Crítica del manga: "Desaparecido" (Boku dake ga inai machi (僕だけがいない街) de Kei Sanbe


¿Aporta algún detalle el manga que no aparezca en su anime? Os comento aquí... Fuente.

Existe una postura que podríamos llegar a considerar esnob o conformista que dice que un libro, un manga o un cómic siempre es mejor que su adaptación ya sea a película o serie. Pienso que la gente que dice esto (como si fuera una especie de ley inquebrantable o axioma) es la misma gente que ha visto pocas adaptaciones.

Es indudable de que, en la mayoría de las ocasiones, puede ser así, que una versión no profundice tanto como su obra de origen, pero... no siempre. Hay muchos animes que estropean o cambian la historia de su manga, eso no quiere decir que todos sean malos, por ejemplo. 

Publicar poco a poco una historia tampoco es una garantía. Me explico: cuando una historia surge desde cero y se publica mensualmente, puede llegar a presentar ciertos problemas de continuidad o extensión folletinesca que se arreglan en el campo de la adaptación, cuando se mantiene el espíritu y el enfoque, pero se aplican ciertas técnicas para cohesionar la historia. Eso es lo que ha ocurrido con Desaparecido, un manga que cuenta con una serie de televisión y un anime. 

Solo he visto el anime (los live action me suelen producir algo cercano a la urticaria) y lo recuerdo gratamente, ya fuera por su opening, sus personajes, su trama y ese aire que me recordaba ligeramente a Stephen King.

¿De qué va? 

En Desaparecido, Satoru, un mangaka frustrado que trabaja de repartidor, vive una vida sin grandes sueños, pero posee una habilidad que le permite viajar al pasado y cambiar algún hecho traumático como un accidente. Tras salvar la vida de un crío a punto de ser atropellado, Satoru acaba usando su poder para viajar a cuando era un crío de colegio: ocupa el cuerpo de su versión de diez años, pero su mente es la de un adulto; es allí cuando recuerda que un asesino en serie estuvo tras la desaparición y el asesinato de varios de sus compañeros, ¿será capaz de evitar que se produzca (o se repita) la oleada de asesinatos? ¿Podrá cambiar el futuro con sus actos?

Como ven: misterios, viajes en el tiempo, crímenes, suspense, amistad… Desaparecido es uno de los mejores animes que hay disponibles en Netflix, por ejemplo.

¿Y qué tal el manga? 

Comencé a leerlo con esa ilusión por completar y encontrar detalles nuevos y lo primero que me llamó la atención es que la adaptación es bastante rigurosa e incluso mejora temas del manga, en cuanto a contenido y forma. Por ejemplo, el estilo de dibujo de Kei Sanbe, que a veces tiende a la desproporción, los fondos sin muchos detalles y la repetición de las mismas caras en sus personajes, se contrapone con un estilo y una animación en el anime muy buenos. 

Pero, a medida que pasaban los volúmenes del cómic, pensaba: ¿cómo el manga puede tener nueve tomos cuando el anime solventa todo esto en un par de capítulos? ¿Qué cuenta que no cuente el anime? Si bien tenía esperanzas de que fuera algo interesante, que explicasen mejor los eventos o incluyesen instantes únicos con estos personajes, el manga lo que hace es dar vueltas una y otra vez sobre los mismos conceptos que podrían haberse contado con menos páginas y menos textos, ya que, como la mayoría del manga de este estilo, tiende a explicar todo continuamente por el temor a que el dibujo no narre lo suficiente o el lector no tenga muchas luces.

Los chavales de Desaparecido. Fuente.
El mayor cambio del anime está en el tercio final, donde Satoru descubre quién es el asesino y acaba en coma. Perdón por el spoiler, debería haber avisado antes. No importa. Si en el anime lo solucionaban en un capítulo y un giro argumental algo brusco con caída desde una azotea y explicación in extremis que hacía que la suspensión de la credibilidad estuviese a punto de reventar en añicos (me acordaba de como Gatiss y Moffat “arreglaron” sin arreglar el tema de la caída de Sherlock), en el manga se pasan casi un tomo y otro más dándole vueltas al tema del coma y al despertar de Satoru, con una excursión y un enfrentamiento en el puente que alargan demasiado la trama en su tercer acto. 

(O quizá el problema es mío por haber visto el anime primero, pero creo firmemente que condensaba mejor toda la historia).
Sin embargo, Desaparecido no acaba ahí, existe un noveno tomo con historias de los secundarios que, si bien añaden alguna idea interesante, tampoco exige una lectura obligatoria. Puede que alguna escena de esos relatos hubiera estado bien en la obra principal, pero no cambia ni aporta una revelación que cambie nada. Ni siquiera funcionan muy bien como historias independientes. 

¿Podrá ser salvada en esta nueva línea temporal? Fuente.

Existen puntos positivos...

Si algunos seguidores quieren la versión positiva de toda esta crítica, lo que diré es que pienso que el manga y el anime se complementan (aunque tampoco sea necesario al cien por cien leer uno y ver el otro o viceversa). Por ejemplo, el manga añade información sobre el pasado del asesino que me hubiera gustado haber visto en el anime. Por otra parte, creo que ambas obras mantienen bien un aire de suspense, aunque en el anime notase más cierta melancolía y nostalgia que no veo tanto en el manga. 

¿Es necesario leerse el manga tras ver el anime? No estoy tan seguro. ¿Es necesario ver al anime tras leer el manga? Creo que sí, pienso que añade algunas escenas muy buenas y que el estilo, el espíritu y el fin de la obra están muy conseguidos.

Por supuesto, como muchos se habrán imaginado por alguno de mis comentarios anteriores, pienso que el argumento es correcto y original, excepto por la redundancia, mientras que el dibujo, salvo algunos momentos, me parece que cumple (si somos generosos)… y poco más, siendo en su mayor parte algo repetitivo y carente de la personalidad que si posee la adaptación. Imagino que esto enfadará a muchos seguidores del manga que me dirán que sin él, no existiría el anime y les doy la razón: sin el cómic de Sanbe, no existía el anime, pero eso no quiere decir que el origen de uno compense la calidad o no del otro.

Sobre la edición, los tomos se completan con las típicas historietas cómicas cortas que, en la mayoría de los casos, como suele ocurrir en los mangas, poco aportan salvo un mero entretenimiento para el más fan a partir de un hecho intrascendental para completar páginas.

Por tanto, y frente a esa idea pretendidamente elitista o conformista de que las adaptaciones son siempre peores que las obras originales, el regusto que me queda es que Desaparecido tiene un anime que supera en muchos aspectos al manga. Independientemente, no es un mal manga ni por asomo, pero le encuentro más puntos negativos que al anime, uno de los mejores que he visto en los últimos años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes comentar mediante nick, anónimamente o con tu cuenta de correo o similar. No almacenamos ninguna información.

¡Muchas gracias por tu comentario!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Sobre el blog

Los textos pertenecen a Carlos J. Eguren salvo cita expresa de los autores (frases de libros, comentarios de artistas...), siempre identificados en el post. El diseño de la imagen de portada pertenece a Elsbeth Silsby.

Si deseas compartir un texto, ponte en contacto con nosotros para hablarlo. Si quieres citar un fragmento, incluye la autoría.

Muchas gracias.

Carlos J. Eguren. Con la tecnología de Blogger.