Apocalipsis (The Stand) es la novela más larga escrita por Stephen King, ¿y una de las mejores? Hablo de ella en esta entrada. Fuente. |
“La vida era una rueda que ningún hombre podía parar durante mucho tiempo.Y siempre, al final, volvía a rodar”
Apocalipsis (The Stand) de Stephen King es un larguísimo viaje de esos en los que disfrutas más del propio camino que de la meta. Lo leí en apenas un mes, donde devorar más de cien páginas al día me parecía recibir solo un simple bocado. Cada pausa antes de entrar al trabajo o llegar a clase, suponía internarme en el Estados Unidos apocalíptico que creó Stephen King y, durante un par de días, muchos de sus héroes y villanos fueron mis compañeros de viaje. Sin duda, uno de los grandes puntos de la novela de King es que nos hace partícipes de esa odisea que emprenden sus personajes con tal de sobrevivir en un mundo que se ha hecho añicos por culpa de una epidemia de gripe A.
He tardado en
escribir esta reseña meses porque me preguntaba: ¿cómo puedes hablar de una
novela tan colosal y reflejar cómo hubo momentos en los que tú también sentiste
que te enfrentabas al mal o el bien? Al final, la respuesta ha sido la más
sencilla, como siempre: poniéndome a escribir dicha reseña, sin más. Podría
pasarme docenas y docenas de páginas hablando (y divagando) sobre personajes, momentos y
sentimientos encontrados que tengo hacia esta obra, pero creo que más allá del
hecho de abrumaros con datos, debería abrirme y compartir lo esencial, lo que
os diría en un cara a cara si me preguntáis si deberíais o no leer esta enorme
novela que empecé y culminé a finales del verano de 2016 y cuya reseña me
dispongo a colgar ahora, en 2017, sintiendo que, tal vez, he esperado lo necesario
o lo suficiente para enfriar, hasta cierto punto, las ascuas con las que te
deja la bomba atómica de Flagg.
Antes de emprender el viaje
Hay que
mentalizarse que, antes de leer esta novela, hay que aceptar que va a ser un
viaje en el que no se puede flaquear. Creo que se disfruta más cuando es más seguida su lectura. Si crees que vas a abandonar, puede que cuando la retomes ya no
encuentres mucho sentido a la locura y la hecatombe a la que nos enfrenta King.
Apocalipsis tiene algunos puntos en los que es casi como una miniserie (tal y
como la que se emitió en los ’90), un cómic (Marvel transformó esta novela en
uno) o un videojuego: no puedes detenerte. King te va a dar puntos buenos y
malos para seguir o detenerte, pero si eres un Lector Constante, como en mi
caso, de esos que acompaña a King en sus joyas y en sus juegos, pues no te
detienes por nada del mundo.
Las colosales dimensiones de Apocalipsis de Stephen King. Fuente. |
La historia, el argumento de por sí, de
Apocalipsis (The Stand) es bien conocida. La Gripe Trotamundos, la supergripe
A, escapa de un laboratorio militar y pronto expande una pandemia que erradica
a la mayoría de la población, dejando el mundo devastado. Aquellos que
sobreviven a la enfermedad empiezan a tener sueños y pesadillas. Los bondadosos
sueñan con una anciana, Abigail. Los malvados sueñan con el terrorífico Hombre
de Negro, Randall Flagg. Muchos, sueñan con las dos caras de la misma moneda.
Cada uno de ellos deberá decidir si hay esperanza y reconstruyen la
civilización mediante la fe que representa Abigail o deciden que el mundo ya no
tiene razón de ser y es más sensato terminar de destruirlo, tal y como defiende
el hechicero Randall Flagg. Y, en medio de esta odisea, conocemos a un sinfín
de personajes: Stuart Redman, Frances Goldsmith, Nick Andros, Tom Cullen, Larry
Underwood, Harold, Nadine, Lloyd, Thrascan… y docenas y docenas de personajes,
algunos mejores, otros que se convertirán en nuestros amigos o enemigos en esta
odisea.
Durante el viaje
Me ocurrió algo
curioso mientras leía esta obra y es que pienso que alberga algunos de los
mejores pasajes escritos por Stephen King, pero también considero que es,
curiosamente, una de sus obras menos redondas. Por ejemplo, como muchos afirman, los finales
de King no suelen ser lo mejor de sus novelas, pero en The Stand se nota que el
propio King comenzó a darle vueltas a la idea de Dios, la fe y perdió un poco
el norte mediante un deus ex machina de libro (vaya juego de palabras), donde la propia mano de Dios (en serio) se
llega a manifestar en el rocambolesco desenlace de Las Vengas, Mordor.
