Espirales que conducen a un vacío interminable. Imagen de dominio público. |
Alguien que escuchase esta canción en 2016 y no supiera quiénes son sus autores podría pensar que está ante un tema de corte punk, incluso como un primer paso al metal. Sin embargo, esta furiosa música fue creada por Los Beatles en 1968 y sí, está adelantada a su tiempo, y no es raro que haya marcado una época, dentro y fuera de la música.
El tobogán de Helter Skelter comienza con un Paul McCartney buscando un nuevo sonido, explorando las venas del rock para cortarlas, hacerlo renacer después de su suicidio, llevarlo más lejos de lo que nadie lo ha llevado hasta ahora . Para ello se dispuso a caer por ese helter skelter, por ese descontrol, que hace que sea uno de los temas eternamente actuales de Los Beatles.
Se cuenta que la primera versión duró casi treinta minutos, pero nunca se ha escuchado y muchos piensan que es un simple mito avalado por páginas como Wikipedia, pero cuando gente como McCartney cuenta que acabó afónico tras esta canción uno lo cree y espera algún día escuchar ese delirante rito que llevaron a cabo es lunáticos de Liverpool.
Paul está enfadado en esta canción, grita furioso revelando que él quiere superar a The Who. Todo surge de la rivalidad con la otra banda y una entrevista que Paul lee donde los componentes de The Who dicen haber hecho una canción sucia, ruidosa, potente. Los críticos avalaban. I can see for miles de The Who. Paul quiere jugar en su terreno, hundirles y ganarles. Paul está cabreado, él también cae por ese tobogán lleno de fuerza, energía y poder que entrega el sonido de The Who a los altares y Paul ha decidido llevar a los Beatles hasta ese trono y demostrar que no es el suave, el romántico, el enternecedor Paul. Él es un chico malo y tú, chic@, vas a descubrirlo.
Tobogán de sexo y mito
Cuando uno descubre la letra de Helter Skelter encuentra también varios significados, como solo se hace en las buenas canciones. Nos podemos quedar con alguien lanzándose enamorado por un tobogán. No, no nos satisface. ¿Y qué me dicen de alguien que cae en una espiral de decadencia por el amor? No está mal. ¿Y si hablamos de los primeros devaríos con el caos y las drogas? Ya empieza a encajar. ¿Y si hablamos de una pareja a punto de practicar sexo por primera vez? Para mí acertamos de lleno, aunque yo siempre he pecado de una mente algo sucia. Sí, chica, él quiere hacerlo. Sí, chico, ella quiere hacerlo. Caed por ese tobogán, levantaos, paraos, subiros... Hacedlo tantas veces como queráis, porque el éxtasis nunca hace rebosar la copa.
Aún así el significado es ambiguo, loco y mágico, siendo una de esas canciones que podríamos escuchar docenas de veces sin aburrirnos, con un sonido agresivo y duro que hace que el pobre Ringo Starr grite al final que le han salido ampollas en los dedos. Ringo, nuestro gran y desconocido crack, que sepas que ha valido la pena, que lo habéis bordado chavales, porque pese a todas las versiones que han hecho de este tema, ninguna supera a la original, a esa fuerza y mala leche que posee la original de Los Beatles.
Y puestos a marcar historia, la canción forma parte del histórico disco doble The White Album, que jugaba ya desde su portada con el carácter trangresor de una música que ha marcado a docenas de fanáticos desde entonces. Dear Prudence, Ob-La-Di, Ob-La-Da, Wild Honey Pie, Hapiness is a warm gun, Martha my dear, Piggies, Blackbird, Sexy Sadie, Revolution 1, Cry Baby Cry, Revolution 9… Dos grandes temas más se grabaron en aquellas sesiones, pero no se incluirían hasta más tarde y sí, habló de Hey Jude y Across the universe. Maldita sea, nos obligáis a querer más.
Por desgracia, esta canción se uniría a la trayectoria del psicópata Charles Manson y sus adeptos, que dijeron haberse inspirado en la canción para asesinar a los invitados y la propia actriz Sharon Tate, pareja de Roman Polanski, que estaba embarazada de ocho meses. Según Manson, pensaba comenzar así una guerra entre razas que acabaría con el apocalipsis y él buscaba salvarse así, con su paranoia y la de sus seguidores. En la pared dejó escrito con sangre Pig y la palabra War, el primero basado en Piggies, otro de los temas de Los Beatles. Una de las seguidoras intentó escribir Helter Skelter, pero puso Healter Skelter. Una muestra más de cómo ni Manson ni sus fanáticos supieron entender la canción y la tergiversaron para justificar su bazofia de pensamiento violento de un Manson que no cometió ningún crimen directamente, sino que manipuló al resto para que cometieran los asesinatos por él.
Lástima que una canción que no tiene nada que ver con un crimen se convierta en supuesta inspiración para uno, recordando al desgraciado Chapman y su obsesión por El guardián entre el centeno de J.D. Salinger, igual que el nazismo se “inspiró” en Wagner o Nietzsche. Chorradas para que una mente estúpida intente justificar sus siniestros actos por lo que han hecho auténticos genios.
Un servidor, como tantos otros fans, nos quedamos con el lado bueno de esta auténtica locura de canción, que forma parte de mis favoritas de Los Beatles junto a esa maravillosa Strawberry fields forever. Si no existieran Los Rolling Stones y su Sympathy for the devil, creo que mi canción favorita del rock de esta época sería Helter Skelter, por méritos propios, por sus logros, hallazgos y maestría que tantas décadas después siguen emocionándonos. Eso es de grandes, para mí Paul McCartney le ganó la partida a The Who y su I can see for miles. Espero que nadie me guarde rencor.
Todos tenemos ese tobogán y esa espiral esperando abrirse bajo nosotros.
No la hagamos esperar.
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