Críticas de libros: Heck. Donde van los chicos malos de Dale E. Basye

Dos hermanos, el empollón Milton y la oscura Marlo, mueren cuando explota un enorme oso de golosina. Por desgracia no van al cielo. Tampoco al infierno. Van a Heck, una especie de reformatorio para niños malos antes de ir al Infierno. ¿Podrán escapar o se quedarán toda la eternidad en esa especie de Limbo?

Críticas de libros:

Portada de Heck. Donde van los chicos malos de Dale E. Basye. Fuente.

Autor: Dale E. Basye.

Ilustrador: Bob Dob

Editorial: Alfaguara.

Año: En Estados Unidos, 2008. En España, 2011.

Páginas: 337 aproximadamente

Precio: 15,95€

Géneros: Fantasía, sátira, juvenil.

“Morir es una de las partes más importantes de estar vivo, ¡exactamente la última!”

Extraída de “Así que estáis muertos.

Panfleto para niños en proceso

de conversión al inframundo (N.P.C.I)”.

Excelente sinopsis la de este libro. Te hace comprarlo esperando más de lo que te vas a encontrar realmente. Una buena sinopsis consiste en eso ¿no? Por favor, que le den un ascenso al que hizo la sinopsis de “Heck. Donde van los chicos malos” de Dale E. Basye.

El libro consiste en un viaje a una especie de limbo infernal del que los dos hermanos protagonistas intentan escapar, adornado con docenas de personajes repulsivos y momentos entre la aventura y lo escatológico, con un buen final (triste) y que toca una temática atrevida para la típica novela juvenil. 

Pero no, no saca toda su fuerza (quizás por ser el inicio de una saga) y pese a ese estilo y momentos que nos pueden recordar (a mí personalmente) un poco al estilo Tim Burton, “Heck” no aprovecha todo su potencial.

Hay algunos buenos instantes, como cuando descubrimos los profesores de este infierno que son desde creadores de refrescos, la monja Von Trapp o el profesor de “Ética”, Richard Nixon. El problema es que es arrítmico, hay hechos rápidos y otros más lentos… Pero sobre todo algunos alargados porque sí, con un argumento que acaba aburriendo. Es decir, caemos en la historia del origen que empieza a cansar un poco si no se consigue expresar de una manera más directa y creativa.

Un punto positivo (los tiene, sí) es el estilo de Dale E. Basye. Es imaginativo y está lleno de frases ingeniosas que, levemente, pueden recordarnos a Pratchett (pero no es así continuamente). Hay citas buenas como:

-“Nuestros días están contados”, pensó, antes de sumergirse en un sueño inconsciente, “pero es posible contar hasta el infinito”.

-“En realidad, cuando has perdido tu vida, ¿qué más te queda por perder?MILTON
-“El que se acuesta con demonios, se levanta hecho cenizas”BEA BUBB, también llamada Elsa. -“Tener una hermana era extraño. Era como tener una herida en forma de corazón”.

 Algo que queda claro es que Basye es un tipo inteligente y se nota con sus agradecimientos o su biografía (o algún instante aislado), pero no durante todo el libro (yo no he conectado con sus páginas, no me he sentido atraído por sus personajes o su historia).

Otro aspecto es que el libro cuenta con un par de ilustraciones bastante curiosas, pero a partir de cierto capítulo empiezan a repetirse y no nos espera ninguna sorpresa. Un detalle que me escama del libro puede ser la traducción, que, debido a los juegos de palabra que se gasta Basye, hace que la versión en español pierda no mucho, sino muchísimo.

En definitiva, me gusta que se haya querido hacer algo nuevo en la literatura juvenil y con un desenlace agridulce, pero el balance total es que podría haber sido más de lo que realmente ha sido. “Heck. Donde van los chicos malos”, para mí, ha sido una pequeña decepción. Aún así, puede que le dé una oportunidad al segundo volumen.

“No importa lo lejos que te vayas: nunca podrás llegar a librarte de ti mismo. Somos nuestro propio castigo y nuestra propia recompensa”.

DALE E. BASYE