Marte, la próxima frontera que el ser
humano desea conquistar.
¿Será Marte la oportunidad del ser
humano para salvarse o condenarse definitivamente?
Ray Bradbury es nuestro guía de honor.
Críticas de libros:
Autor:
Ray Bradbury.
Editorial:
Minotauro (edición Bolsillo).
Páginas:
264, aproximadamente.
Precio:
6,95 €
Género: Fantasía, ciencia-ficción.
Año:
2008. Primera edición original 1950.
“—Por mucho que nos acerquemos a Marte,
jamás lo alcanzaremos. Y nos pondremos furiosos, ¿y sabe usted qué haremos
entonces? Lo destrozaremos, le arrancaremos la piel y lo transformaremos a
nuestra imagen y semejanza. […] ¿Cree usted que no? Nosotros, los habitantes de
la Tierra, tenemos un talento especial para arruinar cosas grandes y hermosas
[…]”.
Hace un tiempo, las noticias del mundo hablaban de
que el ser humano había dado un paso más en el viaje a Marte. He de decir que
yo, como cualquier lector de Crónicas
marcianas, ya he pisado y visto el futuro de Marte y la Tierra. La magia de los libros y de eso siempre supo mucho Ray Bradbury.
Existen obras que te cambian la
vida, relatos que te hacen ver el mundo de forma diferente, historias que te siembran el
rostro de lágrimas, cuentos que te hacen ver el futuro y pensar sobre tu
presente. Crónicas marcianas tiene todo esto.
Historia
del ser humano
Crónicas
marcianas es una recopilación de relatos sobre Marte y la colonización
humana que comparten el mismo contexto (con hechos de los otros cuentos e
incluso personajes, evolucionando a través de los años). Marte es el gran escenario.
Algunas personas creen que este libro es una obra de ciencia-ficción más, que trata de un
futuro imposible y un viaje descabellado a Marte... No se han enterado de nada.
NO ES ASÍ.
Crónicas marcianas es una profunda reflexión sobre el
ser humano, formula preguntas sobre nosotros mismos (como todo buen libro de
ciencia ficción debería hacer).
Los relatos del maestro Bradbury
tratan sobre lo que somos. Explora por qué la humanidad es cómo es. ¿Por qué la humanidad destruye todo lo bello? ¿Por qué aniquila
civilizaciones? Nos habla de nuestras ansias de poder o, simplemente, de
recuperar al ser amado perdido.
En sus páginas aparece el miedo, la guerra, el
amor, la melancolía, las ansias de paz, el racismo, la irresponsabilidad…
Bradbury nos toca el alma alrededor de las casi trescientas páginas de esta
obra maestra.
Por eso, es importante leer este
libro, porque no es sólo material de reflexión, sino que gracias a su
imaginación, también inspira al propio lector.
Los
hijos de Marte y la Tierra
“Más humanos que los humanos”, ese era el lema de la
Tyrell Corporation de Blade Runner, basándose en un relato de Phillip K. Dick.
Si esa frase era usada para los replicantes, también se podría utilizar para
los marcianos de Bradbury: son más humanos que nosotros.
La gente tiende a ver los marcianos en la ficción como seres
monstruosos que ansían conquistarnos. A lo largo de esta obra de Bradbury,
descubrimos a unos seres que les importa poco la Tierra.
Lejos de dar miedo por su fuerza
tecnológica (o lo que sea), estos seres nos hacen temer por sus poderes psíquicos,
ya que son capaces de jugar con nuestra mente y tomar la forma de la gente que
hemos perdido. Cualquier ser que amamos y murió puede “regresar”. ¿Aceptamos o
no?
“Pero he de pensar en ellos. ¿Qué
sentirían mañana al despertar cuando vieran que me fui de nuevo, y esta vez
para siempre? Además, la madre sabe lo que soy; lo ha adivinidado como tú. Creo
que todos lo adiviniaron, aunque no hicieron preguntas. A la Providencia no se
le hacen preguntas. Cuando no se puede tener la realidad, bastan los sueños. No
soy quizá la muchacha muerta, pero soy algo casi mejor, el ideal que ellos
imaginaron. Tendría que elegir entre dos víctimas: ellos o tu mujer”.
