Criaturas de la Noche recoge dos relatos de Gaiman, adaptados por Zulli. Fuente. |
«Noctívago: [persona] Que tiene tendencia a realizar actividades durante la noche, en especial si son diversiones o si son actividades que normalmente se realizan durante el día»- Diccionario Oxford.
Neil Gaiman es uno de los grandes contadores de historias de nuestro tiempo. No digo nada nuevo, pero creo que sí habría que añadir que, más allá de sus grandes obras, es capaz de relatarnos pequeños cuentos con un talento que hace que permanezcan en el alma de sus lectores. Eso me ha ocurrido con la relectura de Criaturas de la Noche. En esta adaptación de dos de sus relatos, percibimos ese narrador tan propio de las historias cortas del escritor de Coraline, American Gods o Los hijos de Anansi. La voz de Gaiman es la de un narrador de historias que se sienta a nuestro lado y, en la noche, junto al crepitar del fuego de una hoguera, nos confiesa una historia largamente perdida.
El encargado de darle sentido a esta historia es el dibujante Michael Zulli quien da vida a los dos relatos cortos que componen Criaturas de la noche. Zulli ya había colaborado con Gaiman en Sandman, la obra emblemática del escritor inglés, y aquí aporta su estilo único para componer estas dos oscuras melodías que funcionan entre la ensoñación y el cuento tradicional. El trazo de Zulli es perfecto para aportar esa atmósfera onírica, ya que conserva el lápiz y aplica un coloreado que recuerda a la acuarela o al uso de técnicas que nos hacen pensar en colores pastel. Si una obra de Gaiman cuenta con Zulli, es una obra que hay que leer.
Los gatos protagonizan la primera de las dos historias de este volumen. Fuente.
Dos sinfonías nocturnas
La primera historia se titula El
precio. Trata sobre un escritor que vive en el campo y un hecho
insólito relacionado con sus gatos. Cada verano, nuevos gatos llegan a su hogar
y su familia y él los cuidan. Un día, llega un felino que recuerda a una
pantera, a un trozo de noche que ha cobrado vida. Lo extraño es que, cada
noche, el minino sufre heridas. Cuando el escritor lo aparta del resto de los gatos
para cuidar de él, se percata de que varios sucesos trágicos le ocurren a su
familia: él pierde el contrato para adaptar una novela para la BBC, su mujer
sufre un accidente de tráfico, su hijo se pelea con su mejor amigo… En el
momento en que el gato se recupera y vuelve a dejar que se pasee como desea (y
las cosas empiezan a ir mejor a toda la familia), el escritor decide vigilarlo
para saber qué es lo que lo ataca cada noche. La respuesta a ese misterio
hará que el autor dude sobre si realmente quería descubrirlo. ¿Qué es el gato?
¿Qué es aquello que lo ataca? ¿Qué han hecho para merecer a este felino de la
guarda y cuánto tiempo seguirá con vida? Muchos recordaremos Un sueño
de mil gatos, que uno de los mejores capítulos de Sandman
era aquel donde se proponía contarnos qué hacían los gatos durante la noche,
así que este cuento, nos reconduce a otro hecho que bien podría haber sucedido
en el universo de Morfeo.
La segunda historia es La hija de los búhos, que utiliza la técnica del relato enmarcado dentro de otro (técnica utilizada por Henry James en Una vuelta de tuerca, por ejemplo). Un editor le pide a uno de sus escritores un relato y este decide contar una historia que oyó mucho tiempo atrás, sobre una niña que fue abandonada y maldecida por ser considerada una hija de los búhos. Cuando la cría crece y se queda sola en un viejo monasterio, los hombres del pueblo deciden atacarla y cumplir con sus más crueles instintos… Pero la noche guarda sus propias armas y la venganza siempre ha sido fruto de la oscuridad. Aquí Gaiman demuestra una vez más que su carrera ha estado dedicada al amor por contar historias, a realizar una historia sobre las historias, y eso siempre es mágico cuando tras la pluma está el escritor de Portchester.
Ejemplo del trabajo de Zulli en la segunda historia. Fuente.
Las dos historias fueron editadas en un único tomo de tapa dura: Criaturas de la Noche, editado por ECC Ediciones. No cuenta con extras, pero al menos podemos disfrutarlo de tenerlo en físico tras varios años desaparecido de nuestras estanterías. Como vemos, son dos sencillos relatos que harán las delicias de los lectores habituales del autor. Sin duda, dignos de Gaiman. Todos aquellos que hayan leído obras como Objetos frágiles, Humo y espejos o Material sensible (tres de sus colecciones de cuentos) sabrán cómo Gaiman hila este tipo de historias con una cuidada prosa y ese sentimiento de confesión que ahoga al narrador y al propio lector.
Pero ya es tarde… Pronto se pondrá el sol y las sombras tejerán su telaraña. Si usted alguna vez se ha perdido en la melodía nocturna y se considera a sí mismo un noctívago, Criaturas de la noche es una obra perfecta para deambular en esos hechos que solo ocurren cuando el sol se oculta.
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