Drácula de Bram Stoker: una de las mejores adaptaciones del mito de Drácula. |
Hay películas que te acompañan desde tu niñez, que se te quedan grabadas para siempre en la retina y la memoria. De poco importa si es para mayores de 18 o lo que sea. Una que me lleva acompañando desde que era un crío es Drácula de Bram Stoker de Francis Ford Coppola. La vi a esa edad que se supone que no se puede ver una película de este estilo. Calle 13 y sus ciclos de vampiros y monstruos hicieron mucho por mí cuando no tendría más de diez años. Hay escenas en esa película como la cruz sangrando, Drácula recibiendo a Jonathan, las novias del conde, la búsqueda nocturna de Lucy, la aparición de Van Helsing, la huida del lobo y la visita al Londres victoriano… que se tejieron en mi mente. ¿Qué le voy a hacer?
Desde entonces, cada cierto
tiempo, regreso a esta película que fue la primera que me acercó al mito de
Drácula. Años después, leí la novela de Bram Stoker y conocí a Bela Lugosi (undead,
undead, undead), Christopher Lee y tantos otros que han prestado su rostro y
sus colmillos al célebre conde. Otros insignes vampiros como Carmilla, Lord Ruthven, Spike, Lestat, el conde Orlok, David, John Blaylock… se han unido a
mis favoritos, pero siempre estará ahí esa película de ese conde que no debería
haber visto siendo un crío, pero… que vi.
Aunque muchos reniegan de Ford Coppola y su deseo de dar una historia de amor como motor de Drácula, para mí es un acierto frente a su versión escrita. En la novela, Drácula es una fiera que busca conectar con un mundo que le ha dejado de lado y, precisamente por ser un aristócrata es un chupasangre; he ahí instantes como cuando escapando de los cazadores, vuelve para recuperar unas monedas caídas. El conde de Coppola se movía por amor, un amor inmortal que le hizo esperar hasta recuperar a su perdida esposa, reencarnada en Mina. “He cruzado océanos de tiempo para encontrarte”, existen pocas frases tan poderosas como esa
Mientras veía hace poco los
documentales del Blu ray, releía el Drácula anotado y disfrutaba de la
adaptación al cómic de Roy Thomas y Mike Mignola, me daba cuenta de que
seguramente sea mi adaptación favorita de Drácula, una de mis preferidas de
vampiros y una de mis adaptaciones favoritas, en las que entiendo y defiendo (casi)
todos los cambios.
Si todo sale bien, estaré en septiembre
viendo el ciclo de vampiros preparado por la Filmoteca Canaria y en el
concierto dedicado a la banda sonora compuesta por Wojciech
Kilar para Drácula de Bram Stoker. Será una experiencia más que sumar a
mi historia vinculada con este famoso personaje. Seguramente, no será la
última. Así que, si todavía no habéis visto esta versión o si alguna vez la
habéis visto, creo que no estaría de más regresar a ella, a este drama sobre
aquellos que para vivir eternamente deben alimentarse de la sangre y el dolor a
cambio incluso de su propia alma, pero ¿quién quiere vivir para siempre sin un
alma? ¿Quién? Puede que aquellos que vimos películas de críos que se suponía
que no debíamos ver.
Maravillosa edición de Drácula de Bram Stoker anotada por Leslie S. Klinger. Fuente. |
Buenas!
ResponderEliminarSobre ésta peli, dos cosas que nunca me llegaron a gustar:
en el primer lugar, el titulo, un poco rimbombante adueñarse de la obra y autor como si fuera el mismo libro cuando de uno a otra hay también abismos. Tengo quizá en demasiada estima al Drácula libro.
Y en segundo lugar tampoco me gustó el barroquismo del vestuario de la peli.
En cualquier caso, la peli también me gusta mucho, y aún guardo la revista cinemanía de cuando sacaron la película.
Tiendo a pensar que el Nosferatu de Murnau, fue una adaptación más acorde con el espíritu del libro.
Por último recomendar ver la serie de Drácula protagonizada por Jonathan Rhys Meyers, porque aunque fue cancelada en su primera temporada, es en mi opinión una muy buena relectura del mito y de sus secuaces.
Saludos.
¡Hola!
EliminarSolo como leve apunte, en los extras, Ford Coppola dice que añade el nombre del escritor, porque también lo hizo en El Padrino y lo ve como una deuda que tiene que saldar con el autor.
En esos extras, también hablan de cómo intentaron que el escenario fuese la propia ropa de los personajes, por cierto.
Me apunto el Drácula televisivo. ¡Muchísimas gracias por la recomendación y por el comentario! ¡Saludos!