Siete niños nacidos misteriosamente fueron adoptados por el filántropo Sir Reginald Hargreeves (el Monóculo). ¿Por qué? Para salvar el mundo. Pero años después, cuando los “hermanos” son adultos, nada de eso se ha hecho realidad… ¿O sí? Éste es el punto de partida del tebeo…
Críticas de cómics:
The Umbrella Academy
Crítica de The Umbrella Academy: Suite Apocalíptica. Fuente. |
Volumen 1: Suite Apocalíptica
Escrito por Gerard Way y dibujado por Gabriel Bá.
“¿Sabéis lo que me gusta de los funerales? Vestirme de negro”-
Séance (00.04)
Gerard Way es un artista controvertido. Sus inicios como dibujante dieron pasó a su carrera en la música con My Chemical Romance, grupo del que es vocalista. Algunas tribus urbanas consideraron a esta banda como suya, la mala fama de algunas de ellas, quedó ligada al grupo, muy a pesar de la banda. Por tanto, cuando el cantante escribió una serie de cómics para la editorial Dark Horse, las opiniones quedaron divididas: para los fans era un incentivo, alguna tribu urbana lo consideró sólo algo raro y los aficionados al género cuestionaban si valdría la pena (¿estaban ante un tebeo o ante una manera nueva de Way de ganar pasta a costa de sus fans y cualquiera que cayese?).
El éxito de la historia, ganadora de dos premios Eisner en 2008, dejó claro que no se estaba ante un simple éxito de ventas vano, estaban ante un tebeo interesante, entretenido y fresco.
The Umbrella Academy comienza con Suite Apocalíptica. Este arco argumental trata de la reunión de unos hermanos que no lo son de sangre, aunque todos tienen poderes. Llevan años sin verse y sin hablarse y la única vez en la que han vuelto a reunirse es para el funeral de su padre adoptivo, Reginal Hargreeves. La unión de estos personajes hace que una serie de robots creados por un antiguo villano siembren el terror en toda la ciudad. ¿Se unirán los héroes para destruir esta amenaza? ¿Volverán a ser héroes? ¿Lo conseguirán antes de que empiece el fin del mundo? Esas son preguntas cuya respuesta está en los tebeos, así que ya sabéis.
La premisa de la serie, aunque no demasiado original (la idea de la extraña familia desestructurada se ha visto ya en tebeos como Sandman de Neil Gaiman y la del fin del mundo en Watchmen de Alan Moore), rápidamente se convierte en una excusa para tratar muchos temas. A través de esta aventura, conocemos el fantasma del pasado de estos personajes: el enfrentamiento contra la Torre Eiffel (sí, habéis leído bien) o el malvado Terminal…, e incluso un flashforward donde vemos un futuro apocalíptico.
La obra resulta ser diferente, sobre todo, por los personajes raros que aparecen por el mundo de viñetas concebido por Gerard Way y Gabriel Bá. Entre ellos, destaca: Sir Reginal Hargreeves (o el Monóculo) que, pese a estar muerto, ocupa parte de la historia y demuestra ser un frío monstruo (no, realmente, para ser exactos un alienígena). Otro muerto que ocupa un lugar importante: 00.06 u Horror, uno de los hermanos que, pese a sólo conocerlo por los flashbacks, los comentarios y una estatua en su memoria, nos hace preguntarnos: ¿qué diantres pasó con él?
Uno de los secundarios que nos deja claros que estamos en otro mundo es el Dr. Pogo, un mono evolucionado genéticamente, fruto de los experimentos de Hargreeves y el único que se portó como un verdadero padre con ellos. En uno de los momentos, descubrimos cómo “evolucionó” y recordamos en su emotiva última aparición, la manera en que muchos animales son más humanos que nosotros mismos.
