Doctor Extraño y Doctor Muerte: Triunfo y Tormento

Triunfo y Tormento, uno de los grandes tebeos de Marvel. Fuente.

“Sus sueños de conquista continuarán.Y… por ahora, al menos… su alma sigue siendo suya”.

Triunfo y tormento vuelve a estar en nuestras librerías. Si nunca has leído esta obra, debería venir tu yo del futuro que sí la ha leído para decirte: “no dudes, léela”. Pero como las paradojas temporales son algo que no controlamos, aquí está la presente reseña donde les proponemos un viaje. ¿Destino? El infierno. ¿Compañía? Un héroe y un villano. ¿Regresaremos?

El simplismo gráfico, uno de los toques de Mignola. Fuente.

La mentira de Roger Stern y Mike Mignola

Qué inteligente fuiste siempre, Roger Stern, y cómo supiste engañarnos para regarlanos lo mejor en cada historia. Cuando alguien se acerca a Triunfo y tormento puede esperarse un cómic de superhéroes. Nada más lejos de la verdad. En realidad, este tebeo va sobre nosotros mismos, nuestros miedos y nuestros propios demonios. 

La premisa parece curiosa, pero no del todo llamativa a simple vista: un viejo augur llama a todos los hechiceros del mundo para enfrentarse en una serie de pruebas y decidir quién es el más poderoso. En esta ocasión, el Doctor Extraño deberá luchar contra alguien inesperado: el Doctor Muerte, dictador de Latveria y villano del Universo Marvel.

Tras una ardua y espectacular batalla (mucho mejor que esas peleas larguísimas y faltas de emoción que llenan números y números ahora), descubrimos los verdaderos motivos que llevan al Doctor Muerte a entablar combate con los otros grandes de las fuerzas místicas: no quiere dominar el mundo por la magia, quiere algo más humano e inesperado en alguien como él (¿el qué? ¡Lean este cómic! No me perdonarían si se los destripase).

Digamos que es entonces cuando Stern nos revela de qué va realmente Triunfo y tormento, de un viaje al infierno protagonizado por dos eternos antagonistas en busca de salvar el alma de una mujer condenada por Mefisto.

Una obra dinámica y entretenida, con mucho contenido (como son los buenos cómics), que consigue un acabado visual espectacular, y que se hace imprescindible: todo fan de los cómics debería tener. No solo porque es una gran aventura del Doctor Extraño, sino porque es uno de los mejores tebeos jamás escritos sobre el Doctor Muerte.

En la obra hay más duelos que solo los mágicos. Fuente.

Bajo la máscara de Muerte

Haciendo el cómic perfecto del Doctor Muerte, Roger Stern se cargó a Von Muerte. ¿Por qué? Porque es un personaje que aquí está tan bien definido, gusta tanto (pese a ser un villano… o tal vez, un incomprendido) y es tan increíblemente inteligente, que pocos guionistas podrían usarlo de nuevo sin fastidiar lo contado aquí (sí, te lo digo a ti, que aunque me caigas bien, Brubaker, tus Libros de Muerte que solo sirven para destripar esta fundamental obra). Seguramente, si los universos cómiqueros fueran extremadamente coherentes, Von Muerte nunca perdería porque tiene todo planificado y solo es parte de su victoria, lentamente planificada.

Si juntamos Emperador Muerte y Triunfo y Tormento, seguramente tendremos en nuestras manos dos de los tebeos más grandes jamás creados sobre el mayor villano del Universo Marvel. Porque Víctor Von Doom no es ese zoquete que cruza muchas veces el Universo Marvel fardando de ser el más listo y perdiendo siempre en combates estúpidos. No. Este Víctor Von Doom es el que hizo que el personaje se encumbrase: un dictador capaz de usar su tecnología para mantener a su país Latveria como uno de los mejores de Europa, un hombre que utiliza su armadura como segunda piel, un espíritu vengativo que busca justicia para la mujer que más ha significado para él, alguien que no necesita que Mefisto le regale el mundo porque eso para él sería un insulto, un villano que nunca pediría ayuda y un guerrero curtido en el campo más complicado: la mente.

Uno de los duelos épicos de Triunfo y Tormento. Fuente.

La edición de Triunfo y Tormento

publicada por Panini.

Fuente.

Por su parte, Mike Mignola muestra muchos de los rasgos que luego definirán su obra más conocida: Hellboy. El autor, que por aquel 1989 aún firmaba como Michael Mignola, consigue gracias a Mark Badger una obra con una fuerza gráfica única a la que se suma un brillante coloreado que dan a toda la novela gráfica un tono de cuento clásico. Todo esto le da a Triunfo y Tormento un aspecto visual no solo bueno, sino único. Una aventura supuestamente de superhéroes, pero que es más bien una historia de fantasía sin mayas ni uniformes pijameros. Puede que el talento de Mignola, aún por perfeccionarse, eche algo para detrás al lector ajeno, pero el ávido de algo nuevo le encantará sin duda, a la vez que el estilo de escritura de Roger Stern, el autor que se ganó a toda una generación con aquel número de El chico que coleccionaba Spider-Man.

Por su parte, la edición que publicó Panini este 2013 es bastante correcta, siguiendo el formato de 78 páginas con tapa dura. Contiene una introducción de Celes J. López, pero carece de la hecha por John Byrne para una de las versiones anteriores. Una pena. Al menos, es un tebeo asequible: once euros por una buena historia, buen dibujo, sin erratas ni fallos graves.

No hablo de que te leas Triunfo y Tormento si te gusta o no Muerte o el Doctor Extraño. No te hablo de que te lo tengas que leer porque seas un Marvel zombi. Te digo que deberías leerlo porque es sin duda una de las mejores obras que se han escrito en el noveno arte.