Crítica de STAR WARS: VISIONS, anime de una galaxia muy, muy lejana

“Remember that while the Force exists in every living thing, only those individuals who develop their connection it will have the power to wield it".

El cine japonés de samuráis fue una de las grandes influencias de George Lucas a la hora de crear Star Wars. Ahora, cuarenta años después del estreno de la primera película (y tomando el nombre de un libro donde varios artistas daban su visión de la galaxia de Lucas), la franquicia rinde homenaje a sus raíces con Star Wars: Visions, una serie de nueve cortometrajes donde diferentes estudios de animación narran historias de hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana. El resultado es una interesante exploración por todos aquellos elementos que han hecho de la creación de Lucas uno de los grandes mitos modernos.

Visiones de un Star Wars nipón

Como toda serie en formato de antología hay capítulos que te pueden gustar más y otros menos. No considero que ninguno sea malo, pero sí que puedo decidir que tengo unos favoritos. En el podio estarían The Ninth Jedi, The Duel y The Village Bride por ese orden. En el cuarto lugar se queda Akakiri, mientras que en el quinto está TO-B1 y Lop and Cho. Para cerrar estarían en séptimo The Elder, octavo Tatooine Rhapsody y en noveno The Twins.

1. The Ninth Jedi

En una galaxia donde los Jedi han perdido su poder, una fuerza oscura llama a una serie de personajes para entregarles un sable láser forjado por un gran espadero, tras que los dones de los Jedi hayan sido olvidados. Antes de que las sombras consuman la galaxia, la hija del herrero, Kara, deberá llevarles los sables a los elegidos y descubrir si es la novena Jedi.

Mi episodio favorito de Visions y uno que espero que continúen de algún modo: cómic, novela, serie... No me importaría que lo hiciesen canon, ese sería mi resumen. Ha sido demasiado increíble ver cómo se resucita una mitología (y le aporta un aire legendario), como para no aprovecharlo. 

Sospecho que en The Ninth Jedi hay varios elementos de la trilogía de secuelas que quería hacer Lucas y que dejó de lado cuando vendió la saga a Disney (el nombre de Kara recuerda a Kira, como se llamaría la protagonista que luego fue Rey… y hablando de Rey, tenemos un tema musical que nos recuerda al suyo).

Lo comentaba con unos amigos, ya me gustaría que este hubiese sido El despertar de la Fuerza, porque The Ninth Jedi es, en conclusión, una pieza maravillosa, con todo lo mejor de Star Wars en tan solo veinte minutos: mitología, aventuras, acción, sorpresas, maravilla y, sobre todo, futuro y esperanza.

Un cortometraje que recoge todo lo bueno de la saga y reformula varios de sus conceptos. Imprescindible.

2. The Duel

Si George Lucas homenajeó La fortaleza escondida o Los siete samuráis con Star Wars, aquí tenemos la vuelta a los orígenes más clara y el resultado es sobresaliente. Con una peculiar animación que busca que el 3D nos recuerde al dibujo tradicional, se nos cuenta la llegada de un ronin a un pueblo asediado por una Sith. No tardarán en emprender una batalla contra ella y sus soldados. Un cuento clásico, pero como todos los clásicos, si se sigue contando, es por algo: sigue teniendo significado para nosotros.

Aparte de tener un ritmo estupendo y un diseño asombroso, la historia engancha y sorprende. Me quedaría a vivir en este Japón feudal de la galaxia de Star Wars. Tiene momentos soberbios como el instante de la tetera, funcionando como una especie de cronómetro de cómo los eventos están a punto de estallar. Es fantástico que tras décadas de saga, todavía se puede conseguir esto: maravillar.

Todo un homenaje al cine de samuráis: Duel.

3.The Village Bride

Las tradiciones niponas son llevadas a una galaxia muy, muy lejana con The Village Bride. Lo hablaba con un amigo: esta historia me ha recordado muchísimo a las leyendas de Luke Skywalker escritas por Ken Liu, sobre todo aquella en la que se veía a la Fuera como la Marea (hablé de ella en Moon Magazine; también recomiendo todo lo dicho en la web de La Fosa del Rancor por J. J.).

