¿Qué pensó George R. R. Martin cuando escribió la Boda Roja?

 


«Es la escena más difícil que he tenido que escribir en la vida. Sucede cuando ya llevas unos dos tercios del libro, pero me la salté cuando llegué a ella. Al final el libro estaba terminado, pero todavía me quedaba ese capítulo. Y entonces lo escribí. Fue como asesinar a dos hijos tuyos.

Cuando se publicó la novela recibí un montón de correos electrónicos -y todavía los recibo- diciéndome: «Te odio, cómo has podido hacer algo así, no voy a volver a leer tus obras jamás». Otros me dicen: «Tiré el libro contra la pared y una semana más tarde volví a cogerlo y es lo mejor que he leído hasta ahora». ¿Qué se le contesta a alguien que te dice que no va a volver a leer tu libro? La gente lee libros por distintos motivos. Eso lo respeto. Hay quienes leen en busca de consuelo. Algunos de mis exlectores me han contado que su vida es complicada, que su madre está enferma, que se les ha muerto el perro y que leen ficción para escapar. No quieren que algo horrible les dé una patada en la boca. Y en esos casos, lees cierto tipo de ficción en la que el chico siempre consigue a la chica, ganan los buenos y te reafirmas en la idea de que la vida es justa. Todos necesitamos algo así a veces. Pero ese no es el tipo de ficción que yo escribo, en su mayor parte. Desde luego, «Hielo y fuego» no es eso. Mi saga intenta ser más realista acerca de lo que es la vida. Contiene alegría, pero también dolor y miedo. Creo que la mejor ficción es la que captura la vida con todas sus luces y sus sombras».

George R. R. Martin sobre La Boda Roja.

Cita extraída de Todos los hombres deben morir de James Hibberd.

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La Boda Roja marcó un hito tanto en los libros de Canción de hielo y fuego como en la adaptación, Juego de Tronos. Fuente.

En las últimas semanas, he estado viendo de nuevo Juego de Tronos y he estado leyendo Choque de reyes (la segunda parte de la saga) y Todos los hombres deben morir (el libro sobre cómo se hizo la serie), y me encontré con esta interesante cita de George R. R. Martin sobre la Boda Roja, el odio de los lectores por golpearles con sus historias (y sus violentos giros) y sobre cómo en ocasiones es necesario plantear lo funesto que es el mundo también en la ficción, por mucho que el lector prometa que jamás volverá a leerte, tire el libro o piense en qué necesidad hay de leer obras sobre lo horrible que es el mundo (cuando ya todos somos conscientes de ello).

Todo este tema me ha recordado a que llevo rumiando desde hace meses que la necesidad de buscar esperanza en la ficción también es legítima, no es infantil y tampoco es simplista. Es legítima, porque todos tenemos el derecho de buscar un motivo para seguir. No es infantil, porque el deseo de supervivencia nos acompaña siempre. Y tampoco es simplista, porque todo es tan oscuro a nuestro alrededor, que el verdadero esfuerzo está en encontrar algo de esperanza en el horizonte.

Otro George, aunque en este caso apellidado Lucas, hablaba sobre cómo concibió Star Wars como una obra sobre la esperanza para los más jóvenes. En los últimos meses, que no han sido los mejores meses para mí, me he aferrado yo también a este anhelo literario, aunque tenga otras obras pesimistas escritas o por escribir. La ficción ha sido mi tabla de salvación. No ha sido por escapismo, sino por supervivencia.

Puede que, en ocasiones, haya sido tajante sobre el abuso del cinismo o el pesimismo en la literatura. Y aunque puedo matizar mi postura hacia lo que algunos considerarán realismo, seguiré huyendo del falso “grimdark” de otros autores que creen que con violencia, palabrotas y tragedias ya están creando grandes historias que, en el fondo, tienen el mismo guion que una de las pelis de Cannon para Charles Bronson. Creo, no obstante, que sí hay obras como Canción de hielo y fuego que pueden retratar lo más oscuro de nosotros mismos y es justificable, aunque también, doloroso. Pienso que George R. R. Martin no es un escritor de grimdark sin más, es un buen escritor. Escribe lo que escribe con un motivo más allá de la arcada.