En cambio, si dejo de lado el desenlace, hay muchos grandes momentos, como ese Larry (el impresentable cantante, que huye de su pasado y acaba convirtiéndose en un héroe) y que llega a casa, una tarde lluviosa y encuentra a su madre moribunda por la supergripe. Esa imagen, gris y atroz, no la olvidaré. Como tampoco olvidaré al pobre Lloyd, encerrado en prisión cuando empieza la epidemia (con esa rata muerta como compañera). O ese viaje que inicia el gran héroe y mártir, el mudo Nick, que pronto conoce al entrañable Tom. También está la locura del maldito Harold, tan humano, y la de Nadine, la mujer que se condena a sí misma. Un viaje hacia las sombras donde Thrascan, ese pirómano lunático, también participa. Y están las dudas de esa mujer embarazada que es Frances y ese Stuart que se convierte en improvisado guía.
En cambio, si dejo de lado el desenlace, hay muchos grandes momentos, como ese Larry (el impresentable cantante, que huye de su pasado y acaba convirtiéndose en un héroe) y que llega a casa, una tarde lluviosa y encuentra a su madre moribunda por la supergripe. Esa imagen, gris y atroz, no la olvidaré. Como tampoco olvidaré al pobre Lloyd, encerrado en prisión cuando empieza la epidemia (con esa rata muerta como compañera). O ese viaje que inicia el gran héroe y mártir, el mudo Nick, que pronto conoce al entrañable Tom. También está la locura del maldito Harold, tan humano, y la de Nadine, la mujer que se condena a sí misma. Un viaje hacia las sombras donde Thrascan, ese pirómano lunático, también participa. Y están las dudas de esa mujer embarazada que es Frances y ese Stuart que se convierte en improvisado guía.
Durante muchas
páginas, notas el hedor de la muerte, el cansancio en los pies, el sudor
cayendo por tu frente como si fueras uno de los personajes y eso me demuestra
el talento de King para esta historia donde aprovechó para mostrar en todo su
esplendor al gran villano de sus historias, el caótico Randall Flagg, el Hombre
de Negro que también ha aparecido en La Torre Oscura o Los ojos del dragón, entre
otros títulos. De Flagg, ese Sauron de aspecto simpático, se disfruta porque es
un villano que disfruta de serlo. No hay una historia de cómo se volvió malvado
ni guarda piedad, es el mal en estado puro, una fuente inquebrantable de
oscuridad, y eso en una época de tantos grises, llega a agradecerse, porque
todos acabamos aceptando que hay personas que son malvadas por el mero hecho de
que disfrutan del mal que causan.
Y es que para
mí la mejor parte de Apocalipsis es precisamente la apocalíptica: ver cómo el
mundo se viene abajo en tan poco tiempo, leer sobre una civilización que estalla y se
pierde, observar a unos personajes que no llegan a su meta, ver la muerte,
sentir que esto podría pasar realmente. El estilo de King se vuelve incluso
periodístico mientras narra como científicos y militares se enfrentan al virus,
a la vez que la gente de a pie, con sus sueños e ilusiones, que frecuenta una
miserable gasolinera perdida en Texas, comienza a contagiar la gripe y muere como animales. En algunos aspectos, las pequeñas escenas que componen este
mosaico recuerdan a otras destrucciones, como el inicio de La cúpula o el desenlace
de Derry en It (Eso). El lector, como en mi caso, más cínico, disfruta
sintiendo esa caída de las piezas como si fuesen de un dominó, esa hecatombe
salvaje, esa muerte terrible. Cruzo los dedos por no tener que vivir el fin del
mundo, pero aplaudo cuando puedo leer un simulacro de este, escrito por nada
más y nada menos que uno de los escritores más talentosos de la historia,
Stephen King. Y lo digo sin poner la boca pequeña o sentir vergüenza, King es
brillante en muchas de sus obras y representa el tipo de escritor que concibe
mundos como escapatoria. Por eso, también me gusta la parte posapocalíptica de
los viajes, de la búsqueda de la esperanza y la redención.
El mal encarnado, el Hombre de Negro. Fuente. |
Mis problemas
se inician más con el comienzo de esa nueva civilización y es cuando noto más
dubitativo a King, que se pierde en explicaciones sobre crear asambleas o dar
algo de sentido al mundo. El propio King confesó en su libro sobre escribir y
sobre él mismo, la fantástica obra Mientras escribo, que llevaba cientos y cientos
de páginas de Apocalipsis y él mismo no sabía cómo terminarla hasta que se le
ocurrió la idea de la bomba, volar todo por los aires y decidir entonces qué
sucedería en adelante. Sin duda, es uno de los momentos más brillantes (y no
solo por el fuego) de la obra, donde el final de uno de los protagonistas se me
antoja tan cruel y azaroso como la vida misma. Eso sí, antes han tenido que pasar
páginas que no sabemos bien adónde nos llevan y vienen otras donde todo se
decide mediante visiones, sueños y sentimientos más que por auténticos hechos,
que hacen que la inmensa novela pueda llegar a tambalearse para el lector más
estricto.