Los hermanos, que reciben un número, un nombre y otro en clave, fueron liderados desde pequeños por Spaceboy (00.01). El grupo The Umbrella Academy siempre estuvo marcado por las ansias de Spaceboy de cumplir los deseos del Monóculo. El accidente que destrozó su cuerpo (que fue sustituido por el de un gorila) es una muestra de su frustración al no poder haber cumplido con sus deseos, cosa que se ve desde su forma de comunicarse, lo que opinan sus hermanos de él o periódicos colgados en una pared. Desde hace años, vive en la luna junto a su robot Ben (llamado como su hermano Horror), vigilando cualquier problema que pudiese haber en la Tierra. El fallecimiento de su padre le hace regresar a la Tierra.
Por su parte, Spaceboy siempre tuvo problemas con sus hermanos y, sin duda, con el que más fue Diego, más conocido como Kraken o 00.02, el hermano rebelde. Kraken nos recuerda con su aire de tipo duro al personaje de Lobezno de Marvel Comics, aunque no deja de ser un hombre frustrado por no ser el número uno (puesto que ocupase Spaceboy), nunca haber tenido una familia y ser un solitario empedernido (hay un momento en que lo dejan desprevenido al decirle simplemente: “Te quiero”).
Entre ambos se encuentran sus hermanas adoptivas. Por un lado, se encuentra 00.03 (Rumor), cuyo poder es convertir la realidad mediante lo que diga, un poder que usa en pocas ocasiones, según parece. Spaceboy tiene momentos reveladores con ella, la única que parece llamarle por su nombre: Luther. Por otro lado, está Vanya, la hermana que nunca desarrolló ningún superpoder y cuya única habilidad es tocar horriblemente el violín. Conoce a su hermano Kraken mejor que cualquier otro.
Quizás el más extraño de estos hermanos sea Séanse (00.04), un tipo que aparenta estar muerto y que tiene un sentido del humor negrísimo, como su indumentaria. Uno de mis favoritos por su capacidad de arrancarte una sonrisa cuando todo está realmente mal.
Por último, nos queda 00.05, un hermano capaz de viajar en el tiempo y que lleva desaparecido desde hace veinte años, hasta que aparece en el funeral de Hargreeves, con el aspecto de un niño y el comportamiento de un adulto. En ese momento, revela a Pogo y los hermanos que ha regresado de un futuro donde todo ha sido destruido y que deben evitarlo.
Éstos son sólo algunos de los extraños personajes que pueblan el mundo creado por Gerard Way y Gabriel Bá. Todo el reparto resulta originalmente misterioso o raro y se notan las ganas de intentar hacer algo nuevo al típico cómic de superhéroes, ya que, The Umbrella Academy es, realmente, la historia de una familia rota y del poder de la música como arma de destrucción masiva.
El guión de Way está cargado de momentos irónicos, por ejemplo, el periódico que se encuentra en el fin del mundo y avisa de que, en el último día de la humanidad, habría un día perfecto. ¿Lo fue exactamente?
Ese tipo de cosas hace que el tebeo de Way tenga un ritmo más que envidiable (¿tal vez haya algo en ello por ser músico?). Sin duda, Gerard Way está influenciado por dos de los mejores guionistas de la Historia del Cómic: Grant Morrison y Alan Moore.
De Morrison, Way toma algunos elementos de la Doom Patrol del guionista de Batman. Arkham Asylum. La amistad entre Way y Morrison es un hecho, por lo que recientemente se ha podido ver al guionista interpretando el papel del villano de los videoclips de My Chemical Romance. Por cierto, Morrison acierta de lleno al decir del tebeo de Way y Bá: “Los superhéroes del Siglo XXI. Están aquí, por fin…”.
De Moore, Way se ve influenciado por algunos detalles que recuerdan a Watchmen, considerado el mejor tebeo de todos los tiempos. Por ejemplo: la reunión de “héroes” tras la muerte de uno o la fotografía de los “hermanos” semienterrada en la luna, nos evoca a la foto de Jon Osterman y Janie Slater enterrada en la arena rosada de Marte. Otro detalle son esas calles al borde del colapso, que también evocan a Taxi Driver de Martin Scorsese y Blade Runner de Ridley Scott. Por si fuera poco, la banda de Way se unió a la banda sonora de la adaptación cinematográfica de Watchmen a cargo de Zack Snyder, versionando el tema de Bob Dylan Desolation Row.
