Detalle de la portada Mace Windu, Jedi de la República, miniserie dedicada al Maestro Jedi. Fuente. |
«¡A lo único a lo que estamos condenados es a una vida de insatisfacciones! ¡Quiero acción!», droide de la Federación de Comercio.
Que lo más destacable de un cómic de StarWars sea el sentido del humor de los droides de la Federación de Comercio (tan deudor del Marvin de Guía del autoestopista galáctico), dice bastante de la calidad de dicho cómic. Y es que Star Wars: Mace Windu, Jedi de la República es uno de los cómics menos logrados del nuevo canon instaurado por Disney al comprar Lucasfilm.
Lo más llamativo de la miniserie es un flashback donde vemos a Mace Windu de aprendiz. Fuente.
El guion de Matt Owens está poco inspirado, haciendo que lo más interesante sea un flashback que apenas dura un par de páginas dentro de la miniserie; Owens solo había hecho alguna miniserie de Elektra, y la verdad es que la galaxia de Star Wars le queda grande, muy grande.
Esta historia nos lleva a las Guerras Clon, esa época en la que los Jedi dejaron de ser Guardianes de la Paz. Vemos cómo nuestro protagonista, el Maestro y miembro del Consejo Jedi Mace Windu, forma un escuadrón de Jedi (con Kit-Fisto) para hacer frente a una amenaza separatista. Durante el conflicto, varios de sus compañeros perderán la fe en la Orden, mientras que Mace Windu sigue representando lo más rancio de los Jedi, todo aquello en lo que degeneraron los miembros de la Orden en sus últimos días. Por el camino, tenemos a AD-W4, un robot cazarrecompensas morado que parece una armadura de Iron Man descartada. Ese es el nivel.
Mace Windu contra el robot hecho con un descarte de Iron Man y un Centinela. Fuente.
De lo más interesante: algún flashback donde se nos explica cómo Windu llegó a ser lo que es (enfrentándose a un charlatán que dice controlar la Fuerza y explota a un pueblo de “creyentes”) y también ver cómo uno de los Jedi (Prosset) se desvía de su camino, Jedi que más tarde formará parte de los Inquisidores, como leímos en la serie de Lord Vader.
Por tanto, sigue siendo cierto lo que ya sabíamos antes de empezar a leer esta miniserie: la historia más épica de Mace Windu hasta la fecha está en un corto de dos minutos de la serie de Genndy Tartakovsky; cómics como este se quedan en terreno de nadie. Si a esto añado mi poca predilección por Windu (sobre todo por lo visto en Clone Wars, como, por ejemplo, el juicio a Ahsoka), queda claro mi aversión en general a este cómic.
Si bien el guion de Owens es endeble, el mayor problema de la serie está en el dibujo de Denys Cowan y Edgar Salazar, que deja muchísimo que desear. No es que los personajes no se parezcan a los actores (que es algo que me es indiferente), sino es todo el estropicio de proporciones y el deseo de terminar cuanto antes que parece imperar en esta historia que poco aporta al mito de George Lucas.
En definitiva, Mace Windu: Jedi de la República es una de las miniseries más descartables de las hechas por Marvel para el universo de Star Wars hasta la fecha.
Ni siquiera que transcurra en la época de las Guerras Clon salva este cómic. Fuente.
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