Florence, la protagonista de The Odyssey. Fuente. |
"Cause I'm gonna be free and I'm gonna be fine
(Holding on for your call)
Cause I'm gonna be free and I'm gonna be fine
(Maybe not tonight)".
Delilah.
Esta semana ha cumplido un año How big, how blue, how beautiful de Florence + The Machine, que, como sabéis por cómo me empeño en decirlo cada dos por tres, se ha convertido en uno de mis discos favoritos, de una de mis bandas preferidas de los últimos años.
El pasado domingo (no fue premeditado) me vi la película creada por Vincent Haycock a partir de los videoclips del disco, titulada The Odyssey, y coescrita por Florence y quería compartirlo, porque, si os gusta la buena música, el cine experimental y otras claves artísticas, creo que sabréis disfrutarlo.
Portada de How big, how blue, how beautiful. Fuente. |
La muerte, el tormento, la personalidad rota, el amor que se quiebra, la redención, la religión, la tormenta, la melancolía... Muchos de los temas fetiches de aquella niña que jugaba a ser bruja cuando era adolescente, Florence Welch, se repiten a lo largo de estos casi cincuenta minutos, donde destacan incluso los temas sin música, porque Welch es un torrente de voz que se acopla a la perfección al resto de la "máquina".
Si a esto sumamos que la película, visualmente, es bastante potente, no solo por la trama (abierta también a posibles lecturas) y la música como hilo conductor, sino por su exquisito uso de la fotografía, que recrea el anochecer, el atardecer y la lluvia con una magia que la haría digna de verse en algunos cines (como se ha hecho fuera de nuestro país).
Los símbolos se repiten a lo largo de The Odyssey. Fuente. |
Recuerdo el año pasado, usándolo de banda sonora mientras terminaba la corrección de Devon Crawford y los Guardianes del Infinito. ¡La primera de mis novelas que imprimí para pillar erratas! ¡Cómo ha pasado el tiempo! Y ahora, un año después, estoy haciéndole otra corrección a la historia, pero ya mi mirada está centrada en este uno de julio. Es fantástico ver cómo, a veces, asociamos la música y la literatura.
Desde entonces, y escuchándolo sin parar (en los mejores y en los peores momentos), siempre he encontrado en la música de esta banda una forma de continuar y, si eso no la hace perfecta para mí, no sé qué la hará. El mundo sería demasiado cruel y triste sin música.
Todos nos encerramos en una tormenta, en una odisea, y elegimos nuestro camino. The Odyssey es un buen comienzo de todo este caos y su posible redención.
La expiación de Florence y cualquier de nosotros, uno de los temas del film y el disco. Fuente. |
No me gusta demasiado este tipo de música:(
ResponderEliminar¡Un beso y felices lecturas!
Cuestión de perspectivas y de probar otros géneros.
Eliminar¡Gracias por el comentario!
¡Saludos!
Carlos, años después he dado con tu hermoso blog y tu forma de ver la música, y Florence es una de mis personas favoritas en el mundo, encuentro una conexión con ella muy grande, gracias por escirbir esto, un saludo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu comentario. Siempre me alegra conocer a más seguidores de esta genial banda y que tienen una conexión con su música. Gracias a ti por comentar. ¡Saludos!
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