Estructuralmente, el cómic difiere de los actuales de la primera línea en unos cuantos hechos a tener en cuenta. Algunas de esas cosas son: entradillas simpáticas, títulos que evocan a canciones (Ya sólo nos vemos en las bodas y funerales), se cierra con curiosidades que expanden este mundo y se abren con descripciones de los personajes, recogidos en forma de pequeño cuento, y donde son considerados por otro de los participantes en la historia (El Monóculo, el Dr. Terminaut y Dr. Pogo). Realmente, la suma de estos elementos hacen de The Umbrella Academy un tebeo fantástico, que se lee muy bien y resulta aire fresco.
El trabajo del dibujante brasileño Gabriel Bá es digno de mencionar. Bá crea una obra única, realmente especial y que se adapta genialmente al alma de la historia de Way. El artista tiende hacia lo simplista, un estilo cartoon, que queda estupendo. Sobre el coloreado de Dave Stewart, consigue adaptarse sin problemas al estilo de la historia y al del dibujante Gabriel Bá.
Puede que el mayor defecto de la obra de Gerard Way y Gabriel Bá sea lo corta que llega a hacerse, que nos conduce a un final quizás demasiado corto, aunque cumple las expectativas y está acorde al sentido de originalidad de ambos artistas.
La mayor pega que podríamos ponerle sería la edición de Suite Apocalíptica en España. Norma Editorial convirtió el primer volumen en tres números (cada uno con dos números, que a su vez formaban un acto- la obra se divide en tres actos) a 5,50€ cada uno, que podría haberse convertido mejor en un solo volumen en formato tomo con algún extra. Parece que Norma aprendió, ya que el segundo volumen (que comentaré en su momento) fue editado en formato tomo. Otra crítica a la edición de Norma es que carece de las fantásticas portadas del ilustrador James Jean.
Por cierto, desde hace un tiempo, Gerard Way ha hablado de la posibilidad de la adaptación del cómic a la gran pantalla llegando a afirmar que la mejor opción para dirigir la cinta sería el director Alfonso Cuarón. Este realizador mejicano es conocido por películas como Harry Potter y el prisionero de Azkaban e Hijos de los Hombres. Sin duda, contando con el talento de Cuarón, Way y Bá podríamos tener una gran cinta, aunque deberemos esperar a ver si el proyecto se pone en marcha. Como veis en la imagen que hay encima de este párrafo, la noticia de la posible adaptación ya han hecho que empiecen a aparecer algunos pósters hechos por los fans, muy currados.
En definitiva, si queréis pasar una buena tarde en la que os quedéis en casa, sentaros en el sillón más cómodo, preparaos algo de tomar, empezad a leer y escuchad mientras My Chemical Romance. Tendréis una tarde estupenda y muy original.
“¿Ahora es cuando nos vamos todos juntos a casa y actuamos como una familia feliz?”
Violín Blanco.
Ahora no me va a quedar más remedio que poner mi CD de Three Cheers for a Sweet revenge (que lo tengo original por algún rincón de mi caos de cuarto y realmente es el único que me ha llegado a calar de ellos) y buscar el comic para leer esta noche, después de clases.
ResponderEliminarDesde luego, prometer, promete, auqnue quizás deberían esperar un poco antes de abalanzarse sobre la adaptación al cine.
De todos modos, la figura de Gerard Way siempre me ha caído simpática, a ver como se las apaña en el mundo de los superhéroes.
Hola
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ResponderEliminarBueno, si lo ve como una pequeña obligación, seguramente le dejará un buen sabor de boca, ya que es una obra bastante entretenida y ese disco de My Chemical Romance es uno de los mejores que tiene la banda. Ya me dirá que le ha parecido.
Sobre la adaptación al cine, Alfonso Cuarón me parece un gran director, así que quizás podría salir algo diferente. A ver qué pasa.
Muchísimas gracias por tu comentario y tu opinión.