Iden Versio, protagonista de Star Wars: Battlefront II. Fuente. |
“Me da más miedo fracasar que morir... Si luchamos es para que otros vivan. Si morimos es por la misma razón”- Iden Versio.
No soy un gran aficionado a los videojuegos, aunque, como le suelo decir a mis estudiantes de Bellas Artes, pienso que es una forma artística legítima como la literatura, el cine, el cómic, la música… Un arte joven, pero que, indudablemente, expresa sentimientos, conmueve y alimenta el alma y la imaginación de sus creadores y su público.
Del arte, me apasiona su forma de
contar historias únicas. Así que, cuando juego a alguna obra, suelo centrarme
más en la historia y los personajes que en le propia jugabilidad, el formato u
otros aspectos que suelen ser tan relevantes para los jugadores usuales. No
obstante, centraré este texto en el personaje de Iden Versio de Star Wars:
Battlefront II, mi última aventura en la galaxia de la célebre saga.
Si muchos jugadores se quejaron de la falta de una campaña propiamente dicha (y del sistema de micropagos) de Battlefront, EA decidió ponerse las pilas en la segunda parte haciendo un modo historia al que solo le faltó que fuera algo más extenso y ambicioso, pero que no por ello nos brinda una narración de disparos y poco más, sino que nos entrega a un personaje que seguramente tenga futuro en otros medios como novelas, cómics o, ¿quién sabe?, películas. Iden Versio es su nombre y con ella recorreremos los últimos días del Imperio Galáctico desde el punto de vista de una letal soldado miembro del Escuadrón Infernal, la élite del Emperador.
Con el nuevo canon (aunque ya en el clásico apareciese la idea), el final de El retorno del Jedi no trajo la felicidad a una galaxia muy, muy lejana, sino que comenzó un período de conflictos y luchas internas mientras el Imperio intentaba resucitar y mantenerse tras la destrucción de la Segunda Estrella de la Muerte y la muerte del Emperador Palpatine. La historia de Versio nos coloca en la piel de una soldado imperial que acabará participando en importantes hechos históricos de Star Wars, pero que no por ello será uno de los grandes nombres: demuestra cómo la Historia la hacen en realidad las personas, no los grandes personajes que aparecen en los libros.
Si bien seguro
que el Universo Expandido ya ha trabajado en cómics o novelas cómo la galaxia
evitó creer que Vader era un traidor o qué suponía el desorden de la caída del
Imperio, la serie The Mandalorian nos habla de ese reducto de leales al Imperio
encarnados por el Cliente y por Moff Gideon. Serán esos antiguos fieles al
Imperio los que nombren la Operación Ceniza que destruirá planetas clave del
Imperio para evitar que caigan en manos de la Nueva República. Durante la
aventura de Iden Versio seremos testigo de la destrucción de su planeta natal
bajo las órdenes de su superior, que no deja de ser… su padre. Como siempre,
las complicadas relaciones paternofiliales son claves en la saga creada por
George Lucas y más si tenemos el proyecto Ceniza de por medio, el cual también hemos visto en los cómics y en las novelas de Consecuencias.
Iden Versio observa la destrucción de la Segunda Estrella de la Muerte y de todo lo que significó el Imperio. Fuente. |
Desde ese punto de inflexión, veremos también a Luke Skywalker buscando las reliquias que el Emperador se dedicó a guardar durante sus años en el Imperio y su aparición nos recordará al talante mostrado en las leyendas de Luke Skywalker escritas por Ken Liu. Además, se tratará el tema de la especie de brújula que será clave en su desaparición y que enraíza con las precuelas. Pero más allá de eso, lo interesante es cómo sirve de motor de cambio para la redención del compañero de Iden, Del, y también de la propia Iden, que pasará a unirse a las fuerzas de Lando Calrissian, la general Organa y Han Solo durante el período de inestabilidad consecuente.
