Hay que reconocer que las CLAMP consiguen el efecto que quieren en Miyukichan in the Wonderland: que todo parezca un sueño surrealista, además de confundir al lector al pensar si van realmente en serio o todo es más simple que el mecanismo de un cubo y a los lectores como un servidor les gusta sacar doble sentido a todo o ser simplemente un mal pensado con capacidad de psicoanalizar personajes. Vaya, que supone un reto leer esta obra.
Satsuki Igarashi, Nanase Ohkawa, Mick Nekoi y Mokona Aapapa (las componentes de CLAMP a grandes rasgos) se embarcan en esta obra en una odisea por un mundo de los sueños en los que se mezcla humor, sensualidad y sexualidad a la par que uno se queda perplejo. La historia va de una sufrida adolescente (Miyukichan, evidentemente), que se ve hundida en diversos mundos imaginarios, entre ellos por el que toma nombre: el universo mil veces referenciado de Alicia en el País de las Maravillas y Alicia a través del espejo y lo que encontró allí de Lewis Carroll, todo ello desde una perspectiva macabra y sórdida cargada de sensualidad.
No vamos a entrar a hablar de la figura de Carroll, tan controvertida por algunos, pero sí en que la obra de Las CLAMP consigue ese efecto que lograba la obra original y no es precisamente ser una metáfora matemática. ¿Cuál es ese efecto? Muchos lectores sacan nuevos significados a quizás algo que no es excesivamente complejo. Ya saben como somos, buscamos explicación a todo.
Eso sí, no nos imaginamos al apocado profesor de matemáticas con este tebeo donde coloca a varios de sus personajes como mujeres ligeras de ropa que proponen a su protagonista algún que otro juego que más que peculiar es sexual o sórdido. No es raro ver cómo el Conejo Blanco, la Reina, el Gato y tantos otros seres escapados de Carroll se convierten en figuras hipersexualizadas, semidesnudas a excepción de cuero y largas botas de tacón. Las CLAMP estuvieron tan sembradas aquí como cuando decidieron la forma en la que se "encendía" la androide de Chobits.
A partir de un dibujo con la estética manga más que asumida (que peca de cierta tosquedad narrativa en algunas páginas) y un guion compuesto de tramas cortas que buscan la sátira (repetitiva, a veces, en su estructura), se nos cuenta cómo Miyukichan siempre conoce a extrañas criaturas en sus sueños: siempre mujeres, ligeras de ropa y que no tardan en ofrecerse sexualmente a la joven, a la que siempre quieren desnudar. Y Miyukichan grita que no, que así nadie querrá casarse con ella el día de mañana. Desconcertante, uno no sabe si las CLAMP van en serio e intentan vender una ideología algo rancia o excitar al personal. A saber. Quizás eso es algo que decide el lector.
Una historia como pueden ver de lo más sórdida (ella es menor) y surrealista que parece ir realmente sobre una chica que tiene que aceptar su sexualidad y, si nos ponemos en plan Freud, su lesbianismo. No hay nada de malo en eso, aunque el mensaje no se sabe si es humorístico, erótico al estilo Lost Girls de Moore y Gebbie o qué otra cosa.
No es la primera vez que las CLAMP tiran de la sexualidad y el erotismo enmascarado bajo sonrisas, pero para un servidor sigue siendo algo que me confunde y me inquieta. Lo mejor es su agilidad a partir de la simpleza (demasiada simpleza), que lo hace leerlo en un santiamén, aunque se tarde mucho más en buscarle un mensaje, una hipótesis de porqué esa pobre chica mezcla el sexo lésbico con el cuero y con juegos en los que no quiere participar aunque esté tentada, aunque parece que todo será una cuestión de tiempo.
Exagerada y surrealista Miyuichan in the Wonderland es una bizarrada de las CLAMP que ofrece ciertas lectura por las que vale la pena, pero a cambio nos dejará con una desconcertante sensación de no saber si nos ha gustado ni cómo termina, si Miyuichan podrá casarse (su sueño con el que nunca sueña) o unirse al edén de las chicas sadomaso que impregnan su imaginación. Si es más feliz en el segundo caso, perfecto. Sé feliz. Nosotros intentaremos serlo. Dulces sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes comentar mediante nick, anónimamente o con tu cuenta de correo o similar. No almacenamos ninguna información.
¡Muchas gracias por tu comentario!