Imagen libre de derechos. |
“El recuerdo es vecino del remordimiento”- Víctor Hugo.
No quiero saber nada de ti. No quiero volver a soñarte nunca más. Sólo pido que dejes de existir para mí y no regreses para torturarme. ¿Es tan difícil eso?
Cada noche, sueño contigo ¿entiendes? Estás ahí, tirado en el suelo y me atraes hasta ti para que te bese y te odio por eso. Lejos de intentar huir de tus labios te beso repetidamente y después sonrío. Es entonces cuando me doy cuenta de que te ocultas tu rostro, culpable, para que no sepa quién eres, pero lo sé… ¡y tanto que lo sé! Te odio tantísimo…
Quiero a otra persona, soy feliz en mi nuevo mundo y no deseo volver a encontrarte, pero estás cada noche esperándome en el reino de los sueños para torturarme y procrear tu imagen como un virus. Eres un monstruo.
Quiero olvidarte completamente, no quiero de ti ni el más feliz de los momentos, cuando ya todos son amargos. Si eres un rayón en mi mente, desearía borrarte completamente y, si me es imposible y queda marca, coger ese papel, arrugarlo y arrojarlo a la basura. No vales más que para eso, para atormentar, pero me libraré como sea de ti y todo lo que me hiciste. No te quería y te dejé, ¿por qué vuelves?
Deseo que desaparezcas para siempre y mi psiquiatra me ha dicho que la mejor forma es dejarte claro lo que pienso, cerraré el candado de la puerta de mis recuerdos contigo y desaparecerás. Estaré en paz.
Por eso, ahora que te he visto en esta estúpida calle, voy a decírtelo…
— ¡Hey! Quieto, para… que te pares… Bien, sí… Sé que no quieres verme, yo tampoco quiero verte… ¿Sabes? Quiero que desaparezcas para siempre… Me he obsesionado contigo, ¿entiendes? Tengo sueños contigo todas las noches. ¿Sueños? No, no… ¡Pesadillas! Me veo a mí y a ti. Te beso y ocultas tu rostro y… Dios, cómo… ¿Por qué? ¿Eso te vale de algo? ¿Ocultarte? ¿Quieres que no me dé cuenta de que eres tú? Quiero que esto termine definitivamente. Olvídate de mí y yo me olvidaré de ti, haremos que cada uno no exista para el otro y no tendré más pesadillas. ¿Entendido? ¿Me vas a olvidar? Di que sí, por favor.
Él se mostró confuso antes de responder:
—Pero ¿tú quién eres? ¿Nos conocemos de algo?
“Lo que no se convierte en recuerdo, no fue”- Antonio Porchia.
Hey!!!
ResponderEliminarCómo estás? Espero que muy bien!!
La verdad es que me he leído tu relato y sinceramente me gustó muchísimo!!
Está muy original! Hay gente que está loca simplemente, como ésta chica, que el chico ni la reconocía... Pero al menos a la chica no le dio por asesinarle o algo por el estilo...
No se, noto que este comentario me ha salido un poco soso, espero escribir otros mejores!^^
Bueno, hasta pronto!! Sea muy feliz!
Elsbeth Silsby.
Hey, Els.
ResponderEliminarLa verdad es que debes ser la única persona que has leído el relato. Por cierto, si quieres sumarte al grupo de gente que crítica, te ruego que busques algo más propio y no lo que ha dicho anteriormente otra persona en otro post. ¿Vale? Si criticas, crítica tú. Sin ofender.
Muchas gracias por tu comentario y por tu opinión.
Bueno la verdad no es la única que lo ha leído, la verdad me gusto, un muy buen relato !
ResponderEliminarSaludos, Anónimo.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario.
Me alegro muchísimo de tu opinión y gracias a ti y a los que se han pasado por aquí por animarme =)
Hasta pronto.
De nuevo, siento haber estado varios días fuera de circulación por mi pueblo.
ResponderEliminarVisitas, ya se sabe.
En fin ¿Qué decía? Vamos, tacharla de loca directamente me parece un poco fuerte. Los límites de la mente y del sentimiento son tan frágiles y difusos que uno nunca sabe cuando está empezando a mostrarse enfermizo.
También podría ser que, si bien para ella él era algo muy importante y su recuerdo se había atravesado en su mente con tanta fuerza, para él ella no fuese más que otra de tantas. Eso es tan común hoy en día, con tanta gente a nuestro alrededor... nos cruzamos con tanta gente que la mayoría sólo se borran sin dejar nada con el paso de los años.
Es triste pensar que en cambio para ti si que se han quedado anclados en algún lado.
Pero supongo que el sentido que querías darle sólo lo sabes tú.
Si hay algo que he aprendido es que lo mágico de la literatura es que es capaz de conectar con los recuerdos y sentimientos de gente que ni conoces, al igual que ignoras que puede que le haya pasado algo parecido a lo que relatas, que tu personaje tenga el mismo color de ojos de alguien a quien ama o diga su misma frase de saludo.
Pero eso. Lo que tú crees que significa, el sentido que tiene para ti es solo tuyo.
Saludos, Misery.
ResponderEliminarNuevamente, me alegro de que hayas regresado y mis ideas de que había espantado a todos los seres vivientes que pasaban por el blog hayan desaparecido.
Parto de tres opciones posibles y como eran tres, decidí que cuando acabase el relato siguiesen siendo tres y fuera cada uno de los lectores quien decidiera su final. Tenemos la opción de ella está loca (estuve a punto de poner esto, pero dije que era demasiado... simple), la otra es que él la hubiese olvidado (completamente) o que él le respondiese eso para que a ella le doliese realmente (ésta me parece tan cruel que me llega a gustar). ¿La respuesta correcta? Las tres, tú eliges.
Sobre los cambios que para ti sí que se han quedado anclados en algún lado y los que no, nos ocurre a todos y es triste, pero pienso que, de vez en cuando, hay que huir de todo lo triste, lo máximo que sea posible.
Desde luego, es lo que le dije anteriormente y que decía el gran Pratchett: crear personajes que recuerden al lector a gente que conoce.
Así que el sentido que quería darle es básicamente que cada uno le diese el que quisiese.
Muchísimas gracias por su comentario y su opinión.