Todo sobre Stephen King: internándose en la sombra del Rey de Maine

Portada de Todo sobre Stephen King, completa guía de la obra del escritor de Maine, escrito por Ariel Bosi. Fuente.

Aquí voy a hablar de King como lo que soy, uno de sus seguidores, como un Lector Constante. Comentaré también sobre él que su trabajo merece ser descubierto desde la perspectiva del lector y también de los divulgadores culturales dedicados a los trabajos y las comunicaciones literarias y científicas sobre su obra. Y, maldita sea, es digno de ser disfrutado por todos aquellos que gozan de una buena historia o incluso del terror más allá del simple monstruo, del terror como un elemento cercano. Y agregaré que King es una de las imágenes vivas de la literatura y no debemos olvidarlo. ¿Bien?

Bien, si siguen aquí después de haber leído el anterior párrafo (¿una advertencia?), ustedes son de los míos: de los que perseveran y de los que adoran las letras de King. Por lo contrario, puede que esté por aquí también alguien que se haya colado, pero en cuanto a masoquismo no puedo decir nada. Sobre lo que sí puedo decir es que muchos hemos aceptado a lo largo de la ingente cantidad de historias que nos ha contado King (en diversos formatos), que el escritor de Maine ha revitalizado la literatura de terror, fantasía y muchas otras temáticas a través de la habilidad para hablarnos de los monstruos, incluso cuando son criaturas de otros mundos o cuando son peores, nosotros mismos. Y una vez que King ha conseguido tocar tu fibra sensible, como un buen tema de rock, es algo de lo que no te libras.

Uno de los motivos por los que sigo escribiendo es por mi deuda hacia autores como Stephen King. Os cuento… En el padre de Pennywise (y de Joe Hill) he hallado amigos de papel, aventuras imposibles, viajes épicos, seres terribles, misterios, secretos… Historias que han hecho que abra los ojos ante la realidad de un modo muy distinto a como lo había hecho hasta ese momento. Ya sea con seudónimo (y muerte por cáncer de seudónimo… pobre Richard Bachman) o con su propio nombre, en historias más grandes o más pequeñas, King ha intentado transmitir todos esos mundos con los que sueña. Su rutina de lectura continua y escritura aún más prolífica le han transformado en todo un símbolo para muchos que nos dedicamos a juntar letras. El trabajo de King es espectacular, ya sea con sus mejores obras y otras quizás no tan comparables, y eso lo hace merecedor de docenas y docenas de premios y reconocimientos, pero el más importante que hay es que cientos de lectores quieran leer su siguiente obra.

Y eso lo logran los grandes escritores. Ya fuera desde la lectura de Mientras escribo o El pistolero de La Torre Oscura, pasando por la locura de Misery, la estupenda nostalgia de Eso (It) o el mundo sin retorno de Apocalipsis, además de las diferentes adaptaciones de su obra, King es uno de esos tótems literarios que tengo ante mí, como Neil Gaiman, J. R. R. Tolkien, J. K. Rowling, Alan Moore, Terry Pratchett, Derek Landy y tantos otros. ¿Y a qué viene eso de la deuda, diréis? Pues viene a cuento porque cuando el arte te hace sentir ciertas emociones, cambia tu mundo o te maravilla, sientes… sientes que se lo tienes que devolver. Quizás nunca seas tan grande como tus ídolos o tú seas muy diferente escribiendo, pero quieres saldar esa deuda y si alguien sueña con tu obra como has soñado tú con la de escritores como King, es algo que ya de por sí merece la pena.

Como véis (y seguramente sabréis si os habéis perdido alguna vez por este blog), soy fan de Stephen King, pero no lo digo cabizbajo y con un hilillo de voz cuando reconozco que hay otros lectores que son aún más seguidores que yo, que lo viven de un modo especial y han transformado el mundo de King en su propio mundo. Y es el caso de Ariel Bosi. Es uno de los mayores aficionados de Stephen King o, directamente, el que más. No solo administra uno de los mayores lugares de encuentro de los fans del escritor en las redes sociales, sino que también se denota su afición por la ingente lectura del trabajo de King hasta unos niveles en los que Bosi parece un habitante más de ese multiverso que King concibió en La Torre Oscura. El Hombre de Maine escribía a través del desierto de páginas y el pistolero Ariel Bosi iba en pos de él.


Carrie, con ella empezó todo. Fuente.
El año pasado, como uno de los mayores representantes de los Lectores Constantes, publicó la obra Todo sobre Stephen King, donde repasa la carrera del escritor, todas sus obras publicadas (libros, relatos, cómics, películas…) e incluso hace un compendio por el material de coleccionismo que hay sobre King, ya que Bosi también es uno de los grandes cazadores de mercadotecnia y obras firmadas del escritor estadounidense.

