30/03/2010
Imagen de dominio público. |
Pasaba los días queriendo cambiar su vida o, más bien, queriendo cambiar de vida.
Se había empezado a tragar toda aquella porquería sobre los mundos alternativos. Si decides una cosa, se crea un mundo donde asumes sus consecuencias y otro paralelo donde no decidiste eso. Cada cosa que pienses, crea otro lugar mejor o peor. Reza porque no estés en el peor, porque es donde estaba él.
Había un mundo donde no debía ser torturado día a día por cosas que había hecho en el pasado, donde no hizo sufrir a nadie, donde podía querer a quien le diese la gana, donde las cosas podrían haber sido diferentes, donde nunca cogió una pistola, donde nunca se enamoró de una botella... En definitiva, una vida donde podía tener lo que le daba la gana. Una buena vida.
Pero nunca pudo viajar a ese otro mundo, donde no hizo daño a nadie, y por no poder hacerlo empezó a hacerse daño a sí mismo.
Sólo le hacía sobrevivir saber que en otra dimensión, tendría una versión de sí mismo donde no se torturaba con todos sus problemas y con la idea de mundos alternativos.
Es cierto eso de “quien no se consuela, es porque no quiere”.
Hay infinitos mundos en donde somos infinitos personajes con infinitas vidas que aparentan ser únicas. Cada pensamiento o acción crea un nuevo mundo. Un saludo.
ResponderEliminarHola, Óscar.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir tu opinión con nosotros y gracias también por tu comentario.
Un saludo =)