Stoker, la belleza de lo horrible

“A veces hay que hacer algo malo para no hacer algo peor”

India Stoker.

Nietzsche decía que si miramos al abismo, el abismo nos devuelve la mirada. Stoker lo demuestra.

Guiño a American Gothic de Grant Wood.

Esta película es la demostración de que una idea que puede servir para un telefilm de sobremesa, puede convertirse en una obra de arte si está dirigida por un director sobresaliente - el coreano autor de la Trilogía de la Venganza: Park Chan-wook- y escrita por un guionista inesperado, Wentworth Miller (el Michael Scotfield de Prison break… ¡En serio!).

La historia es básica: los Stoker sufren la pérdida del cabeza de familia, su esposa Evelyn (Nicole Kidman) y su hija India (Mia Wasikowska) empiezan a intentar arreglar sus vidas hasta que reciben la inesperada visita del tío Charlie (Matthew Goode). La oscuridad de esta familia no tarda en desbordarse. Park Chan-wook aprovecha y reflexiona sobre algo importante: el origen de la maldad en el seno de la familia, un lugar que debería ser reconfortante y feliz, pero pocas veces lo es.

Genialmente interpretada por un frío Matthew Goode, una oscura Mia Wasikowska y una frívola Nicole Kidman, Stoker se convierte no solo en un thriller de hermosa manufactura e intensas escenas, donde lo de menos es pensar en el cómo o el por qué (véase a un tío Charlie omnipresente), en lo rocambolesco de todo. Lo mejor es dejarse llevar por todo, siendo acompañados de una fotografía y escenografía sobresaliente y una música de Clint Mansell que demuestra que es el mejor generando inquietud (aunque antes estuvo Philip Glass metido en el proyecto).

India Stoker, el fin de la inocencia.

En su primera película en Estados Unidos, el director Park Chan-wook no sacrifica el talento demostrado en otras de sus obras como es el caso de Oldboy. Cada escena es representada de una manera imaginativa. Park Chan-wook es lo contrario al típico director artesano, porque este autor se detiene y piensa de qué manera mostrar cada escena (ya sea por el montaje o los recursos visuales) que aportan a la cinta un aspecto hermoso cuando se tratan de hechos oscuros como crímenes.

Añadir que Stoker ha sido una pequeña joya que ha tardado en salir, debido a que fue incluida en la famosa lista negra de guiones que nunca se llevarán a la gran pantalla debido a la temática que toca o el temor a que no recaude suficiente. Esto le hace pensar a cualquier espectador avispado cuántas grandes películas estarán esperando en esa lista que revoca el arte para conceder todo a la economía y es que el cine para muchos es un negocio actualmente, por suerte, no para Park Chan-wook que lo sigue considerando un arte.

Stoker trata sobre la sexualidad, la muerte de la inocencia, la locura, la violencia, la brutalidad, la obsesión y el nacimiento de la monstruosidad. ¿Resultado? Una de las películas más perturbadoras de los últimos años.

En definitiva, una grata sorpresa; Stoker representa lo mejor del cine de Park: lo impactante, simbolista y cruel.

El simbolismo de Chan-wook.