En The Village Bride, un joven carga con su prometida hasta la cima de una montaña para lograr el favor de lo que algunos llamarían la Fuerza. Una Jedi que lo ha abandonado todo, con parte del rostro oculto por sus heridas (algunas que también son internas), busca en el planeta una nueva oportunidad, restaurar su conexión con la Fuerza. Pronto descubrirá el valor de su poder, pero también el de no dejar a otros de lado, pese a las heridas físicas o psicológicas que se hayan recibido.

Este capítulo posee un diseño y una música magistral (mucha atención a su banda sonora) y contiene varios de mis elementos favoritos de toda la serie, además de toques de la animación japonesa que me han recordado a otros clásicos. Extraordinario por su animación, por su historia y por cómo una Jedi vuelve a ser aquello que debe ser.

Una heroína deberá recuperar su conexión con la Fuerza en un magnífico corto.

4. Akakiri

Puede que el cortometraje más incomprendido o el que a mí me ha gustado porque recoge uno de mis temas favoritos: la tragedia.

La tragedia griega y la tragedia japonesa tienen muchos elementos en común. En ambas, los sueños juegan papeles cruciales. Los griegos hablaban de la hamartía como un error del héroe trágico y se puede aplicar a cuando el héroe intenta cambiar el destino y solo consigue causarlo. Esto lo vemos claramente en el camino de Anakin al Lado Oscuro: tras sufrir una serie de sueños donde muere Padmé, se pasa al Lado Oscuro para salvarla y, al final, cada acto que lleva a cabo para protegerla, solo lleva al dramático final de Mustafar.

En el caso de Akakiri (que significa algo así como «bruma roja»), un Jedi recibe la misión de proteger a una vieja amiga. Los elementos de Kurosawa se suceden, mientras el Jedi recibe una serie de impacto que acaban entregándolo a una serie de siniestras visiones. Cuando logre llegar hasta la terrible mujer que ha esclavizado a todos los suyos, el Jedi deberá enfrentarse a las tradiciones y las lo que el destino tiene deparado para él.

Más allá de la animación (donde el diseño quizá no encante a todo el mundo), el uso del color capta todo el dramatismo del descenso a los infiernos que han hecho tantos personajes de la saga.

La tragedia regresa a Star Wars con este corto.

5. TO-B1

Se rumorea que una de las influencias del dios del manga, Osamu Tezuka, era Walt Disney. Sería este mangaka el que recogería los ojos grandes de los personajes de Disney para empezar a trazar el reconocible estilo manga. Una de las grandes creaciones de Tezuka fue nada más y nada menos que Astroboy.

T0-B1 (que se pronuncia en inglés de un modo similar a "Obi-Wan", es un homenaje a Astroboy, pero también a la película clásica de Disney (y la novela corta) Pinocho, esta vez con un niño robot que desea ser un Padawan.. Una apuesta arriesgada, pero con una animación sobresaliente, sobre todo en los segmentos donde el niño robot sueña a partir de unos dibujos en las paredes. Puede parecer simplista en su inicio, pero es de esos cortometrajes que ganan con los nuevos visionados. Como detalle, el director es español (Abel Góngora) y la actriz de doblaje (Masako Nozawa) que le da voz al protagonista es la que ostenta el récord como la actriz que más tiempo lleva doblando a un personaje (nada más y nada menos que Son Goku).

El estupendo homenaje de Star Wars a Astroboy.

6. Lop y Ocho

Jaxxon es uno de los personajes más extravagantes de los cómics de Star Wars de la Marvel de los ’70 y ’80. Este gran conejo verde no solo compartió aventuras con Han Solo, sino que ganó casi un estatus de culto entre algunos fans que han comprado sus figuras, estrenadas por el cincuenta aniversario de Lucasfilm. Esto es importante porque Lop y Ocho tiene un homenaje a Jaxxon con el personaje de Lop, una esclava con aspecto de conejo (no pensemos en furros, por favor), que es liberada por el patriarca de un clan que recuerda a la yakuza y su hija, Ocho, una niña que, años después, se convertirá en una adulta que busca la supervivencia del clan tras que el Imperio tome el planeta (pese a que su padre opine que sus acciones no son lícitas). En medio de esta situación, Lop deberá buscar su propio camino en un corto muy entretenido y también digno de ver por el apartado técnico, gracias a esos fondos hechos a mano y ese aspecto a haber salido de una caja de cintas de VHS con animes grabados.

