El Ladrón de Días es una novela estupenda de Clive Barker con una maravillosa adaptación al cómic realizada por Gabriel Walta. Lástima que ambas obras estén descatalogadas. Fuente. |
¿Cómo se vendería una novela de corte juvenil, aunque también muy oscura, como El ladrón de días? Pues, irónicamente, de un modo magnífico, recibiendo varias ediciones y el reconocimiento de crítica y público, aunque, lamentablemente, con los años parece haberse quedado en el olvido e incluso llegando a quedar descatalogada tanto la novela como el tebeo, pese a su adaptación al cómic con el extraordinario arte de Gabriel Hernández Walta (Los Visión).
Pero ¿de qué va El ladrón de días? De la juventud, el paso del tiempo, la niñez, los deseos y los monstruos.
El cómic de El ladrón de días de Walta es una magnífica adaptación de la novela de Clive Barker. Fuente. |
El tempus fugit y otros monstruos
Febrero. Harvey está harto de febrero, del aburrimiento, de su familia, de que no suceda nada extraordinario. Hasta que un día, el escalofriante Rictus le hace una visita: este oscuro ser le promete llevar a la Casa de las Vacaciones, un lugar más allá de este mundo donde todas las fiestas se concentran en un día: al mediodía es Acción de Gracias, a la noche tenemos Halloween y a la mañana Navidad. Este hogar está habitado por los extraños hermanos de Rictus, pero también por otros niños que han llegado al hogar buscando la felicidad, pero ¿qué se esconde en ese mundo perfecto? Harvey empieza a sospecharlo muy pronto, cuando comprende que los sueños tienen un precio…
El sobrino del mago de C. S. Lewis, El talismán de Stephen King y Peter Straub, los cuentos clásicos como Hansel y Gretel… todos ellos tratan sobre niños que son tentados para lograr la felicidad (en el caso de las dos primeras obras citadas, para salvar a una madre). Nada de lo que se les da es tan perfecto como parece y, en el caso de El ladrón de días, se suma a esta corriente de historias para hablarnos de la amenaza que siempre gana: el paso del tiempo, el tempus fugit clásico. Y lo hace en clave de novela de crecimiento, aventuras e incluso terror. En las historias de Clive Barker nada es lo que parece y, además, están magníficamente escritas.
En el caso del cómic, cuenta con el extraordinario arte de Gabriel Hernández Walta, que da forma a los personajes, seres y escenarios imaginados por Clive Barker. No es fácil trasladar el oscuro mundo de Barker al cómic. Muchos han fracasado a la hora de captar el halo de magia y terror que recorre una buena historia del escritor inglés. Por suerte, Walta demuestra su talento en todo momento. Domina los escenarios, la expresividad, el surrealismo, el terror y la maravilla de esta historia.
La obra de Clive Barker ha sido la base de otros libros de género fantástico recientes. Fuente. |
¿Hay futuro para el ladrón?
El mayor problema de esta adaptación puede ser la rapidez con la que transcurre. Y, hablando de adaptaciones, se ha hablado de llevar a la gran pantalla esta historia, pero hasta el momento no se sabe nada de la película, aunque podría ser una joya de la animación en stopmotion (en Internet podemos encontrar un tráiler hecho por un estudiante de cine: https://www.youtube.com/watch?v=_iIGlHV5Xxc).
Y hablando de stopmotion, cuando finalicé la lectura, tuve que revisar la fecha de publicación de Coraline de Neil Gaiman y de El ladrón de días de Clive Barker, ya que, ambas comparten muchos puntos en común de su trama. Las similitudes llamaron la atención también de un lector que le preguntó a Gaiman, quien dijo que evitó leer la obra debido a sus similitudes con Coraline cuando estaba escribiendo la novela y, años más tarde, leyó un guion para adaptar al cine El ladrón de días y le gustó. Curiosamente, la obra de Barker fue publicada en 1992 y la de Gaiman en 2002; una década de diferencia que nos lleva a imaginar que Rictus y compañía fueron una inspiración de la historia de Gaiman (el autor de Sandman siempre ha hablado de una historia que le contó una de sus hijas como el origen de la Otra Madre y compañía, pero no está de más pensar en la influencia de Barker). Lo que sí está claro es que otra obra influida por esta obra de Barker es NOS4A2 de Joe Hill, donde el villano se alimenta de la infancia de los niños, llevándoles hasta un lugar donde siempre es Navidad.
Pese a que no conocía la historia hasta ahora, he podido encontrar en ella algunos temas que me gusta explorar en mi propia obra. En El Tiempo del Príncipe Pálido, sentí que era más importante el paso del tiempo y cómo la juventud se deshace que el enfrentamiento con un monstruo que, en el fondo, solo es la plasmación de los sueños y la crueldad. Al encontrar ecos en la obra de Barker, he recordado la riqueza de mezclar niñez, monstruos, deseos y el tiempo.
Puede que una de las mayores injusticias de la literatura actual esté en cómo la obra de Clive Barker está siendo relegada al olvido y cómo muchos de sus libros están quedando descatalogados. Propongo que nos enfrentemos a Rictus y sus secuaces y recuperemos a uno de los autores más portentosos de las últimas décadas: al gran Clive Barker. Leerlo, compartirlo y disfrutarlo será lo mejor.
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