Y, sin embargo,
no puedo acusar de Apocalipsis de ser una mala novela, porque hay mucho talento
en un escritor capaz de hacerte leer más de mil quinientas páginas y
preguntarte por el destino de todos esos héroes y antihéroes en un libro que
se antoja como una fantástica miniserie desde su concepción y donde se tocan
temas tan valiosos como la fe, la destrucción, la esperanza, la muerte, el amor
y el odio; sentimientos encontrados en los que King vuelca todo su talento como
escritor, que es mucho, por si había alguien que lo dudaba.
El Hombre de Negro, el demonio de las historias de King. Fuente. |
Por otra parte, en sus páginas, existe también
un retrato de la civilización humana que solo consiguen los grandes escritores.
Desde las citas de diferentes poetas hasta las canciones, pero también pasando por la forma de
vivir, Apocalipsis es una novela que sirve para que, en el futuro, muchos
humanos conozcan los miedos, los sufrimientos, el modo de ser de finales del
siglo XX. Es casi una máquina de tiempo para deambular por ese mundo que ya no
existe, porque se ha transformado.
Después del viaje
En mi opinión (y aunque es meterme en un lío al compararlas), novelas como It (Eso) superan Apocalipsis por lo que me cuenta, cómo lo cuenta
y por no notarse que se pierde (pese a los devaneos con la Tortuga, Eso y demás
en la novela de cierto payaso asesino). No obstante, Apocalipsis es también una
historia recomendable para las personas que disfrutan del género posapocalíptico
al que se ha entregado la ficción reciente, gracias a obras como The Walking
Dead, que para mí bebe bastante de los supervivientes de esta odisea escrita
por King.
Afirmo también,
como curiosidad, que enfrentarte a una gripe mientras (o después) de leer
Apocalipsis adquiere otras... connotaciones. Cuando toses hasta asfixiarte,
sientes un dolor de cabeza que no se va ni con todas las aspirinas del mundo y
tu cuerpo cae derrotado, como me ha pasado recientemente, te ves a ti mismo
como uno de los pobres personajes de Apocalipsis y llegas a preguntarte si
pronto no empezarás a soñar con Madre Abigail o Randall Flagg. En mi caso, no,
no soñé con ninguno. O, al menos, no lo recuerdo. O no por ahora.
En definitiva, como
veis, soy incapaz de no mostrarme entusiasmado mientras escribo sobre esta
novela, este trayecto, esta odisea (sí, quizás es el término más acertado). Apocalipsis
(The Stand) es una historia sobre la esperanza que representa un recién nacido,
una nueva civilización, una decisión, y sobre la barbarie, la malicia y la
muerte, a la que nos enfrentamos cada día. Y, a veces, merece la pena recordar
el largo viaje que emprendemos cada vez que respiramos. La rueda, al fin y al
cabo, sigue girando.
La adaptación al cómic publicada por Marvel. Fuente. |
Para mí, si no es la mejor, está en en el top 3 sin dudar. ��
ResponderEliminarQuizás el final no está a la altura de toda la construcción de la obra (para mí), pero no deja de ser un retrato certero de una epidemia, la destrucción y el intento de reconstruir la sociedad (si es que nos merecemos tal cosa), así que está también entre mis favoritas de King. ^^ ¡Gracias por comentar!
EliminarHmmmm...no se, no se.
ResponderEliminarLei este libro con expectativas y la verdad, no me siento defraudado pero tampoco entusiasmado. Es decir...se crearon muchos personajes, unos bien estructurados, otros no, pero a fin de cuentas personajes que son entrañables y que de pronto...simplemente, se quedan ahi.
Siento que se quedan "ahi"...y de un momento a otro dejan de ser dinamicos y en evolucion.
A pesar de ello, el libro es bueno, facil de leer y te engancha. Lo recomiendo, es muy buena lectura.
Pero si me preguntan...me quedo con "IT" o con 22-11-63.
Yo también me quedo con "It" y, aunque tiene buenas cosas "Apocalipsis", tal y como señalas, y como yo también digo en la reseña, creo que el desenlace y algunos momentos echan a perder el resultado final. Incluso así, un buen libro con algunas imágenes muy potentes.
Eliminar¡Gracias por el comentario!