La conclusión de la cuarta temporada de Sherlock juega con la idea de la despedida. Fuente. |
He tardado tiempo en escribir esta crítica, porque he querido pensar más en lo visto que vomitar directamente todo lo que consideré después del visionado del episodio. ¿Hasta qué punto hay que dejar enfriar algo que te ha dolido?
Soy un gran admirador de la serie Sherlock, a la cual le he encontrado muchos puntos fuertes a la hora de adaptar al maravilloso personaje creado por sir Arthur Conan Doyle. Creo que con decir que La Novia Abominable posee una de las mejores adaptaciones de la versión clásica, se ve mi opinión en cuanto al trabajo de Mark Gatiss y Steven Moffat (mejor, en muchos casos, que el desempeñado en mi adorada Doctor Who).
Esperaba con muchas ansias esta cuarta temporada (quería que fuera 2017 para verla... sí), pero bien me temo que han sido esas fantasías que me hacía sobre esta nueva tanda de episodios o que algo ha cambiado, pero reconozco que no la he disfrutado tanto como me hubiera apetecido. The Six Thatchers me pareció precipitado en muchos puntos, The Lying Detective fue devorado por el acto de querer crear una "temporada arco" de una forma muy brusca y The Final Problem... ¿Problem? No es singular, considero que hay muchos problemas, tantos que me ha llevado más de lo previsto ordenar mi mente en cuanto al capítulo.
Sé que muchas de las historias de Conan Doyle eran tan rocambolescas como el final de Los asesinatos de la calle Morgue de Edgar Allan Poe que puede señalarse como uno de los grandes hitos de la novela de detectives de la cual se ha alimentado el mito de Sherlock. Sin embargo, el desenlace del segundo capítulo me descolocó hasta que me di cuenta de que dicho truco ya lo había visto en Doctor Who, con el personaje de Missy y que Eurus, la archivillana, no deja de ser otra mujer escrita por Moffat, como River, Irene o Missy: aspecto duro, mujer fatal e instintos psicópatas. No entraré a hacer valoraciones en cuanto a la visión de la mujer en la obra de Moffat, pero sí en que ha repetido muchas veces el mismo modelo, hasta que cualquier seguidor lo detecta... para mal.
Sherlock, Watson y Mycroft son los grandes protagonistas del capítulo. Ellos y sus decisiones. Fuente |
La idea de mezclar todo esto con una especie de Azkaban con reminiscencias de guarida de villano de James Bond y con una trama de hermanos perdidos y asesinatos al estilo de Stoker, nos sumerge en algo previsible y que no queremos reconocer ni siquiera con esa primera escena que debería encantarnos (Mycroft enfrentándose a un payaso tipo It... ¿en un duelo de espada y...? Ay) y que nos conduce, poco a poco, a la idea de que la serie ha saltado sobre el tiburón, expresión que se usa para definir cuando una serie da un giro tan brusco que rompe la credibilidad del espectador y lo saca de la ficción. Al menos, es la sensación que he tenido a lo largo de todos los juegos de Eurus, que bien parece ser una especie de Jigsaw de la saga Saw o Arcade de los X-Men.
Lo peor es que sé que hay grandes actores como Benedict Cumberbatch y Martin Freeman y que hay algunos instantes curiosos (Eurus convirtiendo su prisión en la Pandorica de otros y los fans de Doctor Who lo sabrán), pero que no dejan de ser la confirmación de que quizás las hazañas de nuestros héroes eran mejores cuando eran autoconclusivas (pese a los hilos unificados en el último episodio).
Quizás, hay que dejar de esforzarse en humanizar a Sherlock y centrarse más en los casos. Puede que haya que alejar la sombra de Moriarty (aunque quizás su aparición es lo más carismático del episodio). Tal vez, Sherlock, que siempre se hace esperar, sea mejor que aguarde un poco más hasta un nuevo episodio o especial con tal de que cumpla con lo que muchos esperamos de ella. ¿Elemental? No lo sé. ¿Necesario? Puede.
