El extranjero de Albert Camus, una obra literaria que abarca la desolación ante la pérdida de humanidad. Fuente. |
"Más le valía arder que desaparecer".
ALBERT CAMUS.
Cuando alguien escucha la canción Killing an arab de The Cure, puede pensar erróneamente que se encuentra ante un tema racista. Si lo odias por el título, te falta algo de información. Si te encanta por él, eres un racista. Esta composición proviene de un clásico de la literatura que es El extranjero de Albert Camus y de uno de sus momentos más célebres: el encuentro del protagonista con el árabe, en la playa.
El extranjero es una obra concisa y clara sobre la deshumanización de las personas. A lo largo de sus páginas, encontramos a un protagonista, Meursault, criado en un mundo que le hace ignorar todo, ni siente ni padece el sufrimiento ajeno o propio. La pérdida de su madre parece un contratiempo más, portar un revólver en una trifulca el fruto de algo inevitable y el destino..., bueno, es el destino que nos espera a todos.
Hace unos años, leí la historia de un asesino que había comenzado a matar cuando consideró que el resto del mundo no era real, que solo era una fantasía, que el resto de las personas no sentían nada, como si estuviese en un mundo de ficción. Para Meusault, el día a día es igual de absurdo, de ilógico. Nadie le parece real y él tampoco quiere serlo, solo quiere actuar en consecuencia, con una frialdad que le hace estar más allá de la moral.
El extranjero, una obra fundamental de la literatura y un canto pesimista hacia la humanidad. Fuente. |
Albert Camus nos propone una crónica sobre cómo hemos perdido el dolor, la alegría, la esperanza... El protagonista es un hombre de su tiempo, pero también del futuro, de nuestro presente. El mundo es el que es, no el que podría ser y el personaje lo acepta sin más, como una condena inevitable desde la famosa primera frase de esta novela. Y una vez cometido el crimen, heredado de esta actitud cegadora como el sol, la sociedad juzga más por el hecho de que no llorase en el funeral de su madre que por el propio asesinato.
Hay mucha fuerza a lo largo de esta novela que parece simple para el que no quiera perderse en ella. Desde las descripciones de ciudades olvidadas, del verano y la playa, hasta los personajes trágicamente humanos. El extranjero trata sobre cómo alguien puede convertirse en un alienígena para su propia sociedad. El canto de dolor de las últimas páginas es el que nos hace finalmente aceptar que quizás el protagonista, cuando está a punto de morir, es el momento que más vivo ha estado en años. ¿Qué es respirar? ¿Qué es dejar de hacerlo? ¿Supondrá algo para el mundo o seguirá girando? Nihilismo, escepticismo y la carencia de una auténtica pasión vital.
Al final, lo que perdura es ese tono elegíaco que se inicia con la muerte de una madre y con la devastación de un hijo que no entiende lo que es la vida hasta que las luces se apagan.
"Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo: «Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias.» Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido ayer".
Excelente artículo, Carlos. Una invitación a la reflexión sobre lo que nos queda (o no) de humanos.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Artemisa. Creo que Camus nos advirtió del humano de nuestro tiempo, muerto por dentro, cumplidor con una moral falsa... Quizás el humano de todos los tiempos, solo que sin la máscara de la hipocresía. ¡Infinitas gracias!
ResponderEliminarFantástica reseña, me encantó. Aunque es muy complejo resolver el porqué de la perdida de humanidad en nuestra sociedad, es interesante de verlo en El extranjero. Gracias por el artículo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu comentario. Creo que es una obra imperecedera. Este verano volveré a leerla.
EliminarQuizá sería interesante despegarnos de nuestras ideas fijas y pensar que quizás el ser humano nunca fue tan humano como esperábamos o creíamos. Fatalista, pero puede que acertado.
Muchas gracias por tu comentario, ¡saludos!