Worst X-Man Ever: el mejor cómic de X-Men en años

Portada de Worst X-Man Ever. Fuente.
Imaginad esto:
“Despertamos serpenteando en el llano. Llegamos a nuestra plenitud al mediodía en el desierto. Languidecemos en la tarde entre montañas. Y morimos en el ocaso del valle de los huesos”.
El equipo tras la miniserie. Fuente.
Pensad ahora que, a partir de esta metáfora sobre la vida, empezamos a hacer una saga del llano, una macrosaga de las montañas, dos crossovers del valle de los muertos y eliminamos de la continuidad el desierto para volverlo un mundo helado y, después, otra vez un desierto (al ver que no vendemos). Bien, la metáfora casi desaparece y nos fijamos más en lo superficial que en lo que va más allá. Esto le ha pasado en innumerables ocasiones a los X-Men, dando igual su cabecera. De pronto, estaba demasiado anclada en su propia mitología como para recordar que nació siendo un cómic que trataba sobre la marginalidad, la juventud y afrontar nuestro compromiso con el mundo.

Sin embargo, la miniserie Worst X-Man Ever nos recuerda de qué va realmente X-Men y nos entrega uno de los mejores tebeos escritos sobre lo que supone la juventud, el poder, el destino y la desmitificación de los personajes.


Extra-ordinario


No cabrees a Logan. Fuente.
Esta miniserie nos cuenta la vida de Bailey, un chaval que jamás ha conseguido encajar en el instituto. Es un pringado casi sin amigos, nulo para los deportes y los estudios, que afronta su vida más o menos como puede. Y eso en un mundo como el Universo Marvel, donde siempre habrá un millón de héroes y villanos con poderes con los que te superan. ¿De qué te sirve ser el tipo más rápido del mundo si existe Quicksilver/Mercurio? ¿De qué te sirve ser valiente si siempre estará por ahí el Capitán América? ¿De qué te sirve ser inteligente si siempre habrán genios como Bestia? Es curioso, porque ¿qué te pasa cuando eres mediocre entre los tuyos y entre los héroes?

Es entonces cuando Bailey descubre que los X-Men quieren hacerle una prueba para determinar si es un mutante. Bailey enloquece. ¡Por fin se codeará con los X-Men! ¡Por fin su vida tiene una razón de ser! Ya puede ir pensando en su uniforme, en sus poderes, en su nombre de combate, en las sagas que protagonizará…

Pero, por desgracia, Bailey descubrirá que ser un X-Men no conlleva un gran poder; es más, podría conllevar tener el peor superpoder de todos los tiempos y aún así ser un mutante cuando el destino juega en su contra. 

Ese es el punto de partida de Worst X-Man Ever y es, sin duda, un cómic imprescindible para cualquier fan de los superhéroes, de Marvel y de las buenas historias en general.
Algunas batallas pueden ser muy diferentes a las soñadas. Fuente.

Destruyendo los mitos


No creáis que Worst X-Man Ever se queda en la autoparodia o en la sátira, sino que también se permite un par de licencias a la hora de reflejar el Universo Marvel, también a los mutantes, y regresar a la metáfora sobre la adolescencia y la marginalidad que eran los cómics de X-Men antes de anclarse en complicadas y rebuscadas cronologías. Aquí es más importante decidir el destino de Bailey, saber si traicionará a los mutantes y a sí mismo, que el nuevo ataque de algún villano de turno.

Esta visión desmitificadora está presente, desde ese Logan dando clase y advirtiendo a los alumnos de que no se vuelvan malvados porque sí o ese pase del protagonista por las diferentes cabeceras, sin olvidar a un Gambito al que le van las jovencitas, un Charles Xavier que es un fracaso, un Magneto que es un chiste y un Cíclope que... Bueno, es como Cíclope siempre ha sido.

Magneto, siempre buscando adeptos.
Fuente.
Aparte de una estupenda historia con humor y humanidad, como habréis visto, también hay una reflexión sobre los cómics y se consigue gracias al personaje de Miranda, una de las mejores mutantes que han aparecido en los cómics recientes. Esta adolescente negra y con sobrepeso tiene el poder de hacer que lo demás se desvanezca y la realidad cambie, según quiera (un poder demasiado grande para algunos como Bestia que justifican la continuidad de los cómics y del mal). Ese personaje no solo da explicación a por qué personajes como Iron Man no envejecen sino cómo estos cambian incluso cuando se trasladan a la gran pantalla. Nada obligaba al guionista a incluir a Miranda, pero consigue, si cabe, un resultado todavía mejor.

Eso me hace recordar... No sé cuánto tiempo llevaba el guionista Max Bemis planeando esta historia, pero se nota su ánimo y sus buenas ideas, porque no deja títere con cabeza.

Un apartado se merece el dibujo, con un estilo propio fantástico, que pega a las mil maravillas con la historia y pone a Michael Wlash en el objetivo de cualquier aficionado al mundo del tebeo.

Si tuviera que ponerle algún pero, sería que es una obra que se hace corta. Muy corta. Me hubiera gustado leer durante años cómics de esta calidad, pero como dice el optimista, lo bueno si breve, dos veces bueno. Un gran consuelo.

Pese a su nombre, Worst X-Man Ever ha demostrado ser uno de los mejores cómics de mutantes de los últimos años, uno de los mejores cómics en general y una joya que debería estar en cada estante para realzar que el mundo del tebeo aún tiene mucho que decir, porque todos somos como Bailey y todos podemos ver más allá de la metáfora.

Las batallas heroicas pueden no ser tan heroicas en la realidad. Fuente.

2 comentarios:

  1. Precisamente ese tratamiento de lo marginal fue lo que me hizo acercarme hace años a X-Men y me alegra saber que esa esencia impregna las páginas de este cómic (otro más para añadir a la larga lista de pendientes).

    Coincido contigo, algunos volúmenes de este universo parecen estar desligados de ese germen presente en las primeras entregas.

    Veo que Magneto sigue haciendo de las suyas ^^

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    1. Lo disfrutarás bastante. Es uno de esos cómics que un lector aficionado, un lector esporádico o un nuevo lector puede disfrutar, porque narra una historia que va más allá de sus páginas. Y sí, por suerte recupera esa sensación de marginalidad que siempre han tenido los mutantes.

      Y sí, a Magneto se le retrata de una forma bastante realista en este cómic. No hay espacio para los héroes en estas viñetas. Y sí para los villanos.

      ¡Gracias por tu comentario! ¡Un saludo!

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