Ray
Bradbury, el gran mentor
El autor de Crónicas marcianas era un genio de
la literatura, no sólo de la ciencia-ficción, sino de la literatura en general (seamos sinceros y quitémonos la caspa de los que fornican con el realismo). Bradbury era un autor con una imaginación superdotada y un estilo único que hace que el
lector ame su obra. En un mundo que no fuera regido por los enemigos de
Stendhal (el protagonista del relato Usher II), Bradbury sería aún más
reconocido. Su obra lo merece.
El escritor de Illinois nos propone un viaje hacia el interior de nuestra alma, con
momentos surrealistas (esos alienígenas que piensan que los primeros terrícolas
son marcianos locos que usan sus poderes psíquicos para simular que son
humanos), hechos dramáticos (el terrícola que empieza a pensar cómo cree que
pensaría un marciano y elimina a los otros humanos para que no destruyan el
planeta), historias sobre la estupidez (los ancianos racistas que ven cómo los
negros se marchan y sólo entonces sienten que ellos también eran humanos),
momentos que hacen sonreír (la historia del terrícola abandonado que encuentra
a la mujer con la que ha soñado y desea rápidamente huir de ella), instantes llenos de imaginación (el cruce entre dos fantasmas, uno de la Tierra y otro de Marte)…
Pero Bradbury no se conforma con contar cuentos pesimistas sobre la
humanidad. No lo hizo con su obra maestra Fahrenheit
451[1]
ni lo hace en Crónicas marcianas: el
final de ambas obras es marcadamente esperanzador, el ser
humano, el lector, decidirá si intenta ser mejor o se hunde para siempre.
Nostalgia
y melancolía en Marte
Estos relatos, cargados a menudo de tristeza, crecen
gracias a las ideas de Bradbury, su desbordante fantasía, sus buenos diálogos y
monologos, y su ritmo ameno.
Conforman todos ellos una obra
sensacional e impactante, incapaz de dejar indiferente, que introducen al
lector en esta odisea sobre el ser humano.
Marte es todo lo bueno que queremos
ser, todas nuestras ilusiones y esperanzas, y por lo que estamos dispuestos a
hacer cosas honorables o malvadas, nuestra versión más oscura.
Este verano de 2012, el escritor
falleció. Sentí bastante tristeza por la pérdida de un autor que me había
fascinado tanto con una sola obra. Eso me llevó a leer Crónicas marcianas y
esta obra me ha convencido de que el señor Bradbury es un autor al que hay que
rendir culto siempre.
Ansiaré que llegue el próximo verano para leer de nuevo a Bradbury, apegado a esta tradición. Lejos del cansancio o las ganas de hacer nada, lo que buscaré en los meses de sol será encontrarme con el hombre que nos habló de Marte.
Muchas gracias, señor Bradbury, nos llevó a Marte para recordarnos
qué era ser humano y nunca podré dejar de estarle agradecido.
Bradbury nos sigue observando desde Marte gracias a su imperecedera obra. Fuente Pixabay.
“Allí estaban, el Rey de la Colina, el
Señor de las Ruinas, el Dueño de Todo, los monarcas y presidentes irrevocables,
tratando de comprender qué significaba ser dueños de un mundo, y qué grande era
realmente el mundo”.
[1] El
relato Usher II contiene ciertos elementos que recuerdan a Fahrenheit
451. Más motivo para leerlo.
Una de las obras que tengp en mi lista que cosas que debo leer amtes de morir. Maldita falta de tiempo...
ResponderEliminarHola, superñoño
EliminarDebes leerla sí o sí. Me parece una obra imprescindible y creo que te encantaría, sinceramente.
Gracias por tu comentario, un saludo =)