Crítica de Carrie de Brian De Palma, cuando descubrimos la ira de Stephen King

 

Carrie fue la primera novela y la primera película de Stephen King. Fuente.

Carrie White es una adolescente solitaria que guarda una sombra en su interior que emerge por culpa de los demás. Sabe que es diferente. Durante años, ha sufrido la burla de todos los que la rodean y los sermones de su ultrarreligiosa madre, la señora White. Tras una clase de educación física, Carrie se horroriza al ver cómo le llega su primera regla; sus compañeras se burlan de ella, arrojándole comprensas. Las agresoras reciben un castigo por parte de la profesora, Miss Collins. Una de ellas, Sue, comprende que lo que ha hecho no ha estado bien y convence a su novio, Tommy, para que lleve a Carrie a la fiesta de fin de curso e intente darle un momento de felicidad tras años de sufrimiento en el instituto. Otra de las adolescentes castigadas, Chris, no podrá ir al baile, así que planea su venganza. Lo que nadie sabe es que Carrie empieza a manifestar unos poderes telequinéticos que se desatan con la ira. Y la tragedia queda sellada.

Célebre es la historia de cómo Stephen King escribió el primer borrador de Carrie inspirándose en dos compañeras del instituto que sufrieron las burlas de sus compañeros. A la temática del acoso escolar sumó el elemento fantástico. King se sentía ajeno a aquel mundo femenino y tiró el borrador a la basura. Su esposa Tabitha King lo encontró, lo leyó y le pidió que lo terminase. Un día, mientras King daba clases, recibió una llamada telefónica (ya que no tenían teléfono en su casa) e imaginó que sus hijos habían enfermado o había vendido la novela. Fue lo segundo. Carrie fue la primera novela publicada y también la primera adaptación cinematográfica de la obra del escritor de Maine, en manos de un joven Brian De Palma que quedó marcado por la fuerza del relato y la capacidad para volcar en él todas las técnicas que había heredado del maestro del suspense, Alfred Hithcock.

Carrie en la gran pantalla

La premisa de la novela de Stephen King es lo suficientemente potente como para vender la obra (el acoso, la marginación, la venganza y los poderes), pero no es solo eso: también es interesante el subtexto de la adolescencia, la sexualidad, la religión, la incomprensión y el aire trágico e inevitable de la obra. Nada parece poder evitar una tragedia que ya ha ocurrido. A los grandes elementos del libro se agrega la forma, narrada en gran parte mediante cartas, informes, entrevistas…, algo que Stephen King le debe a una de sus obras favoritas: Drácula de Bram Stoker.

Brian De Palma dirige con el ímpetu de un joven director, probando técnicas, jugando con planos, reforzando la fotografía… Es capaz de empezar una película con una escena con varias estudiantes desnudas para luego desatar el horror. Si bien decisiones como el uso de la pantalla dividida siguen siendo acertadas, aportando dinamismo a muchas de las escenas y dándole un toque propio al film, puede que algún momento sí haya envejecido mal (la cámara rápida cuando se prueban los esmóquines saca al espectador actual de la película), pero hay pocos puntos negativos frente a los positivos. 

Puede que hoy, el mensaje de la profesora sea un poco más discutible, pero en 1976 funcionaba para convertirla en la única tabla de salvación de la joven Carrie. Fuente.

Narrando la tragedia de Carrie White

El reparto está entre lo mejor de la película. Conocida es la anécdota de cómo Brian De Palma y George Lucas hicieron el casting de Carrie y Star Wars al mismo tiempo, y cómo Brian De Palma era quien hablaba ante la timidez de Lucas. Aunque en un principio pensó en Amy Irving como Carrie, finalmente Irving encarnaría a Sue Snell y el papel de la protagonista recaería en la excelente actriz Sissy Spacek, uno de los grandes aciertos de la película y la auténtica reina de todas las actrices que han dado vida a Carrie. Su personaje evoluciona alrededor de la película e interactúa poderosamente con la señora White, su madre, encarnada por una Piper Laurie, que, como fanática religiosa, cada vez que entra en sus delirios, devora la pantalla por su interpretación hiperbólica (dicen que Laurie no sabía que la película era de terror… A saber qué pensaba). Lástima que visto desde la perspectiva de hoy, el aspecto que luce William Katt como Tommy saque más al espectador que cualquier otra cosa. Entre los villanos, destaca Nancy Allen como Chris frente a un John Travolta en uno de sus pocos papeles soportables.

La escena de la ducha de Carrie (que bien podría inspirar cierta concepción del body horror, al menos para la protagonista) continúa siendo una de las más impactantes para los espectadores y lectores. Fuente.

Inolvidable resulta también la delicada banda sonora de Pino Donaggio, quien tomó varios arreglos del famoso compositor Bernard Herrmann, que iba a realizar la banda sonora, pero falleció. De ahí esos momentos que recuperan la música de Psicosis como homenaje a Herrmann.

Al igual que el libro, Carrie se convirtió en un éxito en la gran pantalla y comenzó a cimentar la carrera de Stephen King, quien se ha convertido en el autor vivo más adaptado de la historia, aunque, a menudo, estas versiones solo sirvan para reivindicar el libro. Por ejemplo, de Carrie se hizo una segunda parte (ay), un telefilm que debía dar comienzo a una serie, un musical y un remake, pero lo que está claro cada vez que vemos la película o leemos el libro es que Carrie  sigue siendo Sissy Spacek, cuya sombra sigue emergiendo en aquella chica solitaria.

A diferencia del libro, De Palma añadiría una tétrica escena final a la película. Escena que rodó marcha atrás para crear la atmósfera de sueño, porque... ¿es un sueño? Fuente.

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