“La tinta que fluía a las páginas en blanco era lo que me sostenía, mi gota a gota, mi única escapatoria para no derrumbarme. En ese momento entendí algo sobre mi marido escritor que hasta entonces no había sido capaz de comprender. Vislumbré el acto de escribir como una escapatoria directa y muy eficaz al dolor. No tenía ninguna intención de publicar este escrito; no pensaba en un público. Simplemente tenía que escribirlo, o si no lloraría y no podría controlarme. Experimenté por primera vez la realidad física de lo que se tiene al entregarse al acto de creación como una trampilla para escapar de una realidad insoportable.
Si dejaba de escribir y me ponía a pensar, arrancaría a llorar sin parar y me volvería loca, así que mantuve el bolígrafo encima del papel y apenas lo levanté durante todo el viaje”.
AMANDA PALMER,
El arte de pedir.
Fuente. |
No, no lo sé. Solo puedo hablar de mí en este punto.
Lo que sí sé es que yo me he sentido perdido, mal, hundido, desmotivado..., y lo único que me ha servido es crear, escribir..., aparte de disfrutar de algún libro, película o lo que sea ajeno. Sin arte, la vida no serviría porque no hallaríamos sentido ni goce a la mayoría de las cosas.
A veces, el dolor puede producirlo escribir: sentir que no llegas a tu público, temer que no valgas como escritor, temblar ante lo que estás haciendo...
Pero es lo único que queda y Amanda Palmer lo ha captado con este fragmento de su libro.
Le doy gracias.
Que talento. Le doy toda la razón. Escribir es algo necesario para poner las emociones en lo escrito, para soportarlas mejor. Incluso se plantea que no se puede, o es dificil, escribir sobre la felicidad.
ResponderEliminarInteresante cita.
Sí, como tú pienso que Amanda Palmer acierta de lleno en algo que veo que más de uno hemos sentido alguna vez. Ya lo decía Neil Gaiman cuando falleció su padre, que escribir fue entonces su forma de escapar más clara y creo que eso se transmite aquí y muchos lo hemos sentido.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Quiero protestar. No puedo leer tu novela en Wattpad porque exigen registrarse para leer. Me parece injusto. Protesto.
ResponderEliminarEn diciembre saldrá la edición especial en Amazon. Otra opción.
EliminarYo también me he sentido así, he tenido varios pequeños "despertares" a lo largo de mi vida y esta verdad siempre se ha reafirmado, el arte me ha salvado, me salva y siempre me salvará. Me ayuda a entenderme a mí, al mundo, a los otros... a construirme.
ResponderEliminarPor cierto ya he llegado a la mitad de "Zen en el arte de escribir" en concreto a la parte en la que habla de la máquina de escribir alquilada para dar forma a Fahrenheit 451 ^^ Este libro es pura maravilla, cuánto me alegro de no haber seguido esperando e hincarle el diente.
Lo de la dieta de la Musa me pareció fascinante, que es lo que nosotros hacemos, aunque yo nunca lo había llamado de este modo. Eso sí, era consciente de que se trataba de algún tipo de alimento.
¡Abrazos!
Amanda lo entendió en el acto.
Al final, me estoy dando cuenta por las reacciones de por aquí y de las redes sociales que el acto de crear como salvación no es tan extraño como podía llegar a pensar y es otra justificación más para la defensa del arte.
Eliminar¡Genial lo de El zen en el arte de escribir! Es un libro que se lee muy rápido y anécdotas como la que cuentas, la de la máquina de escribir, son de esas que se te quedan grabadas. ¡A mí me encanta! Y espero que lo disfrutes muchísimo.
Ah, Bradbury es genial. Sus reflexiones sobre la musa son tan estupendas como las de King sobre la caja de herramientas. Creo que si estos dos libros no consiguen que te pongas a escribir como loco, nada lo consigue y si escribir es salvarse, es más motivo aún.
¡Muchísimas gracias por tu comentario!
Wawww!!!! *_*
ResponderEliminarLo sé. Esta artista es genial :)
EliminarY a cada fragmento que subes me dan más ganas de leerlo!
EliminarMe alegro mucho, espero que te guste tanto como a mí, que me lo acabé ya (la semana pasada) y me dejó con fragmentos como este que pienso tenerlos muy bien guardados :)
EliminarLa de veces que me siento reflejado en esas palabras. ¡Lo comparto, compañero!
ResponderEliminarNo me extraña, todos nos hemos sentido así. Comparte sin duda :)
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