Puede que en el serio mundo de la literatura (del que siempre es mejor huir), los seguidores sean vistos como adeptos o fanáticos y no como algo digno de esa literatura severa, con sus clichés, sus camarillas, sus conversaciones bajo el humo del tabaco y sus charlas efímeras. Bla, bla, bla. No, ese paripé no me interesa ni me agrada. Prefiero la literatura viva y el trabajo de autores como Bosi, que demuestran ese cariño y fervor que sienten hacia la obra de King. Y no por ello tiene que gustarle todo lo de su ídolo, es más, el propio Bosi habla de algunas favoritas y otras obras que no tanto en ciertas entrevistas. Está bien recordar que se puede ser fan sin olvidar el aire crítico, por cierto.

Aquí, estimado lector, hablamos sobre la afición bien entendida. Olvídense de los fanáticos que asaltan las casas con amenazas de bomba, como le ha ocurrido a King al estilo Misery. Pero sí hay muchas anécdotas de esas historias y de esa vida que se ha transformado en un símbolo: ese King como crío ingenioso que vivía vendiendo sus relatos a sus amigos o creando periódicos junto a su hermano; de ese escritor que pensaba que nunca llegaría a nada antes de publicar Carrie. Y también hay relatos sobre esos éxitos que le llevaron a ser un profesor de inglés (sin dinero y con una familia) para acabar convirtiéndose en un símbolo literario, incluso con sus problemas familiares, con el alcohol o las drogas… O el famoso atropello (sobre el que Bosi revela un par de datos curiosos que no conocía, como el destino del coche). Hablar de King es también hacerlo de carisma, la cercanía y su admiración y veneración por obras de autores como Richard Matheson, Ray Bradbury...

Pero debo confesar una cosa... Mi parte favorita del libro es cuando Ariel Bosi nos narra ese viaje que se propuso hacer hasta Maine para conocer al escritor. Yo creo que, en ese instante, cualquier Lector Constante se siente identificado. Poca gente comprenderá cómo alguien puede irse hasta Estados Unidos para dormir en un coche o en un motel y esperar fuera de la casa de un escritor, recorrer una ciudad buscando paralelismos con la obra del autor o ir a sus firmas de libros. Poca gente, pero por suerte, nunca me he caracterizado por estar en las mayorías, salvo en aquellas que adoran al escritor de Maine.


Una de las imágenes más terroríficas de la historia del cine...
Y una de las películas que menos convencieron a King de aquellas que han adaptado su obra. Fuente.
Volviendo a esta última parte, Bosi retrata de un modo próximo lo que fue aquel viaje, lo que fue ver la casa de King, lo que fue hallar los Barrens u otros lugares míticos como Derry (de la obra de King) en la propia Maine. Y es mi favorita porque es uno de esos viajes que te gustaría hacer y porque, a veces, la literatura envenena de tinta nuestra sangre y nos produce esa locura admirable del fiel seguidor. Es maravilloso saber que la ficción se filtra a la realidad y viceversa.

No obstante, no voy a quitar el mérito a Bosi de haber escrito una de las guías más completas sobre King. Pese a que para algunos pueda pecar de datos quizás demasiado técnicos, para un servidor, que también se dedica a la divulgación cultural, es genial tener una guía a mano como esta donde se nos permite poder estar al tanto de todo el trabajo de King hasta la fecha, incluso de algunas obras un poco más desconocidas.

El mayor “problema” (y entiéndase el entrecomillado como una sonrisa cómplice) es que el trabajo de King sigue tan vigente, generando tantas nuevas obras en distintos medios, que pronto el “Todo” de Todo sobre Stephen King comenzará a tener una breve fisura en su futuro, sobre obras que por cuestión de época de publicación, no cubrirá. Sin embargo, también es algo que, seguramente, confirme la posibilidad de reediciones con todo el material y trabajo escrito sobre King y siempre abierto a nuevas revisiones, dada la labor ingente que se desarrolla en torno a la figura del gran escritor que renovó un género y se ha transformado en una de las imágenes de la literatura contemporánea.

Habrá más Stephen King y nosotros celebraremos, los Lectores Constantes, que aquí, en Todo sobre Stephen King, encuentran una nueva guía.

2 comentarios:

  1. *.*
    No conocía esta obra, decir que tiene una pinta increíble es poco.
    Creo que me lo compraré como recompensa para cuando termine los exámenes je, je, je (cualquier excusa es buena), eso sí tendrá que ir completándolo cada cierto tiempo porque King no parece tener intención de bajar el ritmo (por suerte).

    Tiene que ser una gran experiencia recorrer aquellos lugares que nutrieron la mitología de King.

    Mil gracias por la recomendación.

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    Respuestas
    1. Me alegro de que te haya gustado la recomendación. Me lo pasé bien leyéndola, aunque tiene ese problema de que se "desactualiza" rápido, ¿sabes? No obstante, es un buen regalo para descubrir al Rey de Maine ¿y quién no querría visitar ese lugar donde King ha desarrollado tantas de sus historias?

      ¡Gracias por tus comentarios! ¡Saludos!

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