La matrícula que llevan vuestras pesadillas. Fuente. |
¿Qué es lo que hace que la Navidad sea maravillosa, si solo es adornos, oropel y falsedad envuelta en papel de regalo? ¿Qué harías si pudieras evitar pensar en ello y solo centrarte en esa falsedad? ¿Le venderías tu alma al diablo por ello? ¿Y si tuvieras el don de encontrar lo que se ha perdido? ¿Incluso la verdad? ¿Qué pasaría si te topas con un auténtico monstruos? NOS4A2 se hace algunas de esas preguntas a lo largo de sus páginas, que coronan a Joe Hill como uno de los escritores de terror y fantástico a tener en cuenta.
NOS4A2
trata del choque de dos seres y cómo ese impactó salpica de fuego, hierro y
sangre a todos los que lo rodean. Por un lado, tenemos a Charles Manx, un ser
capaz de alimentarse de la vida de otros, de un hombre que “salva” a niños
llevándolos a Christmasland en su Rolls Royce Espectre, mientras se sirve de
siniestros acompañantes como Bing, un hombre con una máscara de gas que se comporta
como Renfield con su particular Drácula. Su misión es rescatar niños. Y la
sangre que dejen a su alrededor no importa: el destino es llegar a la tierra de
la Navidad eterna. Por otro lado, tenemos a la joven Victoria McQueen, una niña
que descubre que tiene un don: cada vez que se monta en su bicicleta, si se
concentra, es capaz de cruzar un puente imaginario que la lleva hasta un lugar
donde encontrará algo que ha perdido: una pulsera, un peluche, un gato o una
joven bibliotecaria tartamuda, Maggie, que le revelará la naturaleza de su don
y cómo este podría consumirla. Y un día, porque Vic busca problemas y sabe de
la naturaleza del Espectro, los caminos de ambos impactan en una terrible
colisión que lo cambiará todo. ¡CRASH!
En pos de la tierra de Navidad
NOS4A2 no solo tiene una premisa llamativa, sino que es una gran obra. Es estupendo cómo Joe Hill sabe hacer saltos temporales desde el presente hasta el pasado, a la vez que nos muestra a ese monstruo que ha torturado a una persona y a esa persona que ha intentado olvidarlo como sea, incluso dándose a las drogas y las adicciones. No hay mucha felicidad a lo largo de las páginas, mientras Victoria crece, tiene un hijo (al que llaman Bruce Wayne, su padre es un friki) y ella recibe llamadas de unos siniestros niños que la acusan y la culpan de haber perdido a su padre, a Charles Talent Manx. Hay instantes realmente terroríficos donde nos sentimos como la propia Victoria, intentando escapar de una pesadilla a la que tendrá que hacer frente como sea, incluso cuando surgen monstruos como Bing o gente que no la cree, como la propia policía. Y Joe Hill sabe narrarlo a la perfección, construyendo personajes muy humanos, con los que el lector puede sentirse identificado, en sus mejores y peores momentos, porque al final no deja de ser la historia de una madre intentando encontrarse a sí misma, hallar a su hijo perdido y proteger lo que eso significa de monstruos como Charles Manx.
NOS4A2
se compone de buenos personajes y buenas escenas, y eso en un libro que toca el
género de terror hace que haya instantes escalofriantes en los que no sabemos
si seremos capaces de seguir leyendo, como cuando descubrimos el destino de
Hopper, el perro. Y aunque la primera mitad es sobresaliente y la segunda
parte, con el tema del FBI, decaiga un poco, siempre se rescatan algunos
instantes, frases y situaciones que convierten a Hill en uno de los escritores
más prometedores de la actualidad.
Otra de las portadas del libro de Hill, en este caso centrada en el Espectro. Fuente. |
No
obstante, el estilo de Hill, a través de diferentes relatos y obras como
Cuernos, ha ido evolucionando hasta ser uno propio y, aunque deudor de su
padre, también se ven otras influencias y él sabe cómo darle su propio tono a
cada una de sus aventuras. El escritor dice que, a menudo, se inspira en el
tema The kids from yesterday de My Chemical Romance a la hora de componer esas
historias nostálgicas que salen de su pluma y, sin duda, es cierto. Pocos
autores saben mezclar humor, sordidez y drama como lo hace el escritor
estadounidense. Y lo demuestra una vez más en NOS4A2, uno de esos libros que
revientan en tu cara por la originalidad de los primeros cientos de páginas
donde nos presenta un concepto y unos mundos magistrales y que otros
juntaletras solo podemos envidiar.
