Los Señores del Tiempo son una poderosa raza procedente del planeta Gallifrey. Al llegar su muerte, son capaces de regenerarse y cambiar por completo su aspecto, pero tiene un límite: trece vidas. El maléfico Señor del Tiempo conocido como el Maestro (o el Amo) ha agotado su tiempo y ha sido ejecutado por sus enemigos, los daleks, en el planeta Skaro. Su última voluntad, que el archienemigo y protector del universo, el Doctor, traslade sus restos a Gallifrey…
Críticas de cine:
“DOCTOR WHO:
Director: Geoffrey Sax.
Guionistas: Matthew Jacobs
Intérpretes principales: Paul McGann, Sylvester McCoy, Eric Roberts, Daphne Ashbrook, Yee Jee Tso… Consultar el resto del reparto en IMDB
Música: John Debney
Nacionalidad: Estados Unidos, Canadá, Reino Unido.
Duración: 89 minutos.
Año: 1996.
Género: Ciencia-ficción, aventuras.
“En el planeta Skaro, en el que mi viejo enemigo, el Maestro, fue finalmente juzgado...”-
EL DOCTOR
Si haces una serie desde 1963, se cancela en 1989 y se reinicia en 2005 para llegar hasta hoy, no puedes mantener siempre el listón alto. En 1996, se intentó resucitar con un telefilme el “Doctor Who”, tras su “fin” en 1989.
Para ello, la BBC contaría con la Fox y esto obligaría a varias cosas: un reenfoque del personaje del Doctor, un toque menos “british” y que la historia transcurriese en Estados Unidos. Las consecuencias fueron claros: una película aburrida y sin explotar todo el potencial que tiene.
Geoffrey Sax, realizador de películas como "Alex Rider. Operación Stormbreaker", dirige este proyecto sin ninguna gana de sorprender al espectador. El prefacio de la película es bueno, pero el guionista Matthew Jacobs no consigue un libreto bueno. Intenta hacer del Doctor algo menos británico y le es imposible, de pronto estamos ante un tedioso telefilme noventero, cargado de una estética obsoleta y una historia tonta que no ayuda para nada. Por si fuera poco, los personajes se ahogan en un mar de hechos que no los desarrolla. Jacobs además intenta darle un aire de terror tipo “Expediente X” que acaba por aburrir. ¡Es el Doctor! ¡Queremos aventuras!
La cinta aprovecha el tema del inminente fin de siglo (entonces) y es algo que parece un poco raro ahora, pero esto ocurre también al ver ciertas historias cuyo futuro ya es pasado para nosotros.
A todo esto, el plan del Maestro y el Doctor están tan deshilados… Y eso que pintaba bien la idea del Doctor custodiando las cenizas del Maestro, incapaz de regenerarse.
No obstante, me alegro de que, aunque la Fox metiese mano, no tuviéramos un "reseteo" de la serie clásica y nos cambiasen todo. Por suerte, tiene guiños a la original (la TARDIS "aparca" junto a un póster muy británico) y sigue su cronología, por lo que es parte del "Doctor Who" que hemos podido ver años después con Christopher Ecclestone, David Tennant y Matt Smith.
El motivo por el que vi esta cinta era descubrir al octavo Doctor, encarnado por Paul McGann. No lo hace mal, pero ¡es que aparece poco! Tiene pocos momentos que digas: “Me gusta este Doctor” y eso que el intérprete lo intenta. Siempre nos quedará imaginar cómo fue a la Guerra del Tiempo y se reencarnaría en el décimo Doctor de 2005, Christopher Ecclestone.
Al principio de la película vemos al séptimo Doctor, Sylvester McCoy que muere de una forma estúpida para dar paso al nuevo Doctor. Es una pena.
¿Y el malo de la película? Eric Roberts es histriónico a más no poder. Lejos de crear un villano extraño, malvado, pero atractivo para el público (como el Maestro – o Amo- de John Simm), aquí tenemos a un malo de opereta que no sirve para nada.
The Master, según Eric Roberts. Fuente. |
Del plantel de secundarios, nos encontramos con Daphne Ashbrook como la doctora Holloway y Yee Jee Tso como Chang Lee, ambos compañeros del Doctor (y en el caso del segundo, también del Maestro – Amo-). Sus interpretaciones no son para echar cohetes, no están desarrollados y el personaje de Holloway se convierte finalmente en una marioneta que hace las cosas sin saber muy bien por qué.
Los efectos especiales son bastante pobres, aunque cumplen (estamos en 1996) y la música de John Debney no es nada del otro mundo (aunque esto sea “Doctor Who”). Como curiosidad, ver la DARDIS con el interior tipo castillo medieval no tiene precio.
En fin, “Doctor Who: The Enemy Within” es un telefilme regulero, pero que cualquier fan del “Doctor Who” debería ver para saber quién fue el misterioso octavo Doctor.
Menos mal que, casi diez años después, el guionista Russel T. Davies resucitaría esta genial serie.
El Doctor de Paul McGann. Fuente. |
“[El Maestro] Él exigió que yo, el Doctor, un Señor del Tiempo rival, debía llevar sus restos de regreso a nuestro planeta natal, Gallifrey. Esto fue una petición que ellos nunca deberías haber concedido”
EL DOCTOR.
Entonces no vale la pena... Que cutre se ve el malo.
ResponderEliminarHola, superñoño
ResponderEliminarVale la pena como curiosidad, para conocer al octavo Doctor y pasar el rato.
Sobre el malo, sí, es cutre, aunque no lo menciones delante de los fans de Nolan, que vendrán y te defenderán que Eric Roberts, pese a sus pelis de serie B, siempre ha sido un gran actor... Y todo porque le parten las piernas en "El Caballero Oscuro".
En fin... Gracias por el comentario, hasta la próxima visita =)
Tu crítica me llamó la atención, así que me puse a verla, de paso he descubierto cosas que no sabía del Doctor. Ciero que la película no es una maravilla, pero si tenemos en cuenta las porquería que hay por ahí, en realidad no es tan mala XD. Y no entiendo, si el Maestro había agotado sus 13 vidas, ¿cómo es que no estaba muerto del todo, en lugar de darse un paseo?
ResponderEliminarHola, Hitos
EliminarEs una película sola apta para whovians quizás jajaja Hay que entender la época, los medios y demás.
Sobre el Amo o el Maestro y el tema de las trece vidas, los Señores del Tiempo le entregaron otras trece. Se ve que los de Gallifrey no son muy majos. Sigue viendo la serie, ya verás. =D
Muchas gracias por tu comentario =D