A lo largo
de toda la saga, contemplamos paralelismos con nuestro mundo real: observamos a personajes
capaces de aceptar el cambio y otros que se niegan a él, y en la historia de
Versio volvemos a vivirlo con esos personajes que se enfrentan a la caída del
Imperio. Iden y Del aceptan, su padre el almirante Garrick Versio y su antiguo
camarada (y luego gran rival) Hask no. Creo que gran parte de la filosofía de
la protagonista queda expuesta en la cita que sirve de apertura de este
comentario y eso se puede llevar hasta nuestro mundo.
La comandante Iden Versio como una de las fuerzas del Imperio antes de cambiar de bando. Fuente. |
Toda esta historia, por supuesto, en medio de misiones de espionaje, combates de naves, luchas al pie de la batalla y otros grandes momentos que forman parte del Universo Star Wars. Dicen en los libros de arte firmados por Phil Szostak que uno de los grandes retos de los diseñadores de las nuevas películas y obras relacionadas con Star Wars es hacer que cualquiera de sus creaciones sea nueva, pero siga encajando en el universo de la saga, y creo que el juego lo consigue bien (tanto visual como argumentalmente) a la hora de dar vida a una soldado que en las películas seguramente solo sería un personaje de fondo, pero que aquí obtiene su propia historia, un relato sobre la redención y sobre descubrir que todo aquello en lo que crees es mentira, y cómo los enemigos podrían ser los únicos aliados.
En la segunda parte de su historia, titulada Resurrección, viajamos a poco tiempo antes de El despertar de la Fuerza, cuando Kylo Ren busca adónde ha ido Luke Skywalker y personajes como Iden, su esposo o su hija deben enfrentarse al auge de la Primera Orden. Creo que ya lo he comentado alguna vez, pero El retorno del Jedi nos dio un final feliz que, aunque poco realista en el contexto de acabar con un gran imperio solo con un golpe maestro, al menos nos permitía pensar que todo le iría bien a nuestros personajes favoritos. Por desgracia, no fue así. No lo fue en las novelas de Timothy Zahn ni lo es en el nuevo canon. Tampoco para Iden Versio que se verá de nuevo en el conflicto, donde, en realidad no ha dejado de estar desde la primera historia. Nada nos prepara para ver cómo nuestros héroes no tienen un final feliz, me temo que la vida es así: no hay finales felices.
Por el camino, el mensaje del sacrificio y de la esperanza rodean esta historia como rodean toda la secuela: Star Wars va sobre eso, no solo sobre naves disparando láser y duelos de espada. Es una gran historia sobre todo aquello que nos hace estar vivos. Es una lástima que esta campaña sea más corta y menos inspirada, cuando el aire crepuscular de esta última aventura podría haber sido de una enorme fuerza. Imaginamos que siempre se podrá ampliar con nuevos relatos o en otros medios, pero el material es el que es y concluye como concluye.
Iden Versio, ya mayor, protagoniza Resurrección, su segunda aventura. Fuente. |
No obstante, Iden Versio ya es parte de la saga de Star Wars y como todas las grandes sagas, es una colosal historia de la que se pueden sacar relatos en cada frase (como Rogue One, como este Battlefront II). Si lo pensamos, de La Ilíada provenía La Odisea, pero también docenas y docenas de mitos, leyendas, cantares de gesta y romances que buscaban conectar con estas grandes historias de Homero. Donde algunos verán un "ultraje" al comparar al poeta clásico con ese chaval californiano que nos regaló no solo un mundo, sino una galaxia, yo veo una evolución vive de la magia de contar historias. George Lucas tiene los mejores juguetes de la galaxia y generaciones y generaciones de creadores han jugado con ellos para que nosotros podamos seguir jugando con ellos. Esto es un sueño y todo un ejercicio de narración que hace que muchos nos encadilemos con cómo las grandes historias se hacen inmortales. Sin duda, el sacrificio de Iden Versio nos lo recuerda.
Que la Fuerza te acompañe, comandante del Escuadrón Infernal.
Iden Versio nacida en la batalla. Fuente. |
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