Mapa del mundo del Mar Quebrado, una obra de fantasía inspirada en la sociedad vikinga. / Fuente. |
“A veces pienso que los dioses no pueden existir —caviló Jaud, pasándose un dedo pensativo por los labios—. Pero entonces me pregunto quién puede estar convirtiendo mi vida en este infierno”.
Puede que, en ocasiones, a más de uno nos hayan llegado estas palabras del personaje de Joe Abercrombie a la cabeza cuando nos ocurren un sinfín de experiencias desastrosas que amenazan con acabar con nuestra cordura.
Los últimos meses no han sido buenos para mí, aunque también sé que podrían haber sido peores. Ahora mismo, me estoy recuperando y miro al pasado mientras la nostalgia convierte épocas muy duras en una especie de consuelo. ¿Cómo si no estaría pensando en 2015 o 2016, dos años que no fueron sencillos para mí? La nostalgia edulcora todo.
Lo digo porque esta cita procede de Medio Rey, una novela que me regaló mi pareja en aquella época de 2016 en la que no nos podíamos permitir gastarnos dinero en libros. Recuerdo con mucho cariño su lectura.
Aunque huyo del grimdark (tal y como comenté aquí) y temo que Un poco de odio se me atragantó un poco porque no quería oscuridad precisamente, creo que terminaré la Trilogía del Mar Quebrado como una forma de ir cerrando sagas que dejé abiertas en su día. Ya tengo los dos siguientes volúmenes en mi estantería y espero recordar lo suficiente del primero.
Joe Abrecombie siempre nos aguarda con buenas frases, carismáticos personajes y grandes momentos, así que espero a lo largo del próximo año hablar de estos libros y saber si los dioses existen o no, como se pregunta el pobre Jaud.
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