Lo que empieza casi como una aventura con tono de comedia acaba convirtiéndose en un drama familiar.

7. The Elder

Dos Jedi, maestro y aprendiz, que recuerdan a Qui-Gonn y Obi-Wan en La amenaza fantasma (o incluso a Obi-Wan y Anakin, Obi-Wan y Luke, Yoda y Luke, Luke y Rey... En el fondo, es parte del ADN de la saga) siguen una señal hacia un planeta donde descubrirán que los Lores del Sith no han caído... ¿O puede haber algo que se escindió de la Orden o incluso es anterior a los mismísimos Sith? El épico enfrentamiento llevará a que los dos se cuestionen sus acciones. 

A nivel gráfico y de animación, es muy bueno (la batalla, la lluvia, el uso del color...); el problema es que los diálogos se sienten alargados y se esperaba un ritmo distinto pese a sus diferencias con la saga (que son más que bievenidas). Por suerte, no llega al nivel de locura del otro cortometraje del estudio (Twins), aquí el aire es más sosegado, aunque le sobren algunos minutos. ¿Lo mejor? Su lección sobre el tempus fugit. Lo más interesante es una doble lectura: cómo el director del cortometraje aplazó su jubilación para poder trabajar en Star Wars y cómo impulsó la relación del Maestro Jedi y su aprendiz reinterpretándola a partir de la que tendría  un maestro de la animación y su discípulo, puestos que ocupó durante mucho tiempo.

El duelo generacional (anciano, hombre maduro y joven) es uno de los momentos más logrados del corto.

8. Tatooine Rhapsody

¿Es posible hacer una opera rock en el universo de Star Wars? Creo que sí, porque me gusta el formato, porque la música es importante en la saga y porque lo mejor de esta es, en ocasiones, la locura. Como bien reconocen los implicados de Lucasfilm, parecía poco posible que todo esto funcionase hasta que uno de los estudios decidió llevar a cabo una especie de historia de redención sobre un grupo de rock en una galaxia muy, muy lejana y cómo su música cambia el mundo (la música de las esferas más rockera). 

El protagonista sigue sus sueños, al igual que un hutt que resulta ser familia de Jabba, quien reclama su cuello (si es que los hutt tienen de eso). Además de un cameo de Boba Fett, tenemos un aire de buen rollo muy interesante y queda abierto a dos posibilidades (y me temo que mi teoría es como las teorías del final macabro de Doraemon u Oliver y Benji que todos hemos leído como leyendas urbanas): que todo sea una alucinación de un Jedi antes de morir o, la que parece más cercana a lo que piensa el estudio, un Jedi que huye y decide convertirse en cantante.

Puede ser que sea porque Joseph Gordon-Levitt no logra cantar muy bien (una cosa es imitar el pijipunk de Blink-182 y otra distinta son los gallos), pero esperaba más de este cortometraje (sigo pensando que Star Wars nos debe un especial musical... acaso, ¿no les fue bien con el especial de Navidad?). Ahora bien, tiene un aire de buen rollo, música pop punk y un guiño a Queen que bien merecen la pena.

El final, con una canción (cantada con un micro que fue un sable láser), es una oda a perseguir los sueños.

9. The Twins

Este puede que sea el que más se les atragante a los que no sean grandes fans del anime. En los documentales reconocen que era el cortometraje más exagerado e hiperbólico cual anime de acción y, sin duda, lo es. Explosiones, peleas de sable láser, espadas que cortan superdestructores por la mitad… En poco más de quince minutos tenemos todo esto en una historia sobre dos mellizos nacidos a través del Lado Oscuro y con el estudio Trigger haciendo gala de la acción más desmesurada. ¿Qué pasa cuando uno de ellos se pasa al Lado Luminoso para evitar que su hermana muera, tal y como ha visto en una serie de profecías? Un corto lleno de peleas e ideas elevadas al cubo que quizá no guste a los menos seguidores al anime o los fans más clásicos de la saga, pero al que hay que reconocer que se le ha buscado dar un enfoque original, algo que siempre es de agradecer en la saga. Por cierto, creo que hay un guiño a Triple 0 de Doctora Aphra.

Twins es el cortometraje de Visions más visceral y exacerbado.

