Existe una fascinación en
el ser humano por contar historias y explicar el mundo a través de fuerzas de
poder incomprensible. Son esos relatos contados alrededor de hogueras desde el
principio de los tiempos, los mitos y las leyendas, los que buscan explicar un
mundo incomprensible. Una de las sagas más grandes es El Anillo de los Nibelungos,
que fascinó a Wagner y Tolkien, y que ahora es recogida en cómic bajo el nombre
de Siegfried
por Alex Alice.
En esta
segunda parte de las aventuras de Sigfrido, nos encontramos con uno de los
elementos más importante de la saga: la Valkiria, emisaria de los dioses y los
muertos, y cómo es condenada por interferir en la vida de los mortales por un
padre todopoderoso, Odín. Al mismo tiempo, el joven héroe atraviesa bosques
oscuros y montañas (que, en realidad, son gigantes), guiado por cierto
nibelungo con el que no se lleva muy bien, para llegar hasta las tierras de un
temible dragón. El destino de los personajes va dirigiéndose hacia un
inexorable final, como todas las vidas.
Siegfried, el héroe de la historia. |
Al ser
la segunda parte de una trilogía, el peso de ser solo un intermedio es
demasiado amplio y, aunque la historia avanza, no termina de satisfacer del
todo, pese a las aventuras que viven los personajes y la tragedia entre dioses
que empieza a hilarse debido a la aparición de una criatura antigua que ve el
futuro.
La
narración no decae ni la fascinación al descubrir esta versión del mito, pero
las letras son superadas por la calidad del dibujo de Alex Alice, que nos da grandes
páginas llenas de un trazo mágico y fascinante, como tuvo que ser escuchar por
primera vez aquellos cuentos y mitos, alrededor del fuego donde brotó la
imaginación. De eso va Siegfried, de la fuerza de las leyendas y cómo guían
nuestra vida.
La trilogía completa. |
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