¿Es el adiós a una de las series más potentes de los últimos años? Fuente. |
¡Hola Carlos!
ResponderEliminarLlevaba ya un tiempo a la espera de este post para ver que opinabas de lo que parece ser, el último gran problema al que se enfrentará el gran Sherlock Holmes.
Si tuviera que escoger una palabra para definir este episodio-temporada sería, sin duda, ``agridulce´´. Agridulce porque personalmente considero que no se puede negar el gran trabajo que tanto actores como guionistas, entre otros muchos, han invertido en su realización, pero, por otra parte, ha sido justamente el trabajo de estos últimos, el que no me ha llegado a convencer.
Antes de nada, decir que personalmente considero que hay una cosa que hemos de tener bien presente a la hora de criticar una serie en general, y es la evolución de la misma. Las series, ya pertenezcan tanto al mundo cinematográfico como al literario, conforme se van acercando al final, es normal que adquieran matices que no portaban en un inicio. Por lo general, esta ``maduración´´ se ve representada por un mayor dramatismo/oscuridad y también en una profundización algo más exhaustiva en la figura/trasfondo de algunos personajes, como en este caso ocurre con la relación Sherlock-Watson y con los integrantes de la familia Holmes.
Quería dejar esto claro, porque no soy de esos que en cuanto les cambian un poco la tónica a la que están acostumbrados, ya ponen el grito en el cielo. Todo lo contrario, me gusta y disfruto mucho viendo la evolución que sufren las series, siempre y cuando sea una evolución que no pierda por el camino la esencia que la ha caracterizado, y que la ha hecho llegar hasta donde está.
Tampoco hay que perder de vista los factores de la coherencia y el realismo, puesto que, aunque suene raro hablar de realismo en lo referente a la ficción, si no se tiene cuidado se puede llegar a arruinar una saga entera.
Personalmente ha sido en estos tres aspectos donde el episodio ha naufragado para mí, en la esencia, pues había momentos en los que no sabía si estaba viendo una película de 007 con tintes de Jigsaw, o un capítulo al uso de Sherlock; y en la coherencia y en la credibilidad en todo lo concerniente a la figura de Eurus Holmes y sus acciones.
Recuerdo que en un post anterior, comentaste que el tema de los hermanos secretos malignos no era el recurso que más te agradaba, en eso la verdad es que coincido contigo. No obstante, si el recurso es bien ejecutado puede suponer un giro de guion bastante curioso, que es lo que a mí me pareció que logró el final de The Lying Detective.
Continuación...
ResponderEliminarPor otra parte, si la aparición de Eurus Holmes no me descolocó demasiado, si lo hicieron sus acciones, que, como señalo antes, me parece que carecen en muchos casos de coherencia y credibilidad.
Vamos a ver, entiendo el planteamiento propuesto por Moffat y Gatiss, según el cual, la privilegiada concepción del mundo que posee Eurus a raíz de su increíble inteligencia, aparte de conferirle cualidades bastante fuera de lo común, la confina en la más absoluta soledad. Hasta ahí perfecto, pero lo que digo yo, ¿era necesario tanta prueba y tanta historia para hacer ver a sus hermanos-familia como se sentía? Porque no olvidemos que según relatan en el episodio, las tendencias psicopáticas siempre han estado presentes, únicamente lo que un niño cualquiera hubiera resuelto con una pataleta, Eurus Holmes lo resuelve matando gente. Así que eso de que no entendía porque estaba ahí recluida…
Que luego la cárcel tiene tela también… ¿No se supone que está recluida bajo las más estrictas medidas de seguridad, y que solo una pequeña parte del personal tiene acceso a ella? ¿Cómo narices ha hecho para controlar hasta a los de la limpieza? ¿Y cuál es el objetivo de salir para volver a entrar tantas veces? Porque no creo la prisión esté dentro de las zonas del abono transporte… ¿Y para qué obliga a Sherlock a llamar a la pobre Molly? ¿Y por qué siguen llegando DVD´s de Mary? Que un poco está bien, pero es que ha grabado 10 temporadas más extras, ¡por el amor de dios!
