Buffy, la cazavampiros fue la película que luego daría lugar a la serie, pero no entra en continuidad con esta. Fuente. |
Siempre que una película fracasa en taquilla y se anuncia un relanzamiento en formato de serie de televisión, veo que muchos se echan las manos a la cabeza y piensan que estarán ante algo aborrecible. Suele ocurrir la mayoría del tiempo, así que no es extraño. No obstante, hay una excepción que, como quien dice, justifica la regla y es el caso de Buffy, la cazavampiros de Fran Rubel Kuzui.
No, no hablamos de la serie.
Hablamos de un bodrio de serie B que nos lanzaron a la cara en 1992.
La calidad de imagen del gif es tan oportuna como la calidad de la película. Fuente.
Vampiros cutres
En 1987, The Lost Boys (Jóvenes Ocultos) arrasó al mezclar a los adolescentes con los vampiros (algo que ya había hecho de forma regulera Fright Night). Los chupasangres eran unas criaturas que habían vivido un revival gracias a películas como The hunger o La adicción, sobre todo porque en realidad se utilizaban para hablar de las drogas y las enfermedades transmitidas por la sangre. Así que a Joss Whedon se le ocurrió hacer una película de vampiros para adolescentes, pero donde la protagonista fuese la típica animadora que debería morir en la primera escena. Ella, una heroína improbable, estaba destinada a convertirse en la mujer que nos salvaría del apocalipsis vampírico.
En 1992 se estrenaba Buffy, la cazavampiros, escrita por Whedon y echada a perder por todos los demás. Las malas lenguas cuentan que Whedon, viendo cómo estaban destrozando su guion, se marchó del rodaje y no volvió. Se entiende. Años después, lograría crear una serie que se ha convertido en una de las más famosas y queridas de la televisión, pese a que, en los últimos años, haya estado rodeada de polémicas por el comportamiento de Whedon. Al menos, la serie era buena, cosa que no se puede decir de la película.
Si Ben Affleck es de los que mejor actúa, ya sabéis el nivel interpretativo de la película. Fuente. |
Aparte de que Fran Rubel Kuzui demuestra por qué solo ha rodado dos películas (y en esta contando con su marido como productor), toda la premisa cae por los suelos: el marco mítico de una cazadora que se enfrenta a los vampiros cae en un teatrillo cutre e insoportable (atentos a los flashbacks...) y si hay algo que sea más de cartón piedra que los escenarios, son sus actores. Kristy Swanson posee el mismo rango de expresividad que una caja de cartón; Luke Perry hacía el mismo papel de adolescente de cuarenta tacos; Donald Sutherland, celoso de su hijo y de The Lost Boys, hace el pazguato inventándose los diálogos; Rutger Hauer seguramente estuviese pendiente de su cheque, y Paul Reubens... ¿Qué decir de este señor? Si ya era insoportable como Pee-wee, aquí es insoportable como un vampiro que lo mejor que hace es morir en una de las escenas que tiene el dudoso honor de ser de las más patéticas y risibles de la historia del cine. Ojo, que también los directores de casting tenían visión de futuro y se lucieron dándoles papeles secundarios a Hilary Swank y Ben Affleck, quienes años después ganarían un Oscar (las ironías de la vida). También aparece David Arquette haciendo a la perfección su papel de grimoso escapado de Fright Night, mientras que su hermana Alexis tiene un cameo.
Los primeros '90 eran los peores '80. Solo hay que ver el vestuario. Fuente. |
Solo para muy fans
Llega
un punto en que, después del partido de baloncesto con el jugador vampiro, ya ni
siquiera la propia película se toma en serio a sí misma y empieza un despiporre
tan disfrutable como echar una siesta o morirse. Es como si se hubieran dado
cuenta de la tontada que estaban haciendo y hubieran decidido que iban a ser serie
b de verdad… con el problema de que se acercan peligrosamente a la z. Muchas de
esas escenas merecerían convertirse en gifs o vídeos que compartir para
demostrar que nuestro carisma en base a reírnos de los defectos de otros sigue
intacto. Al final, hace más gracia la serie de sketches que acompañan los créditos que los pretendidos gags del film.
Ya sea porque la fotografía nos recuerda a una teleserie noventera (mala) o porque todo destila una torpeza narrativa que nos hace pensar que tanta improvisación y exigencia de los actores sepultó algunas perlitas del guion de Whedon, Buffy, la cazavampiros (la película) solo tiene interés para un público muy concreto: el que disfrutó de la serie y quiere saber de donde surge. Si alguna vez haces algo terrible, Buffy, la cazavampiros te demuestra que, si le das una segunda oportunidad, quizá tendrás suerte.
Para el público que solo quiere ver una película mala, dudo de que esto sirva para algo, porque es hasta aburrida, pese a grandes (y por "grandes" entendamos "infames") escenas como el baile ridículo en la cancha, el jugador de baloncesto vampiro y las tontadas de Rutger Hauer, muy lejos del Roy de Blade Runner y también de una carrera como actor de verdad.
Si a todo esto añadimos la música insoportable de Carter Burwell (que se veía que ya ensayaba para Crepúsculo), nos encontramos con una película que exige que apaguemos todas nuestras neuronas y la veamos para saber que siempre hay esperanza para una mala película si se convierte en una serie de televisión. Al menos, todo esto de Buffy, cazavampiros (la película) podría ser peor: podría ser Crepúsculo.
Póster de la película de Buffy, la cazavampiros. Fuente. |
- Título original: Buffy, the Vampire Slayer
- Año: 1992
- Duración: 86 min.
- País: Estados Unidos Estados Unidos
- Dirección: Fran Rubel Kuzui
- Guion: Joss Whedon
- Música: Carter Burwell
- Fotografía: James Hayman
- Reparto: Kristy Swanson, Luke Perry, Donald Sutherland, Rutger Hauer, Paul Reubens, Hilary Swank, David Arquette, Natasha Gregson Wagner, Ben Affleck
- Productora: 20th Century Fox
- Género: Fantástico. Terror
- Grupos: Buffy, cazavampiros
- Sinopsis: La rubia y enérgica Buffy es la típica animadora de instituto, su meta es "casarse con una estrella de cine y morir", y nada se le pone por delante cuando va de compras. Pero todo esto cambia cuando un extraño hombre le informa que está predestinada a convertirse en una cazavampiros. Con la ayuda de un rebelde romántico, Buffy dedicará sus noches de colegio a proteger la ciudad de Los Ángeles de Lohtos, el rey de los vampiros. (FILMAFFINITY)
No recuerdo tanto en la película.
ResponderEliminarCuando la pasaron por TV, me gustó o no me disgustó.
Aunque me he ido vuelto más exigente. La serie me sorprendió. Y la actriz me pareció mejor que la de la película.
Los chistes suelen tener sus riesgos en las películas, de que haya escenas ridículas, olvidables.
Interesante reseña.
Saludos,
La serie es fantástica, la película es... bueno, es. ¡Gracias por el comentario!
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