Crítica de cine: X-Men: Apocalipsis, el ciclo del hastío interminable

X-Men: Apocalipsis, una nueva entrega de la franquicia mutante... ¿O la gota que colma el vaso? Fuente.
En un punto de X-Men: Apocalipsis, en una escena bastante prescindible (si no es para sacarle un doble sentido), los personajes discuten sobre Star Wars: El retorno del Jedi. El personaje de Jean Grey dice que la tercera es la peor. Y uno se pregunta si el director Bryan Singer le estaba enviando un dardo envenenado a Brett Ratner, director de X-Men 3, o a sí mismo con esta película, que es el cierre de esta segunda trilogía de X-Men. Seguramente, una vez terminada esta "adaptación" del primer mutante, uno siente que Singer ha hecho autocrítica de modo inesperado.

X-Men, X-Men 2, X-Men 3, Lobezno Orígenes, X-Men Primera Generación, Lobezno Inmortal, X-Men Días del Futuro Pasado, Deadpool, X-Men Apocalipsis… Los años pasan y las adaptaciones cinematográficas de los mutantes de Marvel, en las garras de Fox, también y un servidor se siente cada vez más desconectado de esta ¿saga? sin rumbo.

Algo me hacía temer que Apocalipsis sería una nueva muesca más en ese suelo donde no se cansa de estrellarse una saga que, para mí, ha perdido las virtudes de los cómics. Me explico: los X-Men surgieron como jóvenes con poderes que debían aprender a usarlos en un mundo donde eran odiados, pero, de un modo más sencillo, era una forma de plantear problemas como la marginalidad o el racismo a través de la fantasía.



Lo bueno de verla sin esperar nada es que, al menos, por mis bajas expectativas, creía que me lo iba a pasar bien… Pero me equivocaba: no hay ninguna escena que me emocione, no hay nada que me divierta, me canso de ver cómo me presentan cincuenta veces a los mismos personajes que ya conocía no de los cómics sino de otras películas, su cronología me importa bastante poco (qué malos tuvieron que ser los siguiente veinte años para Xavier y Magneto, tan jóvenes como en el 63, para que dos décadas después del 83, sean sus versiones más clásicas)… Y lo peor es que durante sus dos horas y veinte, no me entretiene ni un poco.

Lo peor es que el argumento, por manido que sea, hubiese funcionado si los personajes estuviesen mejor desarrollados, y no me vale que no tenían tiempo (dos horas veinte) y más cuando deberíamos haber visto a estos personajes desarrollarse en otras cintas. Si nos fijamos argumentalmente, solo Primera Generación supone cambios y avances en el tablero. En cambio, en Días del Futuro Pasado tenemos un reboot donde no sabemos por qué algunos de los personajes actúan como actúan y en Apocalipsis tenemos el bochorno de que el ego o los contratos hagan que personajes como Mística o Bestia tengan su forma humana como un seguro de no tener que pasar horas y horas volviéndose azules, mientras que Oscar Isaac, otro gran actor, se pasa todo el metraje con un maquillaje que sepulta su actuación y que tampoco está a la altura de lo que podíamos esperar a la hora de ver a Apocalipsis. Y en este ciclo de repetir historias sin innovar y que los personajes no estén desarrollados (sí, Júbilo salía en la película, ¿alguien se dio cuenta?), tenemos tramas que al final solo sirven para la batallita de rigor, en la que supuestamente tenemos que exaltarnos y yo solo miraba el reloj.

En cuanto a las interpretaciones, los actores hacen lo que pueden con el guion que les ha tocado, pero se nota ese cansancio de algunos de sus intérpretes. El cierto entusiasmo de actores como Michael Fassbender como Magneto y Jennifer Lawrence como Mística parece haberse olvidado. Y es una lástima, porque vimos que eran muy buenos en sus papeles. El único que parece algo entusiasmado con su rol es James McAvoy como Xavier, pero tampoco puede lucirse debido al millón de hilos, agujeros de guion y esa falta de ilusión que hace que yo mismo me distraiga y no piense en ello. Por la película, también se pasean otros actores desaprovechados como Nicholas Hoult (que ya no quiere el maquillaje de Bestia), Rose Byrne como Moira, Evan Peters repitiendo otra vez su escena de Días del Futuro Pasado (en esa constante repetición de la saga) como Quicksilver, Josh Helman como un prescindible Stryker, Sophie Turner como una Jean Grey que ojalá tuviese más minutos, Tye Sheridan sin poder salvar a su Cíclope, Lucas Till como Kaos (¿quién se cree su edad?), Kodi Smit-McPhee como un Rondador Nocturno que poco suma, Ben Hardy como ¿Ángel?, Alexandra Shipp como Tormenta (por si alguien quería saberlo) y Olivia Munn como Mariposa Mental (aún más desaprovechada por mucho que le pongan el uniforme de los cómics).