Recreando la galaxia

Una vez terminada la serie, no puedo decir que no se note el esfuerzo de cada uno de los estudios ni las ganas de experimentar con la saga. Es más, vemos en los documentales que estamos ante fans de la animación y de la saga a las que se les ha dado rienda suelta para crear. Seguramente, Lucasfilm continúe algunas de estas historias o integren o hagan guiños a elementos vistos aquí. Sería una lástima que no lo hiciese tras haber llevado a cabo este laboratorio de ideas que es Visions.

Destaca en todos ellos la diversidad de estilos de la animación y la utilización de la música. No sacrifican sus orígenes como anime y apuesta por entregarnos composiciones que juegan con elementos de las películas, pero también de la cultura nipona. Llama la atención la fascinación por los sables de varias historias y por cómo algunas cosas de la saga no desentonan con esta versión anime (las batallas épicas, los ronin, los villanos corrompidos por el Lado Oscuro...). Por tanto, mi impresión es que volveré a ver varios de estos cortos para seguir capturando todos sus matices.

Además de los homenajes consabidos a la saga (con el constante “tengo un mal presentimiento” o las apariciones de Jabba el Hutt o Boba Fett), también hay constantes homenajes a un director imprescindible como Akira Kurosawa, reconocido por Lucas como una de sus principales influencias a la hora de crear Star Wars; solo hay que ver como el heredero de Lucas, Dave Filoni, tomó el elemento del viento de Kurosawa para el episodio de La Jedi de The Mandalorian. Por otra parte, los guiños para los más fans no impiden que los nuevos espectadores puedan disfrutar de ella. Aquellos a los que no les gusta el anime también pueden disfrutar de muchas de estas historias.

Mientras esperamos que suban la banda sonora a los diferentes espacios musicales como Spotify, el espectador puede disfrutar de unos documentales cortos donde se narra cómo surgió el proyecto y la perspectiva de cada uno de los directores y estudios involucrados, además de la propia Lucasfilm.

Haciendo balance de todo lo observado en esta nueva antología, Visions es una puerta más al mito de Star Wars, una entrada perfecta para todos aquellos que todavía no han descubierto la historia de los Jedi. Además, el elemento del anime está perfectamente integrado para dar su visión de las películas como si fuese una creación japonesa (ayuda todos los rasgos orientales presentes en la saga). Por ejemplo, un elemento común de todos estos cortometrajes es la búsqueda de la variedad temática. Pese a que se repitan ciertas ideas estéticas (los malvados con armadura) o argumentales (la importancia del cristal kyber, pasarse al Lado Oscuro…), lo crucial es cómo cada uno de los estudios demuestra que tiene algo que contar sobre Star Wars y demuestra que la saga continúa viva tras tantos años. Visions permite ver cómo la animación japonesa capta el universo de Star Wars y ese marco es perfecto para ver cómo las influencias artísticas se interpretan y reinterpretan no solo por época, sino también por nacionalidad o, mejor dicho, cultura. Hablamos de cómo autores japoneses influenciaron a Lucas y sus herederos y cómo la creación de estos regresa al país nipón para volver a someterlo a una reinterpretación que convierte a Visions en un ejercicio fascinante.

A la espera de saber si ha funcionado a nivel de audiencia, algunas de estas historias podrían continuarse (y puede que algunos de estos cortos, aunque aparentemente autoconclusivos, también podrían ser un "episodio piloto"). Tendremos que estar pendientes de la posibilidad de algún tipo de secuela de grandes historias como The Ninth Jedi. Por lo pronto, ya se ha anunciado una novela llamada Ronin, que tomará elementos de The Duel. Si algo nos demostró Star Wars: Rebels y el Mundo entre Mundos es que la galaxia muy, muy lejana puede albergar muchísimas visiones distintas (y varios universos, aunque esta idea haga temblar a algunos).

Mientras la saga de George Lucas se acerca a su cincuenta aniversario (y nos vamos sintiendo cada vez más como niños viejos) y tras algunos vaivenes, Star Wars vuelve a demostrar que es la caja de juguetes perfecta para todas las mentes creativas. Visions es una prueba más de ello.

“You can’t change the river’s flow by casting a stone, but live in harmony with nature and you’ll change together.”

 

Póster de Star Wars: Visions.

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