En ocasiones, como lectores o receptores de una obra artística, también necesitamos el golpe del que nos habla Martin. Puede que, cuando estemos mejor, cuando podamos encajar mejor el mazazo. No creo que la crueldad de Martin fuese gratuita, sino necesaria para el tipo de historia que él quería escribir. Quería provocar la catarsis del lector mediante lo doloroso. Canción de hielo y fuego no es una gran saga solo por la Boda Roja, sino también por otros elementos. De lo contrario, sería como otros autores de grimdark que solo buscan lo polémico.

Entiendo a George R. R. Martin y creo que, en este punto, es legítimo lo que hace (¿cómo no iba a serlo?), aunque también entiendo al lector que le duela (aunque no leemos para conformarnos con nuestra realidad, sino para desafiarla y desafiarnos. A veces, desafiarnos para ver el mal; otras, para ver un bien inusual). De todos modos, escuchamos y contamos historias para que estas no mueran sino para que pervivan en nosotros y demos respuesta a por qué seguimos respirando, ya sea desde la esperanza o la desesperanza, pero siempre desde el deseo de buscar sentido y nuevos relatos que contar, relatos que capten las luces y la sombra de la vida... y la muerte.

4 comentarios:

  1. Como lector, lo entiendo. Y tiene sentido que mueran personajes en esa saga, que conozco por la serie.
    Pero a veces me molesta. Me he enojado con Bradbury, por matar a cierto personaje, en algún cuento de Crónicas marcianas. Que no es Usher II, en ese cuento las muertes tienen sentido.
    Y me he enojado con Asimov, por cierto personaje que muere en Hacia la Fundación. Aunque parece algo necesario para la trama. Aunque hay un detalle para el final...

    Saludos.

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    Respuestas
    1. Creo que a todos nos duele que maten a nuestro personaje preferido, pero la vida mata también a muchos seres que queremos. ¡Gracias por el comentario!

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  2. Precisamente por eso me enamoró tanto "Canción de hielo y fuego", porque es una danza de luces y sombras, como la vida misma, creo que su grandeza está ahí, en esa combinación de llanto y risa. La catarsis en la literatura es algo que me gusta aplicar a lo que escribo. Al igual que tú, opino que Martin no es gratuito, hay momentos, por terribles que sean, que son necesarios para contar todo lo que viene después, sin ese hilo esencial, el resto del tapiz se desmoronaría, por mucho que nos duela leer ciertas escenas.

    A su vez, la búsqueda de consuelo en la literatura es igual de legítima, los libros siempre nos ayudan a aceptar la realidad, a comprenderla y, a veces, nos permiten tomarnos un descanso de ella. Es uno de los mayores consuelos, sumergirnos en la magia de una buena historia.

    Lamento que hayas pasado unos meses duros.

    Como siempre es un placer leerte.

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    1. ¡Ana! Me alegro mucho de leerte. Muchísimas gracias por tu comentario y por tus palabras. Ahora todo marcha mejor. Aguardo que tú también estés bien.

      Sobre lo que me comentas, creo que sí, que "Canción de hielo y fuego" tiene cierta esperanza, pese a su aire duro y cínico en ciertos momentos. Martin busca plantearnos cómo la vida puede ser oscura y terrible, pero también alberga motivos por los que seguir adelante. El capítulo de la Boda Roja es también el capítulo en que Daenerys es llamada "madre" por los esclavos, por ejemplo.

      En cuanto a la búsqueda de aceptación de la realidad, la esperanza o la negrura que nos rodea es siempre legítima en la literatura, aunque también es legítimo que el lector busque cierto sentimiento en particular. Lo que no entiendo tanto es el prejuicio de que si algo es oscuro y cínico es mejor que si es esperanzador. El mundo es tan triste que, precisamente, hablar de algo esperanzador es más difícil.

      Muchísimas gracias como siempre, ¡a ver si hablamos!

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