Imagen de dominio público. |
Aquella niña nació vaga, por algo
su madre la tuvo en día festivo.
Vivía
cansada y rehuía cualquier obligación, veía la vida como una terrible sucesión
de tiempo y nada más. Comía porque la obligaban, la bañaban y limpiaban para
dejarla vivir, pero ¿por qué?
Sentada
en aquella silla permanecía sintiéndose hastiada de respirar.
Y así fue
cómo la Pereza nació, vivió y perduró, como una peste sin fin.
Y la
vieja silla, con su esqueleto fundido en él, empezó a balancearse, extendiendo
su hedor y contagiando su enfermedad.
No
obstante, la Pereza no pude morir. Lleva más trabajo del que cabe esperar.
Muy buen micorrelato y muy negro, marca de la casa, sobre la pereza, creo que va de eso...
ResponderEliminarP.D: como mola la silla. Quiero una.
Hola, superñoño
EliminarHe jurado que sacaré algún microrrelato optimista en breve, el de hoy se podría entender como algo más optimista.
Sobre la pereza, temo que todos pecamos de ella y que todos queremos esa silla jaja
Muchas gracias por tu comentario, un saludo y hasta la próxima visita.
Acabo de conocer tu blog y ya me he enamorado *-*
ResponderEliminarTe sigo y te afilio al mio, aúnque no es gran cosa comparado con el tuyo jejeje
Un beso y me pasaré de vez en cuando a leerte! ^^
Hola, Ayao_Chan
EliminarMe alegro de que te haya gustado mi blog ^^, he visitado el tuyo y he de decir que ya lo sigo. Promete mucho, sabes transmitir bien los sentimientos. Sigue así =D
Muchísimas gracias por tu comentario, un saludo y hasta la próxima visita. ¡Bienvenida al Antro!
¿Qué sería del mundo sin pereza? Por cierto me encanta la silla de la imagen.
ResponderEliminarHola, Hitos
EliminarPues a saber, seguramente nuestra falta de vagancia ya nos hubiera destruido. ¿Cuántos ataques nucleares se habrán parado porque el tipo de turno dijo: "bah, mejor lo dejamos para otro día"? jaja
Gracias por tu comentario, un saludo y hasta pronto =D