En momentos en que la amargura y el cinismo forman una dictadura, una sonrisa es un acto de rebeldía o, al menos, eso quiere expresar Brandon Sanderson en El Imperio Final, el primer volumen de Nacidos de la Bruma (Mistborn), una de las sagas de la que más se habla en la fantasía en los últimos años. Sobre reír ante la adversidad, hace poco lo hablaba con mi pareja para explicar por qué el protagonista de Vikingos, Ragnar, siempre está con una sonrisa en la cara. Puede ser por eso (o eso o el actor Travis Fimmel se lo está pasando pipa, que no lo niego).
Volviendo a Sanderson, hace mucho tiempo, leí Elantris y, quizá por la traducción, las interferencias editoriales en aquella primera edición o porque no era el mejor momento para leerla o por ser la primera novela de Sanderson, no me dijo demasiado, pero tras recibir tantas recomendaciones sobre Nacidos de la Bruma y El camino de las reyes, he empezado ambas historias y me he topado con citas curiosas como esta. Pienso que hay que darle más de una oportunidad a ciertos autores antes de descartarlos (esto es un consejo lector, aunque no lo parezca).
Espero completar ambas obras (¡aunque son muy largas!) y seguir con sus sagas si me siguen gustando, porque en estos momentos donde la amargura, el cinismo y la ignorancia forman una dictadura, leer e imaginar suponen un acto de rebeldía.
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