Imagen libre de derechos. |
Ella lo sabe. Es el momento de terminar con toda esa basura.
Ella es una chica joven, inteligente y guapa. Casi un estereotipo de lo que cualquiera busca ser o encontrar. Por tanto, ella no tiene por qué estar perdiendo el tiempo con un idiota. No sabe qué pudo ver en él en su día… O creer que vio.
Cenan en su casa. Es territorio hostil, pero ella no teme. Sólo desea marcharse de allí y no volver nunca a esa pocilga. Es el momento de decir adiós definitivamente. Ella cierra los ojos y se prepara. ¿“Será coser y cantar”?
No lo parece.
No quiere comer. Le hubiera gustado llegar y marcharse, pero él ha insistido. Ha preparado una pizza que sabe sospechosamente como las de la pizzería de la esquina. Es todo tan triste y vulgar allí. Ella no quiere eso.
Come el primer plato con desgana, buscando la manera de decirlo, pero siente que no puede. Hay una especie de barrera, un miedo, algo que no la deja.
¿Está haciendo lo correcto?
Callándose no, tiene que decirlo.
Pero ¿y si nadie la quiere y se queda sola para siempre?
Como decía su tía: “Más vale sola que mal acompañada”. Su tía murió siendo una soltera amargada que entrenaba langostas para un circo que nunca hizo. De vez en cuando, tenía golpes de lucidez, como morirse antes de montar el circo.
Se centra de nuevo en el presente. En su plato hay una alita de pollo barata a la que le ha hecho una autopsia con una cuchara, sin saber muy bien qué hacía.
Cualquiera se hubiese dado cuenta de que pasaba algo, menos él, que se comía todas las alitas de pollo como si fuese el fin del mundo.
Era tan repulsivo…
Era tan sordo a veces…
Fue eso lo que, aparte de arcadas, le dio valor a ella para decirlo:
—He estado pensando en lo nuestro. Creo que no funciona. Sinceramente, no sé si es por ti o por mí, pero creo que deberíamos empezar a vernos con otras personas y… dejar esto… No sé… Es lo mejor para los dos a largo… a corto plazo.
Ella guardó silencio. No sabía si levantarse o hacer cualquier otra cosa. Él seguía como si nada, comiendo. Ella se alegraba de que fuese así. No quería escenitas, pero, pensándolo, le daba pena que ese año hubiese significado tan poco para él. Al menos, no tenía que aguantar lágrimas y así ella aprende que algunos hombres son felices con alitas de pollo, que puede morirse todo el mundo y si le das un par de ellas, se quedan muy felices. Como si fuesen perros.
Entonces, él gruñe, lanza el hueso al suelo (aunque no tiene perro ni nadie que le soporte) y farfulla:
—Hummm… Perdona, nena, no te estaba escuchando. ¿Quieres más vino?– y sacude el tetrabrik como si fuese una botella del mejor vino del mundo y el fuese el mejor hombre del mundo
Yo sólo puedo decirle que he perdido el tiempo, que se vaya a la mierda, que me olvide, que es un gilipollas… Pero mi boca escupe otras palabras:
—Sí. Por favor. Sí. Voy a necesitarlo.
Nunca confío demasiado en su tía loca.
Ella sólo piensa: "Tenía que decirlo: adiós, cariño".
Pero donde nace, muere.
No logra decirlo.
Que Dios nos asista.
Hey!!
ResponderEliminarMe parece tan mal que exista este tipo de gente en el mundo y que una buena persona termine con alguien como él, que pasa de todo, es tan triste...
Pero, pasa... Es horrible que te pase o que le pase a alguien cercano a ti...
Y no sé, para vivir con una persona así yo prefería vivir sola.. Aunque esa chica tenía miedo a quedarse sola el resto de tu vida...
Pero sinceramente creo que es preferible no perder la esperanza de habrá alguien que te trate mejor y que realmente signifiques algo para ella...
Bueno, creo que con eso más o menos sabes lo que me pareció tu relato...=)
Así que sea feliz :D
Besitos
Yo.
Hey, Els.
ResponderEliminarConsidero que en el mundo ocurren muchas cosas tristes además de estas. Supongo que soy el único que le quita hierro a un relato que me ha salido más triste de lo que pretendía, pero creo que ha quedado bien.
El miedo a quedarse solo es algo que destroza a mucha gente, a demasiada quizás.
Me alegro de lo que te pareció el relato en cuanto a su temática.
Hasta pronto y gracias por el comentario.
Yo también creo que en el mundo hay cosas peores que esta de las que preocuparse. Más que nada,porque esta es elección de uno mismo que se podría remediar con un poco de valor. Cierto es también que parece que se necesita más valor del que pensaba cuando la gran mayoría de parejas que conozco están juntas por un motivo parecido. Como si el estar solo fuese un fracaso que hay que darse prisa en remediar, incluso aferrándose a un clavo ardiendo (y mira que con 20 años, a ver quien piensa que se va a quedar solo... pues parece que sí la mayoría de la población).
