Chimamanda Adichie durante su valiosa y fundamental conferencia en el TED. Fuente. |
He disfrutado de esta charla por casualidad y he sentido que tenía que compartirla, porque trata de muchos de los temas que más me llaman la atención sobre el escritor a la hora de concebir sus mundos en torno a la cercanía, el día a día, lo que le acompaña.
Chimamanda Ngozi Adichie (La flor púrpura, Medio sol amarillo) es una escritora nigeriana que descubrió en su niñez que solo leía historias anglosajonas sobre un mundo que para ella era lejano. Fruto de ello, escribía historias similares cuando su realidad era muy distinta.
Pronto, Adichie se dio cuenta del peligro de escribir una historia única que podía ser ajena, la visión desde una sola cara de la realidad, como si un diamante careciese de todas las otras facetas o se renunciase a ellas, como si un prejuicio pudiese oscurecer todo lo demás.
Ella misma lo sufrió cuando llegó a Estados Unidos y toda la gente pensaba que debía pertenecer a una tribu, ser pobre..., debido a esa imagen de un continente tan rico como el africano que se tiene en Occidente. Ella se percató de que en Europa, Estados Unidos y el resto de países solo se ha contado una historia sobre África: pobreza, hambre, enfermedades... Y es una historia real, pero no es la única.
Si se le quita el carácter poliédrico de cada país, cultura, continente, ser humano... se concibe un mundo falso y carente de riqueza. Para muchos, será algo normal o que hay que aceptar. Para mí, es una tragedia.
Cualquier escritor que se precie debería entender el valor de las palabras de Adichie. No tenemos que concebir (solo) el mundo tal y como las novelas, películas, series... que hemos leído y no debemos sentir vergüenza de nuestras raíces. Los prejuicios, los estereotipos y la falta de visión pueden destruir nuestra obra. Además, como lectores, debemos aprovecharnos de la valiosa puerta que es el arte para descubrir nuestro mundo y otros, a la vez que convertirnos en personas que descubran y gocen de la interculturalidad.
Podemos leer todo tipo de historias, pero lo importante es huir de ese estereotipo, que si bien puede que no sea falso, puede ser incompleto, como ella bien dice. Y es que Adichie comprendió la importancia de concebir una literatura próxima, descubrir la extranjera, pero también la próxima, y entender así que el mundo no solo tiene una forma de ser visto. Hay muchas más, pero antes de seguir alargando esta presentación, prefiero que escuchéis a esta autora con un mensaje tan profuso en virtudes. No caigamos nunca en la historia única.
Muchas gracias por compartir la charla.
ResponderEliminarEs triste, pero cierto. Recuerdo que cuando era una cría les ponía siempre nombres extranjeros a todos mis personajes, la acción se ambientaba en lugares en los que ni remotamente había estado (y no me refiero a mundos fantásticos). Tardé algún tiempo en ser consciente de lo ilógico que era mirar toda la realidad a través de un pequeño agujero. Y si lo piensas sucede lo mismo con nuestra lengua, porque una cosa son los neologismos o los calcos lingüísticos; y otra muy distinta el preferir para todo utilizar palabras que provienen del inglés cuando tenemos nuestras propias palabras para definir el mismo concepto. Es cierto que hay conceptos que solo se han desarrollado en una lengua y no en otras, por ejemplo, los esquimales poseen varias palabras para describir todos los estados de la nieve y para nosotros, solo es eso, nieve.
Me temo que la situación que expone Adichie no se da solo en la literatura, tampoco creo que la lengua sea el único campo que lo sufre.
Una entrada muy interesante :)
Me alegra saber que te ha gustado esta charla. Quería compartirla por cómo esta autora pone mucha relevancia a la importancia de contar más de una historia, sin centrarse en los prejuicios o solo en lo que hemos leído. Pienso que es un tema espléndido para reflexionar de vez en cuando.
EliminarCada uno de nosotros (y también como comunidad) podemos aportar algo nuevo y recomendable a la literatura. Yo, al menos, lo creo así y cualquier que explore las raíces de la cultura sabe esto.
Muchas gracias por tus apuntes y por compartir tu opinión, es un placer leerte. ¡Saludos!