Hay que hacer hincapié en la visión sobre la Navidad que nos otorga Hill a lo largo de sus
páginas. Es interesante cómo un momento tan feliz del año (al menos, para
muchos) es capaz de mostrarnos su lado más siniestro. Ya lo hemos visto en
otras obras y es que el concepto de que un señor o varios nos visiten una vez
al año para darnos lo que nos merecemos, bueno o malo, puede llevar a que
imaginemos que esas figuras en la oscuridad son monstruos como el propio Manx.
Por ello, de un modo vibrante, como una buena motocicleta, Hill nos conduce por
ese reino de Navidad donde hay árboles cuyas bolas son cabezas decapitadas,
donde los niños esperan con grandes colmillos para hincarnos el diente y se
escuchan villancicos aunque sea verano. Una visión similar a la Navidad de
Halloweentown de Pesadilla antes de Navidad, pero con un autor que está
dispuesto a generarnos un par de pesadillas gracias al concepto de que el día
más feliz de nuestra vida se puede tergiversar para transformanos en monstruos a
su servicio, porque ¿qué no harías porque tu vida fuera siempre la mejor Navidad que
viviste?
Portada de la versión española de la novela. Fuente. |
Por
otra parte, Hill nos presenta un buen concepto, el de los paisajes interiores,
el de los mundos que surgen de nuestra cabeza: ¿qué pasaría si hubiera gente
capaz de cortar la realidad para llegar a un mundo interior donde todo es
posible? Puedes usar un Rolls-Royce para viajar a tu ciudad imaginaria. Puedes
usar una bicicleta para viajar por un puente imaginario a cualquier lugar y
encontrar algo que has perdido. Puedes utilizar unas piezas de Scrabble para
descubrir lo que está pasando o pasará. Son solo tres poderes, pero el concepto
bien podría dar para un par de novelas y, aunque NOS4A2 parece que será
autoconclusiva, el final se queda lo suficientemente abierto para que, quizás,
algún día, Hill haga una secuela, como su padre escribió Doctor Sueño, como
segunda parte de El Resplandor.
Por otra parte, se
agradecen los guiños a obras y cómics de temática fantástica que vemos a lo
largo de la obra, desde Firefly, pasando por Batman, Harry Potter, Coraline, El
Hobbit, Star Wars… y muchos más que se dan cita gracias a personajes como Lou.
Además, Joe Hill se permite algunos homenajes a la obra de su padre, con guiños
como el Hey yo Silver o el Circo de Pennywise.
Llamar la atención también sobre las ilustraciones de Gabriel Rodríguez que acompañan algunas partes del
texto como el inicio de cada una de las partes de la obra y que nos entrega una
visión siniestra que encaja a la perfección con el mundo concebido por Joe
Hill, Charles Manx, Victoria y el resto de los personajes que surgen a lo largo
de las setecientas páginas que componen NOS4A2.
NOS4A2
es una obra que nos hace buscar qué es la Navidad, qué es ser un monstruo, qué
supone un don y qué significa nuestra alma para nosotros mismos. Y todo eso,
envuelto en el papel de regalo sanguinoleto con el que Joe Hill nos sonríe. No
se la pierdan. Jo, jo, jo.
Por lo que cuentas parece interesante. Sin embargo creo que no leeré de momento nada más sobre vampiros a pesar de que éste me llama.
ResponderEliminarGracias por la reseña.
Si te sirve, esta obra tampoco son vampiros en el modo clásico de la palabra. Es más bien otra cosa y tan original como para merecer una lectura en estos tiempos de copias de copias. Ya me contarás si al final te animas.
Eliminar¡Gracias a ti por leer y comentar la reseña! Saludos.
La conocí a través de este cómic, y me encantaron las dos cosas. Una novela y un cómic que te enganchan y no puedes soltarlos hasta el final.
ResponderEliminarhttp://www.papelenblanco.com/.../wraith-espectro-joe-hill...
Necesito leer ese cómic. ¡Gracias, Kiko!
EliminarPrecuela. Pero muy buena.
Eliminar¡Genial! La historia de Manx me gustó bastante y la premisa de que haya gente con poderes que sea capaz de "cortar" la realidad me pareció una materia digna de ser explotada, con una riqueza tremenda. ¡Gracias!
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