoria de la galaxia. También hay algún instante delirantemente noventero, como la princesa Leia siendo seducida por Xizor, que resulta que es capaz de atraer a cualquiera (oh là là!). Sin embargo, el mayor defecto es que veo que todo transcurre muy rápido y me falta el desarrollo que tiene la novela. Por ejemplo, sé que muchos aficionados consideran a Xizor un gran villano por la novela, pero en el cómic queda desdibujado en una especie de Piccolo encuentra a Fu Manchú mafiosete en el Universo Star Wars (vaya, creo que la comparación es hasta mejor de lo que realmente es en el cómic).

Xizor (o alguien de su especie) aparece entre los hologramas de las organizaciones mafiosas de Clone Wars que vimos en su último arco. Fuente.

Mi mayor queja está a nivel del dibujo de Kilian Plunkett y John Nadeau. No soy de los que les gusta el fotorrealismo por el que opta a veces el mundo del cómic de Marvel con Star Wars, pero tampoco soy partidario de un cómic dibujado con prisa y cierta desgana, donde algunas caras de Luke son más que risibles y todo parece hecho para encajar sin más en una historia donde la premura es el imperativo.

Para los fans acérrimos, hay cuestiones que cambian en el nuevo canon. Por ejemplo, sin ir más lejos, cómo Leia consigue el traje de Bossk es diferente, como vimos recientemente en Star Wars. Héroes. Era de la Rebelión. También en el nuevo canon, Luke necesita acudir a la casa de Obi-Wan como en este cómic, pero está es destrozada en las historias de Jason Aaron. Otro detalle interesante es que el cómic nos cuenta de modo muy raudo cómo Luke se hace su sable verde, cuando esto se veía originalmente en una escena eliminada de El retorno del Jedi (imaginamos que nadie avisó a Perry o que nadie pensaba que esa escena eliminada saliese a la luz). Como anécdota, las ediciones especiales de 1997 de Star Wars contaron algún leve guiños en robots y naves a este cómic.


Fruto de la venta de Star Wars a Disney, el Universo Expandido del que forma parte Sombras del Imperio pasó a considerarse Leyendas, aunque algunos personajes y conceptos se han recuperado. De Sombras del Imperio, por ejemplo, tenemos una alusión en uno de los libros que acompañaron Han Solo, ya que se referencia a Rendar. Planeta también recuperó la novela, mientras que, para encontrar el videojuego, hay que recurrir a lo que recurrirían los contrabandistas de Nar Shaddaa. 

 

Lo mejor es cuando Leia le da una patada en la entrepierna. No he encontrado la imagen así que sirva esto para que leáis el cómic y disfrutéis de ese momento. Fuent.

¿El resurgir del Sol Negro?

La editorial tomó la decisión de incluir dos miniseries más en el tomo: una dedicada a Mara Jade (Por la mano del Emperador) y otra llamada Sombras del Imperio: Evolución.

En el caso de la segunda, le encuentro sentido, mientras que la primera está algo más cogida por pinzas. Como muchos saben, Mara Jade era la Mano del Emperador, una asesina a sueldo, leal al Imperio y capaz de utilizar la Fuerza. En esta historia, dibujada por el español Carlos Ezquerra, uno de los padres del Juez Dredd (lástima que él no dibujase la serie principal), disfrutamos de una adaptación de una historia de Timothy Zahn (el creador del personaje). 

Mientras cae el Imperio y Jade fracasa de su intento de acabar con Luke Skywalker, la protagonista se interna en descubrir quién está tras la Nebulosa Negra, una organización heredera del Sol Negro de Xizor. Es una serie que recorre los parámetros del cine de acción y espías, aunque con una protagonista femenina que pelea, se infiltra, engaña, miente, chantajea, se hace pasar por otros…, pero que después de cuarenta páginas se vuelve algo repetitiva, pese al carisma a lo James Bond de nuestra Mara Jade, que me consta que es uno de los personajes más queridos de los fans.

Guri, la replicante al servicio del Príncipe, protagoniza la segunda serie que incluye el tomo. Fuente.

En cuanto a Sombras del Imperio: Evolución, nos narra cómo la replicante de Xizor escapó de su destrucción: Guri empieza su peculiar camino hacia la redención. Fue creada para matar, pero busca alguien que la reprograme y elimine esa faceta de su ser. Por el camino, se cruzará con científicos locos, cazarrecompensas, Luke y compañía, las hermanas asesinas a sueldo y otros personajes, en un relato con una premisa que me encanta, pero que, por desgracia, termina con el principal problema de la serie principal: las prisas. Cuando nos aparece la recambolesca idea de una sobrina secreta de Xizor que supuestamente se ha ocultado haciendo lo mismo que haría sin máscara y haciéndose pasar por alguien de su raza, pues… Una lástima.

Sombras del Imperio forma parte de la memoria de muchos lectores y aficionados al Universo Star Wars. Como experimento dentro de la franquicia, resulta bastante interesante. Por sus méritos artísticos, es más complicado apreciar esta experiencia al leerla fuera de su contexto y sin las otras obras, sobre todo debido a la dependencia que me atrevería a decir que “sufre”. Sin embargo, siempre está bien recorrer una galaxia muy, muy lejana y descubrir un nuevo capítulo de las historias de Luke Skywalker y compañía.



 

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