¿Cómo olvidar cuando Charles Xavier le dejó las cosas claras a Starlord? Fuente. |
Fantasmada. Oxford Languages define el término como:
«Dicho o hecho presuntuoso que se hace de forma que resulte muy visible y para alardear; suele ser exagerado o, en el caso del dicho, falso».
Yo lo defino con una imagen:
Wanted, definición de fantasmada. Fuente. |
Había huido bastantes años de esta película, ya fuera porque el cómic no medijo nada o porque el tráiler me dijo menos, pero ha llegado hora de enfrentarme a esta película en la que te acabas riendo de cada burrada o acabas pasándolo mal. Es, básicamente, como emborracharse. Incluso puede que después de verla te duela la cabeza y te dé por vomitar, pero al menos, no te habrás casado en Las Vegas.
Wanted fue la primera adaptación de un cómic de ese querido vendehúmos que es Mark Millar. Bueno, «adaptación» no mucho. Los guionistas Michael Brandt, Chris Morgan y Derek Haas toman muy poco del cómic dibujado por J.G. Jones y escrito por Mark Millar para hacer una película de acción puesta de anfetaminas, con algunos monólogos robados de El club de la lucha y con un deseo de escandalizar que suena más a bravucanada de un adolescente que a algo realmente rompedor. Más bien que adaptar, tomaron alguna idea (el joven fracasado que descubre su legado y se convierte en lo que fue su padre) y cambiaron todo lo demás: los supervillanos pasan a ser asesinos, la provocación se vuelve más apta para todos los gustos… Era 2008 y todavía la gente se avergonzaba de los cómics.
El protagonista, Weasley, tiene una vida horrible hasta que descubre que lo quieren reclutar en una orden secreta de asesinos que matan siguiendo las predicciones de un telar gigante y todo un rollo pseudomístico para justificar la hiperviolencia, los tiroteos, las persecuciones, a James McAvoy haciendo de pardillo que acaba siendo un tío molón, a un Morgan Freeman que está a lo que está, a una Angelina Jolie que, como siempre, me resulta inquietante y a un Danny Elfman pone la música estilo James Bond a la bufonada. ¡Lo tiene todo!
Un día, Angelina Jolie se te presenta y te dices que eres un superasesino. La vida es así. Fuente. |
Entre fantasmas
El director Timur Bekmambetov dirigió la película con el deseo de que todo vaya a cámara rápida excepto los momentos de fantasmada a cámara lenta, donde se obvian todas las leyes físicas para intentar quedar de guay. Si uno deja el cerebro antes de empezar, puede que lo disfruté, como ocurre con Kingsman, otro cómic de Mark Millar llevado a la gran pantalla, pero por Matthew Vaughn, un director mejor que Bekmambetov, pero que anda desaparecido por ser tan amigo de Millar.
Hay críticos que hablan de obras de arte, basura buena y basura mala. La basura buena son películas que no son obras de arte, pero entretienen y tienen algo bueno. La basura mala es el cine que no sirve ni para entretener y mucho menos es una obra artística. En Wanted me encuentro con basura de la buena. En algunas críticas la comparan con la comida rápida y es igual, excepto que imagino que sin productirte un cáncer. Es una simple tontería de poco más de hora y media que se disfruta, porque tiene cada fantasmada mayor que la anterior y esto tampoco pretende ser arte y ensayo, sino una sobrada de un director que ha hecho de este «¿a qué me atrevo a hacer tal cosa?» su firma.
No hay mucho más. Unos trece años después, nadie la recuerda. Mark Millar debe estar suplicándole a Netflix para un relanzamiento. Wanted es una ensalada de tiros, una fantasía onanística de acción, donde toda pizca de lógica queda relegada a un segundo puesto y que, todavía así, sirve para algo: definir el término «fantasmada».
Angelina Jolie lo hace bien, porque se pasa hora y media mirando mal a la gente. Fuente. |
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