ResponderEliminarEvidentemente la culpa es de ella, que en muchos casos es un él. Pero yo es que soy muy radical porque no suelo creer en el amor y esas cosas...
Me parece que me voy a quedar para entrenar langostas xD
El miedo a quedarse soltera en el siglo XIX lo entendería, pero hoy en día cualquiera puede hacer millones de cosas sin tener necesidad de nadie. Es preferible a limpiar las manchas de salsa de las alitas de pollo dela alfombra.
PD: De Christopher Moore quizás su mejor libro es "Un trabajo muy sucio". Su forma de contar las cosas recuerda mucho a un guión de Kevin Smith
ResponderEliminarEn mi opinón el miedo a quedarse solo, es razonable.
ResponderEliminarPor otro lado, aunque en parte considero que es culpa de la chica, ella, he tenido el valor de decirselo, aunque no de repeteirselo. De todos modos, bastante se esta castigando la pobre, al final las cosas caen por su propio peso.
Saludos, Misery.
ResponderEliminarCreo que el miedo a quedarse solo es algo que nos acompaña sí o sí, estemos en la época en la que estemos, más que nada, básicamente, porque nos acompaña casi por instinto.
Sé de mucha gente que va de pareja en pareja sólo porque tiene miedo a estar solo y que, cuando no puede encontrar a alguien, empieza a darse cuenta, extrañamente, de que puede ser su fin aunque, claramente, no lo sea. Quizás es que dependemos demasiado de los demás en este aspecto.
Creo que toda relación se puede terminar, tanto con valor por parte de ella como de él. Si ya no disfrutamos ¿por qué debemos estar torturándonos? Considero que es incluso un gesto respetuoso.
En cuanto a la radicalidad del amor no existe y demás, yo la sostuve durante mucho tiempo... La sostuve, en pasado xD Así que me alegro de que haya alguien que sostenga esas ideas, Misery, aunque tenga cuidado por si cae.
Muchísimas gracias por su comentario y su opinión, además de que me apunto su recomendación del libro de Christopher Moore. Gracias =)
Saludos, Will09.
ResponderEliminarDesde luego opino que el miedo a quedarse solo, como le dije a Misery, es algo muy razonable, aunque como todos los miedos, tiene tener algunos límites.
En cuando a la chica, creo que sí, que ha tenido valor para decirlo una vez, quizás no para repetirlo, pero si ha podido una vez, creo que podrá otra o, tarde y temprano, como has dicho, caerá por su propio peso.
Muchísimas gracias por tu comentario y tu opinión =)
Creo que yo también comparto la opinión de aquellos que ya han comentado por aquí.
ResponderEliminarEs realmente triste que haya gente así, que se torture por cosas que a simple vista para algunos, puede parecer insignificante.
Estar en pareja es algo más que algo por el cual no te sientes solo, sientes otro tipo de cosas y no es un consuelo para que puedas pensar en un futuro un tanto más bonito. Yo también conozco gente que anda enganchado a otra por evitar la soledad, y si, esta es cruel y dura, pero creo que hay otras formas para no encontrarse con ella no?
Si ha esa mujer ha sido capaz de decirlo una vez puede que lo haga otra, pero siendo humana tiene también bastantes papeletas para volver a decir lo mismo y que la situación no cambie.
Saludos de Señora Anónima Mortal
Creo que yo también comparto la opinión de aquellos que ya han comentado por aquí.
ResponderEliminarEs realmente triste que haya gente así, que se torture por cosas que a simple vista para algunos, puede parecer insignificante.
Estar en pareja es algo más que algo por el cual no te sientes solo, sientes otro tipo de cosas y no es un consuelo para que puedas pensar en un futuro un tanto más bonito. Yo también conozco gente que anda enganchado a otra por evitar la soledad, y si, esta es cruel y dura, pero creo que hay otras formas para no encontrarse con ella no?
Si ha esa mujer ha sido capaz de decirlo una vez puede que lo haga otra, pero siendo humana tiene también bastantes papeletas para volver a decir lo mismo y que la situación no cambie.
Saludos de Señora Anónima Mortal
Hola, Señora Anónima Mortal.
ResponderEliminarCreo que hubo un par de problemas con su último comentario, pero creo haberlo arreglado.
Supongo que más o menos, con este relato hemos alcanzado el quorum, para bien o para mal, quién sabe.
Mucha gente a nuestro alrededor parece anclada en un estado cercano a la normalidad que, desde su interior, se cae a cachos, pero nosotros no estamos en su interior. Es triste, pero a menudo, lo que nos hace felices o triste es lo insignificante.
Considero que hay muchísimas personas de los dos lados de los que me habla, pero ¿cómo cambiarlo? ¿No es el ser humano así, tan dependiente? Por eso, creo que hay que saber cuándo caminar solo.
Yo espero por este personaje que acabe lo mejor posible igual que cualquier persona que se vea reflejada. Siempre espero ayudar.
Muchísimas gracias por tu comentario y hasta pronto, Señora Anónima Mortal =)