17-08-2012
Imagen de dominio público. |
Armado con una batidora, fue corriendo contra el coche que venía hacia él.
¿Y quién era él? Era un robot, enviado del futuro para liderar la revolución de las máquinas. Lo había visto claro.
Lo que no vio fue cómo el automóvil le aplastó al pasar por encima de él. Los ojos le saltaron con gran rapidez, de ahí su carencia de visión.
En su mirada se quedó grabada la imagen que desembocó en todo aquello: estaba escribiendo un comentario troll en la entrada sobre las leyes de la robótica y salió el típico captcha. Se equivocó tres veces. No era humano, era un robot según las leyes de aquel despojo del Test de Turing.
Las fantasías del nuevo androide no tardaron en combinarse para hacerle creer que era un Terminator de baratillo. Un humano que soñaba con ser una máquina.
Es lo malo de dejar puesta la tecla de mayúsculas del ordenador.
Al menos, él supo lo que era. ¿Quién sabe qué somos?
Interesante microrrelato. La robótica es un tema muy bueno, que curiosamente, siempre sirve para reflexionar acerca de la humanidad...
ResponderEliminarHola, superñoño
EliminarMe alegro de que te haya gustado esta ironía sobre la máquina. Algún día, eso sí, me deberéis dar las gracias porque quitase los captcha del blog y no os hiciera dudar sobre vuestra humanidad jeje
Muchas gracias por tu comentario, un saludo y hasta la próxima visita =)