Si a esto agregamos que los efectos especiales creo que dejan bastante que desear y la música parece ser la típica de la saga, pero alejada de aquella que hizo tan especial a Primera Generación, pues ni siquiera puedes pasarte un rato viendo lucecitas o algo decente en la pantalla. Los guiños en los trajes, que duran nada, de poco me sirven al igual que (oh, novedad) el cameo de Lobezno, porque nada aportan salvo una condenada repetición que no me distrae, al igual que la época en la que transcurre el film: si los ’60 añadían detalles y subtramas, un rico contexto histórico a Primera Generación, los ’80 solo dan un vestuario. Y ya.

Visto a distancia, centrándome en esta maraña de películas, me quedo con X-Men: Primera Generación que, si bien tenía algunos de los pecados de la saga, al menos, pese a los cambios, era entretenida, emocionaba y siempre es agradable de revisionar, pero, claro, en aquella película teníamos a Matthew Vaughn, un director que cada vez me gusta más, y su guionista habitual, Jane Goldman. Aquí tenemos a Bryan Singer intentando salvar algo que él mismo hundió (¿Superman Returns? ¿Su marcha? ¿Alguien recuerda?) y a Simon Kinberg, que por mucho que vaya de arquitecto de la franquicia mutante en la Fox, parece no comprender lo que hace a estos personajes realmente interesantes: su carácter, no el número de explosiones que metas por segundo.

X-Men: Apocalipsis, por su fuerza en taquilla, no supone el fin del mundo ni del ciclo iniciado por un Bryan Singer que nunca entendió a los personajes, pero que visto lo visto, por la poca exigencia de algunos, está destinado a continuar, mientras otros nos consolamos en los cómics que Singer nunca parece haber querido entender.


2 comentarios:

  1. Me gustó ese chiste. Me recuerda a la discusión en Scream 2 sobre las segundas parte.

    Coincido en parte y en parte disiento. Podemos dejar de lado las películas de Wolversine solista, que recibieron los dardos de Deadpool, lo que suma puntos a esa película.
    Lo más molesto es la poca atención que le ponen a la continuidad, a otro nuevo origen de Angel, que haya había sido visto sumandose a los X-Men en la la tercer película de la otra trilogía. O el despertar del poder de Jean Grey, que en la otra trilogía se consideraba menos poderosa que los demás.
    El tema de que enfrenten Apocalipsis cuando son más jovenes creo que es otra falla. Después de haber enfrentado a unos de los mutantes más peligrosos, Magneto y Stryker son un peligro menor. Y Wolverine está de más con esa aparicióm fugaz, otro problema de continuidad desatendida. Hubo un viaje mental en el tiempo, que cambió las cosas, pero nadie lo menciona.

    Tengo dudas sobre si la tragedia de Magneto, el recurrir otra vez a eso, no es el equivalente de la muerte de los padres de Bruce Wayne, a la que se recurre frecuentemente en Batman.

    Y sin embargo, la película tiene su interés. Hay un villano muy bien planteado, tremendamente manipulador. La aparición de Tormenta, Storm, recuerda a alguna historia que se contó, en la serie animada de los 90, por ejemplo. Nightcrawler es un gran personaje, aunque desaprovecharon su relación con Mística. Ya que es sabido que es el hijo, por que tampoco fue usada esa historia en la otra trilogía, me parece un enigma.

    Por fin un personaje usa el traje como en los comics, me gustó Psylocke como villana. Podría pensarse en alguna reaparición.

    No me disgustó esta película.

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    1. Me temo que a mí no me llegó a gustar tanto como a ti. Esperaba simplemente que me entretuviera y no consiguió eso, en parte por las faltas de continuidad que ya no son tanto entre las películas, sino los motivos (esa Mística y ese Bestia que no se deciden si se aceptan o no).

      Además, la mejor escena, la del centro comercial, fue eliminada del montaje final. Al menos así, hubiera habido algo interesante.

      En fin, podría ser peor eso sí... Pero también mucho mejor.

      ¡Muchas gracias por el comentario!

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