Podría estar así un rato más pero tampoco es cuestión. Además, si nos pusiéramos guion en mano a resolver todas las preguntas antes formuladas, veríamos que prácticamente todas están explicadas y resueltas, ahora bien ¿a qué precio?
Me habría gustado no despedirme de la serie con ese sabor agridulce, pero, por otro lado, he visto finales infinitamente peores. Considero que poner el broche final a algo que ha alcanzado tales cotas de epicidad es una tarea muy difícil, en ocasiones sale bien y en ocasiones no. No creo que haya sido un final desastroso, ni mucho menos. A pesar de la crítica que le he hecho, el episodio goza de grandes momentos, y muy buenos, como cuando se desvela la naturaleza de Red Beard, la metáfora del avión, la aparición de Moriarty al son de Queen, la mampara de cristal… Momentos que, junto con la magnífica interpretación de los actores, contribuyen, en cierta medida, a dejar pasar por alto todas esas cuestiones, y sumergirnos así en otra rocambolesca historia del detective más famoso del 221B de la calle Baker Street.
¡Saludos!
PD: me he alargado más de lo que tenía pensado, pero es que ha sido un final tan complejo, que no había manera de resumir sin dejarme algo jejeje.
¡Hola Adrián!
EliminarComo confieso en la propia crítica, me costó bastante tomar un veredicto sobre este capítulo y confieso que aún tengo algunas dudas sobre todo lo que he visto en esta cuarta temporada.
En tu caso, además de “agridulce”, sumo la palabra “irregular”. Los guionistas no han estado a la altura en muchos puntos, pese a su esfuerzo, porque han llegado a rozar la autoparodia incluso y eso teniendo los actores que tienen me parece casi un pecado. Sherlock y Watson merecían algo más en su esperada cuarta temporada.
En mi opinión, agradezco que las series vayan evolucionando y no se queden estacadas. Y más cuando tratan de misterios o temas similares y pueden llegar a pecar del “caso de la semana”: una aventurilla y en el próximo capítulo otra… sin más, sin avance, sin arcos argumentales. En mi mente, el problema de Sherlock, más que forzar el arco, es que al introducirse en los recuerdos y vivencias de Sherlock me ha dejado un poco frío con todo el tema de Eurus.
Como bien señalas, y no puedo hacer otra cosa que estar muy de acuerdo, toda la credibilidad queda en entredicho por lo que comentas. El tema de los hermanos secretos malignos, pérdidas de memoria y similares no son de mi agrado, me recuerda a un culebrón. Quise cruzar los dedos y confiar en que no harían una versión de Stoker, pero, vaya, me equivocaba…
Hay muchos huecos en la trama de Eurus que solo el fan con inventiva rellena, como el hecho de que Magnussen supiese también sobre el “perro” de Sherlock. Además, ¿debemos suponer que nuestro Holmes no se daría cuenta de que falta un cristal? A ver, sé que hubo una buena intención, pero no me lo creo. ¿Me estaré haciendo viejo?
Con respecto a lo que mencionas de Eurus, no me creo nada y muchas veces quería pensar que era algún truco más, pero no fue, un giro brusco e hizo que me distanciase del capítulo por todo lo que comentas (puedo inventar respuestas, pero no creo que ninguna sea realista. Es el peligro de escribir novelas de misterios, que se exige cierta credibilidad y pasa lo que pasa).
Como en tu caso, yo he visto finales peores, pero no creo que sea masoquista si digo que espero ver otra temporada o especiales con casos autoconclusivos. Valdría la pena y creo que pronto Moffat, que se va de Doctor Who, tendrá más tiempo libre. No sé si alegrarme o temer.
No te preocupes por haberte “alargado”. Agradezco un montón comentarios tan currados como los tuyos y más cuando estamos tan de acuerdo… :) A ver si saco tiempo pronto y hablamos del Detective Esqueleto y demás. ¡Muchas gracias por tu comentario y recibe un saludo enorme! ¡Seguiremos hablando! :)